"El PSOE quiere hacer de las pensiones una t¨®mbola de caridad"
Manuel Pimentel, de 38 a?os de edad, ministro de Trabajo del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, considera que, si el PP no es capaz de explicar sus proyectos de futuro, los ciudadanos, a pesar de sus logros, pueden empezar a mirar para otro lado. Pregunta.En la pelea de las pensiones no se le oye demasiado. Da la sensaci¨®n de que los pesos pesados del PSOE y el PP no le dejan mucho espacio.
Respuesta.Uno, la verdad, tiene la sensaci¨®n contraria, la de estar todo el d¨ªa en la palestra. Pero lo esencial no es qui¨¦n hable, sino tener el convencimiento de que se trata de algo realmente esencial. El ministerio est¨¢ marcando el campo. Hemos reabierto el Pacto de Toledo, hemos...
P.No me refiero a las cuestiones puntuales, sino a la direcci¨®n de la pugna pol¨ªtica: la llevan Javier Arenas y Joaqu¨ªn Almunia; Rodrigo Rato y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. A usted le toca barrer los destrozos y poner cara de p¨®quer, ?no?
R.El ministerio est¨¢ manteniendo una actitud coherente en una batalla abierta de forma irresponsable por los socialistas y que nosotros, el Gobierno, queremos llevar a un escenario de consenso. El ministerio est¨¢ cumpliendo con su papel en esta bronca, que, al final, se va a volver en contra de quienes la quieren utilizar para sus fines. En cuanto al reparto de las actuaciones, todos hemos actuado con una profunda coherencia. Yo me siento orgulloso de estar en este equipo, pero, en cualquier caso, soy de los que piensan, por naturaleza y convicci¨®n, que en la pol¨ªtica no se est¨¢ por protagonismo, sino por ideas y convicciones. No me siento ni relegado ni ninguneado, sino plenamente integrado en un discurso coherente.
P.Usted tiene fama de ser buena gente y se dice que por eso ha aceptado el papel del bienmandado de Arenas, su antecesor. ?No le molesta haber entrado en la pol¨ªtica grande por la puerta peque?a?
R.Pues, realmente, me halaga que en este duro mundo se considere que uno no es demasiado mala persona. Yo me he sentido muy c¨®modo trabajando con Arenas, que, aparte de haber sido mi ministro, fue mi presidente en el PP de Andaluc¨ªa y ahora es mi secretario general. Le tengo una profunda admiraci¨®n pol¨ªtica y un gran cari?o personal. Para m¨ª fue un gran honor trabajar para ¨¦l cuando yo era secretario general de Empleo. Ahora he recogido, con enorme orgullo y satisfacci¨®n, la antorcha en una carrera de relevos que ¨¦l ha dejado muy alta. No es un dem¨¦rito reconocer que entend¨ª, desde el primer momento, que parte de mi tarea era la de continuar el rumbo marcado y que soy un relevista m¨¢s. Para m¨ª, habr¨¢ pocas situaciones m¨¢s naturales y c¨®modas que continuar la tarea que inici¨® Arenas. No soy su bienmandado porque, en definitiva, su paso por este ministerio ha sido enormemente positivo, al margen de cualquier valoraci¨®n partidaria. Cometer¨ªa un grave error si, por un af¨¢n de protagonismo mal entendido, rompiera una senda que hemos trazado entre todos. Pero siempre hay un espacio para la impronta personal, aunque no es un tema que me quite el sue?o.
P.?Cu¨¢ntas veces llama al d¨ªa a Arenas con este l¨ªo de las pensiones?
R.No nos hemos llamado muchas veces, pero s¨ª hemos tenido muchas y largas reuniones: con ¨¦l, con el grupo parlamentario, con el partido... Hemos trabajado muchas horas juntos para llegar a posiciones de coherencia. Ahora me gustar¨ªa que el consenso se ampliara con el PSOE. Porque yo entiendo que el calor electoral acelere algunas decisiones, pero otra cosa es no entender que el de las pensiones es un debate que no se va a acabar ni en un mes ni en dos: va a ser cuesti¨®n de a?os.
