Miquel Barcel¨® experimenta en 250 dibujos
"El artista trabaja con su vida", declara ante la antol¨®gica abierta en el Museo Reina Sof¨ªa
"Es como la Nochevieja, un d¨ªa al a?o, con mucha gente; el resto estoy en el taller, que es donde ocurren las cosas". Miquel Barcel¨®, de 42 a?os, pas¨® ayer una jornada de multitudes en el Museo Nacional Reina Sof¨ªa y en una fiesta nocturna para presentar una antol¨®gica de su obra sobre papel, con 250 piezas de los ¨²ltimos 20 a?os. "Experimenta constantemente", dice el comisario, el cr¨ªtico Enrique Juncosa, con sus collages, acuarelas y objetos. "Prefiero pintar un asno a un coche, los objetos que hay a mi alrededor, en ?frica o en Mallorca. El artista trabaja con su vida".
Barcel¨® recorri¨® las 250 obras sobre papel realizadas entre 1979 y 1999, montadas en la tercera planta del Museo Nacional Reina Sof¨ªa, y tuvo varias sorpresas. "Los cuadros los veo m¨¢s a menudo, y algunos de estos papeles no los hab¨ªa vuelto a ver. Es sorprendente. Hay cosas que se parecen a otras que han aparecido m¨¢s tarde en cuadros y que entonces s¨®lo sospechaba".Es la primera vez que Barcel¨® entra en el Reina Sof¨ªa, que tiene en su colecci¨®n un ¨²nico cuadro procedente de los fondos del antiguo Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo. En 1985 se montaron sus pinturas en el palacio de Vel¨¢zquez, del Retiro madrile?o. Tras la muestra en 1994 en el IVAM de Valencia de los ¨²ltimos diez a?os de su pintura, el comisario, Enrique Juncosa, propuso una revisi¨®n de su obra sobre papel de los ¨²ltimos 20 a?os.
El director del museo, Jos¨¦ Guirao, dijo ayer que era "subsanable" la carencia de obra del artista, que hasta ahora no ha sido posible "no por falta de voluntad", sino por dedicar los presupuestos a recuperar artistas del pasado como Picasso, Mir¨® y Juan Gris. Barcel¨® no quiso criticar la pol¨ªtica del museo, pero lament¨® que no tuviera m¨¢s dedicaci¨®n al arte actual. Dijo que ten¨ªa obras de los ¨²ltimos diez a?os que pod¨ªan pasar al museo, aunque las actividades pod¨ªan imponerse a las compras. "No me quejo y me han tratado bien. Desde los ochenta aprend¨ª que no hab¨ªa que quejarse, ya que uno es pintor porque quiere".
Por sus manos pasan todo tipo de materiales que se agarran, rasgan o atraviesan el papel o el cart¨®n. Hay cenizas volc¨¢nicas, algas marinas y agujeros hechos por termitas africanas. No se han podido incorporar una pieza dibujada con 12 huevos y otra con la tinta de un pulpo estrellado contra el papel. Tambi¨¦n aparecen todo tipo de objetos cotidianos y paisajes de su nomadismo por Barcelona, N¨¢poles, la costa portuguesa, Par¨ªs, los Alpes suizos, Nueva York, ?frica o Mallorca. "Son los objetos que est¨¢n a mi lado, pero tambi¨¦n est¨¢n el agua y el humo. Todos los materiales tienen el mismo valor y me encuentro mal con todos. En el taller estoy probando cosas y experimentando, como un animal, pisando los cuadros o leyendo libros".
Mito y futuro
Barcel¨® responde a todo. ?Por qu¨¦ es un mito? "No tengo ni idea ni me interesa. No soy nada m¨ªtico". Le comparan con Picasso. "Picasso es un espejo en el que se miran todos los artistas". El arte del futuro. "En el arte hay muchos caminos. Hay una fascinaci¨®n por el medio. Con las instalaciones no van quedando grandes artistas, como ocurri¨® con el v¨ªdeo". Sus proyectos. "Dos exposiciones en Nueva York y otra en M¨¦xico. Mi proyecto inmediato es pintar".Enrique Juncosa ha planteado un montaje, dise?ado por el escultor ?ngel Bados, dividido en periodos con a?os concretos, hasta reunir 250 piezas, de ellas el 40% in¨¦ditas para el p¨²blico. Los primeros trabajos de Mallorca hasta 1982, cuando empiezan las buenas noticias con la invitaci¨®n para la Documenta. El Barcel¨® de moda est¨¢ entre 1982 y 1985, con las referencias culturales y a otros pintores; 1987 en Nueva York, con el inicio de los blancos y las estancias en ?frica de un pintor que no es orientalista.
"Barcel¨® llega a la gente", dice Juncosa. "Es un pintor directo, sin ninguna mediaci¨®n. No es intelectual, en sentido peyorativo, ni melodram¨¢tico. Tiene ingenuidad e iron¨ªa y siempre es una obra l¨ªrica, obsesionado por el paso del tiempo y la muerte".
La exposici¨®n, patrocinada por la Caja General de Ahorros de Granada, estar¨¢ en el Reina Sof¨ªa hasta el 21 de noviembre, para visitar despu¨¦s, hasta el mes de octubre del 2000, museos de Granada, S?o Paulo, Montevideo y Tel Aviv.
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