La investigaci¨®n cient¨ªfica
La regularidad con la que desde hace a?os se publican art¨ªculos sobre la escasez de nuestra investigaci¨®n cient¨ªfica y las dificultades que atraviesan los j¨®venes investigadores hace sospechar que los argumentos esgrimidos no llegan suficientemente a los centros de decisi¨®n del pa¨ªs.Los diferentes autores presuponen la evidente utilidad p¨²blica de la investigaci¨®n. Y utilidad p¨²blica, sin duda, tiene, pero deben preguntarse si perciben nuestros conciudadanos la investigaci¨®n como algo ¨²til para ellos. Utilidad p¨²blica no significa necesariamente percepci¨®n por el p¨²blico de la utilidad; s¨®lo los asuntos percibidos como ¨²tiles por la generalidad van a ser apoyados por los pol¨ªticos en sus campa?as para convertirse en nuestros representantes. Y apoyar asuntos no populares implica desgaste para el Ejecutivo.
?Les parece que prometer aumento de inversi¨®n en investigaci¨®n es hoy en Espa?a un argumento electoral atractivo? Si les parece que no es as¨ª, algo deben hacer para que lo sea. Entre los/las investigadores/as deben estar las mentes m¨¢s ingeniosas y l¨²cidas del pa¨ªs. A ellos y a ellas les corresponde encontrar los argumentos y los medios que puedan hacer ver al votante llano de qu¨¦ diferentes maneras la investigaci¨®n puede mejorar sus vidas, y por ello la necesidad de que sea respaldada. Si tienen ¨¦xito llegar¨¢n a nuestros representantes, y posiblemente se encuentre el apoyo que se pide.-
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