P.Ser¨¢ consciente de que est¨¢n jugando con material sensible por su repercusi¨®n electoral.
R.S¨ª, s¨ª, absolutamente. Pero nosotros no habr¨ªamos querido nunca que este tema se convirtiera en el debate electoral, el escenario al que el PSOE lo ha llevado. Creemos que las pensiones requieren un amplio escenario de consenso, un clima de sosiego que el PSOE ha roto de forma irresponsable. No se entiende que, en 1995, su ministro, Pedro Solbes, anunciase la quiebra de la Seguridad Social y recomendara que los ciudadanos hicieran sus planes privados y ahora que hemos conseguido una situaci¨®n de equilibrio financiero lo quieran poner todo en peligro con planteamientos irresponsables. Y todo, porque ellos ya no contaban, como dijeron en su d¨ªa, con que en este pa¨ªs se pudiera crear empleo como lo ha creado este Gobierno. El PSOE no ha podido soportar esta realidad y por eso ha roto el consenso de forma tan irresponsable. Y lo ha hecho enviando el mensaje de que cada comunidad, cada ciudad, pod¨ªa tener un sistema de pensiones diferente. ?sta es la peor noticia que se pod¨ªa dar a los pensionistas.
P.?De verdad cree que es una mala noticia para los pensionistas que se les suban las pensiones?
R.Es una mala noticia para los pensionistas que, antes de unas elecciones, cada candidato, presidente o alcalde decida dar una limosna electoral rompiendo el principio de igualdad, el de que las pensiones son un derecho constitucional y no dependen de la d¨¢diva del preboste de turno. Esto supone un deslizamiento hacia el Estado de beneficencia, de t¨®mbola de caridad. El PSOE ha querido hacer de las pensiones una t¨®mbola de caridad. Y eso le va mal. Por eso ha cambiado de estrategia, inteligentemente, hacia otras vertientes del problema. Quiz¨¢ piense que le va a ir bien, electoralmente, utilizarlas. Creo que se equivoca, pero que no va a salir de su error. En cualquier caso, no puede decir hasta ayer que la Seguridad Social est¨¢ en quiebra y que vamos a dejar de ingresar 600.000 millones de Hacienda, y ahora, que destinemos el bill¨®n que va a sobrar a subir las pensiones.
P.Pero la gente no va a entender que, si la econom¨ªa va bien, el dinero no se reparta. Eso no hace falta que lo diga el PSOE.
R.Efectivamente, si se ha llegado a la situaci¨®n econ¨®mica a la que se ha llegado no es por casualidad, sino porque se ha llevado a cabo determinada pol¨ªtica que ha dado un buen resultado. Y es verdad que, por primera vez en la historia, caminamos hacia una situaci¨®n que es justamente la inversa de la que conoc¨ªamos. Tenemos equilibrio, pero ese equilibrio, en realidad, se va a dar el a?o que viene. Por eso el Gobierno quiere cumplir los plazos establecidos en el Pacto de Toledo, que va a culminar con la creaci¨®n de un fondo de reserva, que es un formidable mensaje de estabilidad, y...
P.Van a subirse, ustedes tambi¨¦n, al carro de las pensiones. Todos los partidos se han lanzado a una carrera obscena al grito de "marica el ¨²ltimo", ?no?
R.Lo de la est¨¦tica, quiz¨¢... Pero nosotros, si hemos anticipado algo, es tan s¨®lo un debate que iba para el a?o 2000. En eso quedamos los participantes en el anterior Pacto de Toledo. Pero, claro, como se ha abierto... Nosotros s¨®lo hemos anticipado un debate. ?Que hay algunos que quieren anticipar las cosas? Pues lo hacemos, que no pasa nada en el fondo. No vemos ninguna incoherencia. En cuanto al espect¨¢culo, desde luego, no es positivo. Si, al final, siempre ante unas elecciones, los socialistas o el se?or Pujol creen que todo consiste en subir 700 o 500 pesetas, el espect¨¢culo siempre es malo. Pero yo creo que la gente no es tonta y que no se chupa el dedo.
