M¨¢s sobre historias cl¨ªnicas
La tendencia a derivar la responsabilidad en la gesti¨®n de las historias cl¨ªnicas de los centros p¨²blicos a empresas privadas, bas¨¢ndose en la dificultad de gestionar el gran n¨²mero de historiales existentes en nuestros hospitales y el no considerar a los archivos como servicios m¨¦dicos, no puede ser aceptada.Los archivos centrales hospitalarios son servicios m¨¦dicos al frente de los cuales se encuentra un m¨¦dico especializado en documentaci¨®n m¨¦dica y sistemas de informaci¨®n en la mayor¨ªa de los hospitales p¨²blicos de nuestro pa¨ªs. Algunos centros privados han lamentado el no contar con estos profesionales, que, en ¨²ltima instancia, velar¨¢n por la calidad de las historias cl¨ªnicas y de los registros m¨¦dicos y su correcta custodia, como recientemente en nuestra comunidad con el desgraciado caso de la hepatitis.
Es cierto que la documentaci¨®n cl¨ªnica que se genera en los procesos asistenciales de los pacientes tiene un crecimiento extraordinario y puede resultar inmanejable si no se cuenta con medios apropiados.
Como profesionales reclamamos una legislaci¨®n sobre plazos de conservaci¨®n de los documentos cl¨ªnicos y la legalizaci¨®n de otros soportes diferentes al papel, como fichas microfilmadas o CD-ROM, para ahorrar espacio en nuestros archivos y controlar su crecimiento. S¨®lo en el Pa¨ªs Vasco existe una normativa al respecto. La disponibilidad de la historia cl¨ªnica del paciente ante casos urgentes no puede ser la misma que si el hospital se encuentra en
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un archivo externo al hospital. El historial se entregar¨¢, pero m¨¢s tarde, y con un coste m¨¢s elevado.
Como ciudadanos, todav¨ªa somos poco sensibles al tema de la confidencialidad de nuestros datos personales. Las historias cl¨ªnicas identifican plenamente al paciente con su nombre, apellidos, fecha de nacimiento, direcci¨®n, etc¨¦tera, y adem¨¢s contienen datos tan sensibles como antecedentes, h¨¢bitos y enfermedades del propio paciente e incluso de sus familiares. Las muestras que se remiten a los laboratorios pueden ir identificadas por claves que salvaguarden la identidad del paciente y no contienen una informaci¨®n tan completa.
En los contratos con las empresas privadas se manejan cifras millonarias de las que ya nos gustar¨ªa poder disponer en nuestras dotaciones presupuestarias. En este caso, tampoco se ha demostrado de manera objetiva que lo privado sea m¨¢s eficiente que lo p¨²blico.- .
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