"Seguro que de aqu¨ª sale alguien al hospital"

La noche del s¨¢bado se celebr¨® una cena de la Asociaci¨®n Espa?ola de Equipos Profesionales en un hotel de Barcelona. Buena oportunidad para anticipar el conflicto que se ve¨ªa venir para el domingo. La palabra suspensi¨®n estaba en boca de muchos de los presentes, pero nadie aprovech¨® la ocasi¨®n para negociar. Por la ma?ana, ?lvaro Pino reuni¨® a sus corredores "para armarla en la etapa", pensando que no habr¨ªa alteraci¨®n en el recorrido. Pero no trataba de provocar una huelga sino todo lo contrario: Pino quer¨ªa atacar. Era su etapa decisiva. Cuando se enter¨® de la modificaci¨®n, mont¨® en c¨®lera. Por el contrario, Eusebio Unzue acept¨® de buen grado la decisi¨®n: "Es una decisi¨®n razonable. Si hacemos la etapa, tal y como estaba prevista, seguro que de aqu¨ª sale alguien al hospital". Unzue afirmaba que la modificaci¨®n perjudicaba los intereses de su equipo, "pero la acepto por coherencia". Pino, sin embargo, contestaba a todos: "Lo que pasa es que aqu¨ª cada cual ha buscado su inter¨¦s. Yo tengo corredores como Rubiera y como Heras que bajan muy bien. Rubiera estaba con una sonrisa de oreja a oreja pensando en la etapa. Y lo que pasa tambi¨¦n es que Banesto tiene corredores (por Chava Jim¨¦nez y Z¨¹lle, sobre todo), que bajan cuadrados. Y Vitalicio tiene un corredor (por Igor Gonz¨¢lez de Galdeano) que tambi¨¦n baja cuadrado, que lo se yo". Se entiende lo que es "bajar cuadrado", t¨¦rmino del argot ciclista m¨¢s elemental. A Pino no se le pas¨® el disgusto y el resto no escap¨® a la sensaci¨®n de bochorno. Se evitaron las ca¨ªdas y el pelot¨®n lleg¨®, incluso, cortado (con Z¨¹lle en el paquete de atr¨¢s) entre el abucheo general. Se evitaron las ca¨ªdas, s¨ª, todas menos una: Ullrich se dio un tremendo mamporro al bajar del podio. Tanto es as¨ª que se fue cojeando al autob¨²s. Los ciclistas llegaron a la meta con ganas de marcharse corriendo a los autobuses. Los pitos del p¨²blico molestaban a sus o¨ªdos. No estaban para declaraciones y ped¨ªan paso. El veterano corredor catal¨¢n Melcior Mauri, ahora en el Benfica portugu¨¦s, fue de los pocos en acceder a emitir una opini¨®n. "Conozco de sobra este circuito y puedo decir que es muy peligroso". Marcel Wust neg¨® su condici¨®n de cabecilla ("s¨®lo he hecho de traductor", insist¨ªa una y otra vez) y Piepoli, se?alado por todos como el inductor de la huelga, evitaba todas las preguntas. Francis Lafargue, el relaciones p¨²blicas del Banesto, trataba de llev¨¢rselo al autob¨²s, consciente de que todo el mundo se?alaba con el dedo al corredor como presunto culpable de lo sucedido. "Os dej¨¢is dominar por el Piepoli ¨¦se", hab¨ªa dicho en la salida el ex atleta Javier Moracho, ahora relaciones p¨²blicas de la Vuelta. Algunos directores ped¨ªan una sanci¨®n para Piepoli. "Que le expulsen de la carrera", solicitaba Javier M¨ªnguez, del Vitalicio. Naturalmente, nadie se interes¨® por Fabio Roscioli. Nadie le pidi¨® una entrevista. Roscioli est¨¢ considerado como un pestoso en el pelot¨®n (otro t¨¦rmino del argot, que define a los corredores antip¨¢ticos por su conducta en carrera). Su actitud habr¨¢ contribuido a asentar su fama entre sus colegas.