P.Entonces, ?por qu¨¦ Aznar ha querido tomar parte en tan obscena obra de teatro?, ?por qu¨¦ hace 15 d¨ªas la subida de las pensiones era "irresponsable" y ahora es "factible"?
R.Bueno, bueno... El presidente... Perm¨ªtame que matice un poco. Nosotros desarrollamos una pol¨ªtica econ¨®mica y, al tiempo, nos pusimos a desarrollar el Pacto de Toledo haciendo caso omiso de las plagas b¨ªblicas que nos anunciaban los socialistas. Afortunadamente, se han equivocado y nuestra pol¨ªtica, que ha generado confianza en la sociedad, ha dado resultados. Nosotros s¨®lo hemos anticipado el debate que...
P.Un debate al que les ha llevado la oposici¨®n -Manuel Chaves, Jordi Pujol- como tirando del ronzal de un mulo testarudo. Pero ¨¦se es el papel de la oposici¨®n.
R.Cada uno tiene el papel que tiene. Pero el que ha llevado durante a?os la responsabilidad de un trabajo serio es este Gobierno y no se ha incorporado en el ¨²ltimo cuarto de hora como otros. Ya s¨¦ que hay a quienes les gustan las acciones fulgurantes y a corto plazo. No es nuestro caso. Nosotros tenemos la conciencia de una tarea bien hecha en la que hemos logrado el consenso con los agentes sociales, lo que no lograron los socialistas. Y estamos seguros de que los pensionistas est¨¢n tranquilos con nosotros. Eso es muy importante.
P.Siendo estos temas tan importantes y graves, ?cree que todo se arregla se?alando al se?or Almunia como "el ministro del paro"?
R.?Hombre! ?Es que el se?or Almunia, en este debate, ha sido muy irresponsable! Y eso es bueno que se sepa. Una persona que quiere gobernar este pa¨ªs no puede hacer los planteamientos que ¨¦l ha hecho. Es cierto que los socialistas tuvieron grandes aciertos, pero tambi¨¦n cometieron graves errores, entre ellos el de no haber sido capaces de crear riqueza y empleo. Ahora, Almunia, que deber¨ªa, como socialista, apoyar la cohesi¨®n social, se ha deslizado por una pendiente disgregadora que nos ha dejado estupefactos. Y, al final, ¨¦l es lo que dice y lo que representa, pero tambi¨¦n es reh¨¦n de su gesti¨®n anterior como ministro de Trabajo, que fue desastrosa.
P.Pero ustedes siempre se olvidan de que la situaci¨®n econ¨®mica de entonces era bastante peor que la de ahora.
R.No se trata de eso. Es cierto que la hemos reconvertido en positivo. Pero en cuanto a Almunia... Siempre que hable de empleo le vamos a sacar su gesti¨®n de empleo, aunque no me gusta remover el pasado porque creo que nuestro ¨¦xito est¨¢ precisamente en representar el futuro.
P.?Piensa que si los socialistas hubieran podido crear empleo no lo habr¨ªan hecho por estulticia o cualquier otra insensata raz¨®n?
R.Lo que creo es que el PSOE, con su pol¨ªtica econ¨®mica, no facilit¨® la creaci¨®n de empleo. No dudo de que quiso crear empleo, pero tom¨® f¨®rmulas equivocadas, como una netamente financiera y de expansi¨®n del gasto p¨²blico. Trat¨® de cambiar en los ¨²ltimos a?os, pero ya era tarde.
P.?Admitir¨ªa que el PP ha contado con la colaboraci¨®n de unos sindicatos temerosos de la derecha y tremendamente hostiles con el Gobierno de la izquierda?
R.No. Lo que creo es que hubo un tiempo en el que los socialistas no buscaron el consenso. Y, como no se busc¨®, no se obtuvo. Nosotros hemos hecho ese esfuerzo y eso se va a notar mucho tiempo.
P.Ahora le toca convocar el Pacto de Toledo aprisa y corriendo. ?Se puede esperar algo de una reuni¨®n en la que todos se van a mirar con el rabillo del ojo pensando en las elecciones?
