La historia del C¨ªrculo de Bellas Artes sale por primera vez a la luz
Un socio veterano redacta la vida del centro tras encontrar en el ¨¢tico sus archivos ocultos
La historia del C¨ªrculo de Bellas Artes vio la luz en la madrugada del 13 al 14 de febrero de 1991. Hasta esa noche, la mayor¨ªa de socios o personas interesadas en esa instituci¨®n se hab¨ªan resignado a dar por perdida la biograf¨ªa del C¨ªrculo. Por muy incre¨ªble que resulte, nadie sab¨ªa en qu¨¦ hab¨ªa consistido la actividad de este centro desde su fundaci¨®n, en 1880. Se desconoc¨ªa qu¨¦ sedes hab¨ªa ocupado, qui¨¦nes hab¨ªan sido sus presidentes, qu¨¦ personajes del mundo de la cultura hab¨ªan participado en sus actividades, ocupaciones que, por otra parte, tambi¨¦n se ignoraban. Y todo aquel que intentaba investigar sobre la historia del C¨ªrculo se topaba con el mismo problema: no exist¨ªan documentos. Mejor dicho, se cre¨ªa que no hab¨ªa documentos.Esa famosa noche de aquel febrero, Jos¨¦ Luis Temes, un socio vinculado a la junta directiva de esta instituci¨®n durante varios a?os, andaba trepando y descolg¨¢ndose por los techos del emblem¨¢tico edificio de la calle de Alcal¨¢. En un momento "m¨¢gico" encontr¨® una carta del pintor Joaqu¨ªn Sorolla. "Una pista", pens¨®. Sigui¨® rastreando y dio con un mont¨®n que ocupaba medio metro c¨²bico de papeles, cartas y documentos. Temes se hallaba en el antiguo comedor de sirvientes del edificio, un lugar de dif¨ªcil (dificil¨ªsmo) acceso.
"Dos noches despu¨¦s encontr¨¦ otro bloque de papeles. Esta vez m¨¢s desordenados, como si los hubieran tenido que tirar ah¨ª con mucha prisa, clandestinamente", recuerda Temes, que sabe perfectamente que fue as¨ª, de forma totalmente clandestina, como se salv¨® el archivo general del C¨ªrculo de Bellas Artes. Lo salvaron un grupo de conserjes a los que el ej¨¦rcito republicano, que en 1936 se hab¨ªa incautado de su sede en la calle de Alcal¨¢, hab¨ªa obligado a permanecer en el edificio porque eran los que mejor conoc¨ªan la casa. Los soldados, ante la falta de combustible, hab¨ªan prendido butacas y todo lo que pod¨ªa arder. Pero los conserjes, en sus ratos libres, se ocuparon de ocultar cuadros, documentos y libros. Desgraciadamente, esa haza?a se conoci¨® hace s¨®lo ocho a?os.
Jos¨¦ Luis Temes, que en 1991 hab¨ªa decidido que merec¨ªa la pena dedicar un tiempo de su vida a reconstruir la historia del C¨ªrculo anterior a la Guerra Civil, localiz¨® a uno de estos conserjes. "Los ojos me hicieron chiribitas cuando ese hombre me cont¨® c¨®mo fueron escondiendo lo que consideraron de valor. Pens¨¦ que tal vez exist¨ªa a¨²n el archivo", relata Temes. Enrique Baquedano, director del C¨ªrculo en esa ¨¦poca, dio carta blanca a Temes para que rastreara los escondites que le indicaba el viejo conserje.
"Pienso que hemos reconstruido la historia del C¨ªrculo con bastante rigor. No creo que queden ya grandes sorpresas, cosas por descubrir sobre ¨¦l", declara Temes, cuyo trabajo de investigaci¨®n se recoge en el libro El Circulo de Bellas Artes. Madrid 1888-1936, que edita Alianza y que saldr¨¢ a la venta en fechas pr¨®ximas.
El ¨²nico periodo de la historia del C¨ªrculo que no est¨¢ documentado es el correspondiente a los a?os del cambio de siglo: 1899-1901: "En esos a?os ocurri¨® algo muy grave en la historia del C¨ªrculo", relata Temes. "La sospecha que tengo es que los masones entraron en la instituci¨®n y tomaron la junta directiva. Pero ya no puedo dedicar m¨¢s tiempo a esa investigaci¨®n".
Para culminar este volumen, Temes ha buceado por 10.000 folios. Ha conseguido reunir 600 fotos sobre el C¨ªrculo anteriores a la Guerra Civil (entre los papeles que encontr¨® s¨®lo hab¨ªa 12 im¨¢genes relativas a 56 a?os de historia). Durante dos a?os ha indagado en 50.000 peri¨®dicos y otras publicaciones, y ha recorrido Espa?a haciendo entrevistas.
"?Qu¨¦ es el C¨ªrculo? Eso es c¨®mo preguntar c¨®mo es el paisaje de Espa?a. No hay un C¨ªrculo, hay miles. Se fund¨® como instituci¨®n privada por un grupo de artistas que quer¨ªan ofrecer a la ciudad de Madrid una vida art¨ªstica alternativa a la oficial. Eso entusiasm¨® a la ciudad. Casi nadie sabe que antes de su sede actual de la calle Alcal¨¢ tuvo otras ocho. Y que sus actividades se extendieron hasta ciudades como Chicago, Estocolmo, Berl¨ªn o Viena", cuenta Temes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.