Escritores bajo el paraguas

La editorial Anagrama eligi¨® un emplazamiento original para celebrar anoche en Barcelona sus 30 a?os de vida. La invitaci¨®n dec¨ªa as¨ª: "En el parque de la Ciudadela. Carpa de la Dama del Paraguas". Y gracias a la intensa lluvia, la Dama del Paraguas acab¨® robando el protagonismo a los numerosos autores congregados y convirti¨¦ndose en el eje de todos los comentarios. ?Acabar¨¢ la dama previsora convirti¨¦ndose en el nuevo s¨ªmbolo de Anagrama?A la hora del inicio del acto -20.30 horas- el cielo estaba muy nublado y se anunciaba una tormenta el¨¦ctrica. No llov¨ªa todav¨ªa, y los comentarios de los invitados se centraban en lo original de la fiesta, ya que para llegar a la carpa, montada en el interior del recinto del zoo, hab¨ªa que pasar junto la jaula de los monos y de las cabras. "Ya veo los titulares de ma?ana", comentaba ir¨®nico Quim Monz¨®: "Fauna literaria". O "El zoo de los escritores"... Era una buena idea, sin duda, pero la tormenta y la lluvia relegaron a los animales a un segundo o tercer plano.

Jorge Herralde se situ¨® en la entrada de la carpa, saludando con una sonrisa a los reci¨¦n llegados, hasta que la lluvia le aconsej¨® el "saludo interior" al c¨®ctel de autores, colaboradores, agentes, editores, amigos... Entre los autores hab¨ªa, por supuesto, una buena representaci¨®n del cat¨¢logo de Anagrama: Maruja Torres, Jes¨²s Moncada, Miquel de Palol, Quim Monz¨®, Enrique Vila-Matas, Francisco Casavella, Soledad Pu¨¦rtolas, Javier Tomeo, Vicente Verd¨², Carmen Mart¨ªn Gaite, Pedro Zarraluqui, Josefina Aldecoa... Mayor¨ªa de residentes en Barcelona, con algunas incorporaciones del resto de Espa?a y con la presencia estelar del ingl¨¦s Tom Sharpe, que cada a?o alarga m¨¢s sus vacaciones en Llafranc.

A la alineaci¨®n de lujo de Anagrama se unieron tambi¨¦n autores de otras casas, como Nuria Amat y Josep Maria Espin¨¤s, y numerosos representantes de todas las parcelas del mundillo literario, hasta el punto de que el acto se convirti¨® en una bajada de bandera de la rentr¨¦e literaria barcelonesa. Tambi¨¦n acudi¨® el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el candidato socialista a la Generalitat, Pasqual Maragall, centro de casi tantos comentarios como la lluvia.

Jorge Herralde empez¨® a hablar cuando ya arreciaba el diluvio y el aparato el¨¦ctrico. No era f¨¢cil o¨ªrle. Dijo, sin embargo, que ¨¦sta era la cuarta celebraci¨®n de los 30 a?os de la editorial (hubo anteriormente actos en Madrid, Londres y Buenos Aires) y que la conceb¨ªa como "un fin de fiesta espectacular". Brome¨® con la presencia de Maragall y celebr¨® estar entre amigos para festejar una editorial basada "en el trabajo bien hecho y en la b¨²squeda de nuevas voces de nuestro tiempo". Le aplaudieron, por supuesto, despu¨¦s de que un trueno apocal¨ªptico subrayara el final de sus palabras.

Fue, en resumen, una velada a medio camino entre la fiesta de celebraci¨®n y el temor a una tormenta que parec¨ªa que no iba a terminar nunca. A la salida, los invitados se encontraron con parte del parque inundada y con la sonrisa enigm¨¢tica de la Dama del Paraguas.