R.Reconozco que la mejor compa?era para el Pacto de Toledo, para un clima de consenso, no es la convocatoria de unas elecciones ya muy marcadas y pr¨®ximas, tanto las catalanas como las andaluzas y las generales. Pero creo que, como es un tema de tanta importancia, los partidos lograremos aparcar las urgencias, los nervios, las coyunturas, las tensiones... Al final, nos sentaremos a hablar y se llegar¨¢ a algunos acuerdos; se crear¨¢ un marco para seguir hablando y seguiremos hablando en la siguiente legislatura. Habr¨¢ consenso, estoy seguro, porque tendremos que abordar temas nucleares cara al futuro, como el envejecimiento de la poblaci¨®n, una cuesti¨®n esencial y que va mucho m¨¢s all¨¢ de las pensiones. Vamos a hablar de sanidad, ?de tantas cosas! No me imagino que a nadie se le ocurra desmarcarse del consenso. Eso ser¨ªa una gran irresponsabilidad.
P.?Qu¨¦ pens¨® el d¨ªa en que Pujol se despert¨® con su paga, con su aumento de las pensiones?
R.Pens¨¦ que Pujol hab¨ªa cometido una grave irresponsabilidad; que su intenci¨®n era electoralista, calculando s¨®lo en conceder un aguinaldo a los m¨¢s desfavorecidos a ver si... Sencillamente, que se estaba equivocando, igual que Chaves. Es m¨¢s, estoy seguro de que, si pudieran dar marcha atr¨¢s, no har¨ªan lo que han hecho porque su demagogia se les va a volver en contra.
P. ?Qui¨¦nes son, d¨®nde est¨¢n, los conversos a la pol¨ªtica de empleo del Gobierno? ?En qu¨¦ sectores est¨¢n los que ustedes esperan que reconozcan que "la derecha me ha dado un trabajo estable"?
R. La derecha, no; el centro.
P. Como usted quiera.
R. A partir de la creaci¨®n de 1.400.000 puestos de trabajo, se puede decir que, efectivamente, de nuestra pol¨ªtica de empleo se ha beneficiado mucha gente. El desempleo ha ca¨ªdo de forma muy sensible entre los j¨®venes: en un 30%. Tambi¨¦n se ha creado empleo femenino de forma intensa, m¨¢s que masculino en general, aunque la tasa de desempleo entre los hombres siga decreciendo de forma m¨¢s r¨¢pida por el crecimiento de la poblaci¨®n activa. Por otra parte, la calidad del empleo se ha orientado claramente hacia la estabilidad. ?Retos para el futuro? Lo que a m¨ª me preocupa extraordinariamente es el parado de larga duraci¨®n.
P. Usted sabe mejor que nadie cu¨¢nto empleo precario, incluso de 24 horas, han sumado a las cuentas del ¨¦xito contra el paro. No esperar¨¢n el voto de esas personas...
R. Todav¨ªa queda una temporalidad alta, pero se ha incrementado la estabilidad en el empleo. Hoy son muchas menos que en 1996 las personas con un empleo precario. Adem¨¢s, hemos enterrado el contrato basura. La gente tambi¨¦n percibe eso, ?no cree?
P. Lo que creo es que en estos a?os han florecido como hongos las empresas de trabajo temporal, el rostro m¨¢s agresivo de un liberalismo rampante. No s¨¦ si piensa que hay que meter mano a la pirater¨ªa laboral o que es m¨¢s pr¨¢ctico mirar para otro lado, dejar hacer.
R. Las empresas de trabajo temporal se han creado con la legislaci¨®n de Gobiernos anteriores. ?ste lo que ha hecho es precisamente reformar la ley para igualar los salarios entre los trabajadores de esas empresas y los de las usuarias. En cualquier caso, tienen aspectos muy positivos, aunque tambi¨¦n tengan efectos negativos. Nosotros hemos incrementado los servicios de control e inspecci¨®n de las mismas. Pero es cierto que ha habido un claro abuso en la temporalidad. Se va acotando con la aplicaci¨®n de la ley, que, la verdad, hace poco que ha entrado en vigor. Desde luego, vamos a seguir y perseguir a las empresas que traten de burlarla y se instalen en la pirater¨ªa laboral.
