El Deportivo resuelve en 17 segundos

El Valladolid qued¨® condenado sin haber tenido siquiera la ocasi¨®n de probar el tacto de la pelota. La mitad del campo ni vio el extraordinario zapatazo de Makaay que entr¨® pegado al palo, porque el Deportivo acababa de hacer el saque inicial y s¨®lo iban 17 segundos. Una fulminante acci¨®n que confirm¨® que el delantero holand¨¦s parece haber ca¨ªdo de pie en Riazor y que permiti¨® al Deportivo resolver el expediente en veinte minutos de juego tan vistoso como eficaz. El Valladolid dej¨® la sensaci¨®n de un equipo agradable y con buen gusto para el f¨²tbol, pero las circunstancias lo sobrepasaron.

Un gol en la primera jugada de un partido condiciona fatalmente todos los acontecimientos posteriores, y esa desproporcionada influencia de un simple lance fue anoche de lo m¨¢s beneficiosa para el espectador. El Deportivo se sinti¨® seguro para desplegar su calidad, y el Valladolid tuvo que prescindir de sus precauciones para remontar la corriente adversa.

El Valladolid tard¨® en recuperarse del prematuro guantazo de Makaay, y los primeros minutos depararon la mejor versi¨®n de la escuadra de Irureta. Mauro Silva se ense?ore¨® del medio campo, bien escoltado por Jaime, Djalminha combin¨® m¨¢s de lo que en ¨¦l es habitual y V¨ªctor apareci¨® al fin por la banda derecha. Los blanquiazules jugaron con rapidez, precisi¨®n y combinando el centro y las bandas para dirigir sus acometidas. Esa fase feliz de los gallegos se coron¨® con el segundo gol, un penalti a V¨ªctor, tras una magn¨ªfica asistencia de Mauro Silva, que transform¨® Djalminha de un modo extra?amente rutinario para sus gustos: esta vez olvid¨® la paradinha y la vaselina, y se limit¨® a rematar ajustado al palo.

Tras el segundo gol, el Deportivo se tom¨® el inevitable momento de relajaci¨®n y el Valladolid apareci¨® en el partido. Los visitantes anduvieron algo faltos de la convicci¨®n necesaria para superar las circunstancias, pero cuando tuvieron la pelota, trataron de jugarla con fundamento. Aunque fue poco incisivo arriba, el Valladolid tambi¨¦n goz¨® de sus ocasiones con un par de remates a bocajarro, uno de ellos precedido de un maravilloso pase de V¨ªctor de un extremo al otro del ¨¢rea y con el efecto necesario para sortear a toda la defensa blanquiazul.