Los mapuches persisten en su 'guerra' contra Endesa y a favor de su cultura
Un caballo con montura mexicana. ?ste fue el precio que pag¨® la filial chilena de Endesa, Enersis, por una porci¨®n de tierra. Al menos eso relat¨® ayer Antol¨ªn Curriao, el representante de la comunidad mapuche afectada por la construcci¨®n de una presa en su territorio, el Alto Biob¨ªo (600 kil¨®metros al sur de Santiago). La justicia chilena ha paralizado las obras, pero Endesa niega haber violado las leyes, asegura haber pagado un precio justo por las tierras y anuncia que proseguir¨¢ con las obras.
La decisi¨®n de Endesa no depende de s¨ª misma, sino del resultado de la apelaci¨®n que ha presentado. Los jueces paralizaron cautelarmente la construcci¨®n de la central hidroel¨¦ctrica de Ralco porque "el da?o ambiental ser¨ªa irreversible y ser¨ªa el antecedente de innumerables perjuicios a quienes han hecho de la zona su h¨¢bitat". Y ¨¦se es el nudo gordiano para los mapuches: el h¨¢bitat. "No queremos que se construya la presa, no queremos que el agua cubra el cementerio en el que yacen nuestros antepasados", se lamentaba pausadamente Curriao. La presa, con una inversi¨®n de 78.500 millones de pesetas, inundar¨ªa 3.467 hect¨¢reas. Endesa maneja otro argumento: 83 de las 91 familias accedieron a canjear sus tierras, es decir, a venderlas, para que la presa pueda construirse. Fuentes de Enersis, en Santiago, aseguran que se ha pagado un "buen precio a gente que es de lo m¨¢s pobre del pa¨ªs", y que "est¨¢n contentos" con la operaci¨®n.Curriao y los abogados, profesores de universidad y el diputado socialista que le acompa?aba en su visita a Madrid discrepan. El lonko, como le llaman sus compa?eros a Curriao, sostiene que Endesa viol¨® la ley: "Nos dec¨ªan que ten¨ªan el permiso del Gobierno cuando no lo ten¨ªan, nos hac¨ªan ofertas sin que estuviera presente nadie del Gobierno, lo que va contra la ley, igual que construir sin tener el permiso de toda la comunidad, que es lo que han hecho". Seg¨²n explic¨® el diputado del partido socialista chileno Alejandro Navarro, la ley sobre asuntos ind¨ªgenas exige la presencia de autoridades gubernativas para que "informe al ind¨ªgena y de fe de que la operaci¨®n se realiza en condiciones de igualdad". "Y es que nosotros ni siquiera sabemos leer", tercia Corriao: "Nos hac¨ªan firmar con el pulgar". ?Y qu¨¦ consegu¨ªan a cambio? "Un arado, dos bueyes, tierras nevadas... y poco dinero". Las fuentes consultadas en Enersis desmienten la mayor: "No tengo constancia de que haya habido enga?o, y los que viv¨ªan en tres hect¨¢reas ahora viven en 15. Se trata de un plan de 20 millones de d¨®lares (3.200 millones de pesetas)". Pero el lonko cuenta otra verdad: "A los blancos que viv¨ªan en la zona les pagaron diez veces m¨¢s que a nosotros".
Los mapuches, despu¨¦s de conseguir la paralizaci¨®n de las obras, apuntan al mism¨ªsimo despacho del presidente de Endesa, Rodolfo Mart¨ªn Villa: estudian una demanda por genocidio contra los administradores de la empresa. Enrique de Santiago, el abogado espa?ol al que le han encargado el caso, reconoce que es dif¨ªcil que prospere, si bien le otorga cierto fundamento: "Hab¨ªa informes oficiales del Gobierno chileno que desaconsejaban la obra porque aseguraban que la presa llevar¨ªa consigo la destrucci¨®n de dos comunidades ind¨ªgenas. Y no se han tenido en cuenta". As¨ª, Endesa habr¨ªa cometido genocidio "por emprender la obra". Para Enersis, esto no son m¨¢s que "cuentos de ambientalistas radicales".
Si es probable que Endesa se faje de las acusaciones de genocidio, si finalmente llegan a formularse ante un tribunal, m¨¢s complicado le ser¨¢ lidiar con las acciones que emprender¨¢n los mapuches como accionistas de la empresa. "Esto ser¨¢ lo primero", anuncia De Santiago. "Endesa cotiza en la Bolsa de Nueva York, cualquiera puede comprar acciones, y ellos lo han hecho y van a iniciar acciones individuales para pedir responsabilidades a los administradores".
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