P. Tampoco han metido mano en serio a las empresas que utilizan las jubilaciones anticipadas para forzar a los trabajadores.
R. Con la legislaci¨®n actual, el Gobierno ha llegado hasta donde puede llegar. Pero, al menos, hemos iniciado un debate sobre este grave problema, presente en toda Europa. Tenemos que implicar a las empresas y los sindicatos en la correcci¨®n de ciertas actitudes y pr¨¢cticas. Yo soy muy cr¨ªtico con las prejubilaciones forzosas. Las he denunciado hasta la saciedad. Puedo entender que en determinadas situaciones m¨¢s vale que la empresa se salve con menos personas a que se hunda con toda la plantilla y que no se pueden satanizar los expedientes de regulaci¨®n de empleo. Lo malo es que siempre les toca a los mismos, a las de determinada edad para arriba. Y es que al final se esconde un mensaje perverso: "Usted tiene m¨¢s de 50 a?os: no vale, a la calle". Esto ha creado una desconfianza en las personas que tienen que pedir perd¨®n por seguir trabajando todos los d¨ªas.
P. ?Cuenta con que la gente pueda ser desagradecida y sus esfuerzos por reducir el paro no sean suficientes para ganar las elecciones?
R. En la vida p¨²blica hay preocupaciones que no debemos tener, como si esto sirve o no para ganar elecciones. Nuestra preocupaci¨®n debe ser que disminuya el paro. Por lo dem¨¢s, la cr¨ªtica es saludable. Yo creo que se ganan las elecciones no s¨®lo por lo que se ha hecho, sino por lo que se va a continuar haciendo. Si no actuamos as¨ª, si no explicamos nuestros proyectos, corremos el riesgo de que la gente nos agradezca los servicios prestados, pero opte por mirar hacia otro lado.
P. Las cifras del paro empiezan a crecer y la econom¨ªa suele dar bandazos. ?No le quita el sue?o que alg¨²n d¨ªa le puedan llamar "el ministro del paro" como usted llama a Almunia?
R. La apuesta de Europa, en la que participamos, es la de procurar que los ciclos sean m¨¢s prolongados y suaves, que no tengamos como en etapas anteriores puntas hacia arriba y puntas de v¨¦rtigo hacia el abismo econ¨®mico. Desde luego, nadie deseaba que las cosas fueran mal. Porque, adem¨¢s, no es que fuera malo para Almunia; es que ha sido malo para todo el pa¨ªs.
P. Quiz¨¢ a usted no le acabe de gustar esa pol¨ªtica del y t¨² m¨¢s con la que el Gobierno y el PP intentan salir de todos los atolladeros.
R. El y t¨² m¨¢s es una mala pol¨ªtica siempre. Pero hay uno que la empieza y otro que la contin¨²a. En este caso, el que la ha iniciado ha sido el PSOE. Si la abandona, nosotros tambi¨¦n la abandonaremos. No creo que sea una buena f¨®rmula para arreglar las cosas. Lo que yo deseo es que el PSOE abandone la pol¨ªtica irresponsable que est¨¢ manteniendo.
P. Aznar ha instado al PP y al Gobierno a exhibir la pol¨ªtica de sensibilidad social que, dice, han practicado ustedes. Imagino que los desafueros de Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, el alcalde de Madrid, expulsando a los rumanos con excavadoras; el apartheid de Calamocarro, o las inversiones millonarias en la verja de Ceuta habr¨¢n sido cuidadosamente excluidos de esa exhibici¨®n, ?no?
R. En Calamocarro se est¨¢ haciendo un nuevo centro de estancia de inmigrantes, y en Melilla, un magn¨ªfico campamento. Nosotros los vemos como personas que quieren venir a trabajar a Espa?a y los tratamos con enorme respeto. Pero tambi¨¦n tenemos que cumplir las normas de la Comunidad Europea en cuanto a los filtros de inmigraci¨®n. Respecto a lo de las excavadoras... En este ministerio, y yo mismo, hemos trabajado intensamente para que no se apliquen soluciones de excavadoras, sino soluciones de integraci¨®n.
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