Rivaldo rompe al Espanyol

BARCELONA 3ESPANYOL 0

El derby dur¨® lo que tard¨® Rivaldo en atarse los cordones. El brasile?o apareci¨® en el momento preciso. Justo cuando el Bar?a ya s¨®lo jugaba para salvar los puntos y el Espanyol contaba cuanto quedaba para clavar la bandera blanquiazul en el Camp Nou. Resistieron los periquitos tres cuartos de partido para acabar encajando una goleada en once minutos. La historia de cada temporada. No gana el Espanyol en el estadio desde el a?o que Maradona se puso la casaca azulgrana. Brindisi esteriliz¨® al Bar?a de mala manera, con un juego cicatero, guarro incluso en los momentos de m¨¢s apuro, aunque siempre orgulloso. No pudo, sin embargo, con la fecundidad de Rivaldo, un futbolista que no sabe de marcas, ni de sistemas ni de ¨®rdenes. Le ha dado a Van Gaal por agitar la alineaci¨®n, tocar un equipo muy estable y solvente durante el curso pasado -una forma de combatir la rutina- y rotar al plantel aun a riesgo de sembrar ciza?a. Dejar a Luis Enrique en casa despu¨¦s de un paseo triunfal con la selecci¨®n es m¨¢s una declaraci¨®n de guerra que una decisi¨®n t¨¢ctica. Mucha ch¨¢chara con Nano y ya est¨¢ en el filial. Tanto jaleo por fichar a los De Boer, y ayer les sent¨® en el banquillo. Mal asunto. La ausencia de Frank de Boer pes¨® m¨¢s que la presencia de Bogarde hasta la lesi¨®n de D¨¦h¨².

El Espanyol busc¨® el cuerpo a cuerpo, la refriega, un partido muy f¨ªsico. Presion¨® muy arriba con Posse y Ben¨ªtez, De Lucas tap¨® a Guardiola, y el tr¨ªo argentino Rotchen-Pochettino-Navas marc¨® la raya mientras Crist¨®bal ejerc¨ªa de polic¨ªa de Rivaldo.

El Bar?a se encontr¨® con un encuentro muy trabado, que no le conven¨ªa, con dificultades para combinar, apurado por el juego de presi¨®n y anticipaci¨®n del contrario no tuvo una l¨ªnea de juego sana porque el Espanyol hab¨ªa llevado el partido a donde quer¨ªa. El f¨²tbol de dentellada de los blanquiazules, sin embargo, intimid¨® m¨¢s a la hinchada cul¨¦ que al equipo de Van Gaal. Lleg¨® el Bar?a con puntualidad al marco contrario. No cerr¨® bien el Espanyol el espacio generado por la alineaci¨®n de tres centrales y la desubicaci¨®n de Crist¨®bal, y Figo habilit¨® a Cocu y Kluivert por igual con un buen surtido de pases interiores. Cavallero salv¨® entonces cada remate de los puntas azulgrana.

Las disfunciones creadas por Figo las solvent¨® muy pronto Pochettino. Le meti¨® la pierna de mala manera y el portugu¨¦s se busc¨® la ruina con una respuesta de cr¨ªo. La jugada acab¨® con los dos futbolistas en la caseta. El equipo blanquiazul se tap¨® mejor que nunca al tiempo que el azulgrana perd¨ªa fuelle como colectivo pese a que la entrada de Frank de Boer le hab¨ªa dado clarividencia en ataque y en defensa. Hab¨ªa llegado la hora de apelar a Rivaldo. O el brasile?o o buscarse la vida en una refriega en el ¨¢rea. Fue el propio Rivaldo el que se meti¨® en la guarida del Espanyol para zanjar la disputa. Perdieron los blanquiazules el sitio y los azulgrana, cabreados por tanto azote, les devolvieron golpe por golpe hasta meterles un par de goles m¨¢s que dejan el contenido del choque y el argumento espa?olista en nada.