Jaque a A¨ªto, jaque a la Liga
![Robert ?lvarez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fff38f270-e1f5-420b-b28d-2104701943fb.jpg?auth=303544fb943223675b58ca08dcbe961263d0862eee8a1aada708dced91da811b&width=100&height=100&smart=true)
Habr¨¢ que esperar hasta abril en la Euroliga o hasta junio en la Liga ACB para saber si ser¨¢ jaque mate, pero el fichaje de Djordjevic por el Real Madrid es una apuesta decisiva, con todas las de la ley. Abre un debate de la mayor magnitud que concierne a los asuntos capitales del campeonato y los tensa. Era uno de los contados movimientos que pod¨ªan captar todav¨ªa mayor atenci¨®n en un deporte que vuelve a nadar en la abundancia, despu¨¦s del largo periodo de vacas flacas en el que entr¨® a partir del desastre de la selecci¨®n en Barcelona 92, la introducci¨®n del tercer extranjero y la desaparici¨®n de la fant¨¢stica generaci¨®n que gan¨® la medalla de plata en Los ?ngeles en 1984.El Real Madrid ha vuelto a apostar por la figura repudiada por A¨ªto Garc¨ªa Reneses. En su d¨ªa ya lo hizo por Petrovic y Sabonis -no llegaron a vestir de azulgrana porque el t¨¦cnico madrile?o del Bar?a lo desestim¨®-, y el resultado fue desigual. Con Petrovic se tuvo que conformarse el Madrid con una Copa y una Recopa puesto que en la Liga, y pese a que le endos¨® un 5-0 en los partidos menos trascendentales, el Bar?a acab¨® gan¨¢ndole por la mano despu¨¦s de aquella sutil presi¨®n que ejerci¨® A¨ªto sobre los ¨¢rbitros al deslizar que el base croata ten¨ªa "bula". Con Sabonis le fue mejor al Madrid: conquist¨® dos Ligas, una Copa y una Euroliga. Pero, a fin de cuentas, el Bar?a ha cambiado la historia y durante los ¨²ltimos 16 a?os -desde que se instaur¨® la Liga ACB- ha ganado ocho t¨ªtulos, por cinco del Madrid. El fichaje de Djordjevic -en f¨²tbol ser¨ªa comparable al cambio del color azulgrana por el blanco que efectuaron Schuster y Laudrup- atiende a un decidido intento de variar el rumbo de los acontecimientos y devolver al Real Madrid a la senda de unos triunfos que desconoce desde 1993 en la Copa, desde 1994 en la Liga y desde 1995 en la Euroliga, o lo que es igual, desde que lo abandon¨® Sabonis. Pero al mismo tiempo supone un espaldarazo para una secci¨®n, la del baloncesto madridista, dejada de la mano del f¨²tbol de un tiempo a esta parte y que ahora ha recobrado la fuerza que ya se intu¨ªa cuando se nombr¨® como m¨¢ximo responsable a Lorenzo Sanz, hijo. Y en definitiva, el fichaje de la estrella yugoslava es un intento de impactar de una vez por todas en la l¨ªnea de flotaci¨®n del poderoso Bar?a.
A¨ªto descart¨® a Djordjevic de una forma sorprendente si se atiende a la arrolladora forma en que, con su vital concurso, gan¨® la ¨²ltima Copa Korac y la ¨²ltima Liga. Pero, a poco que se profundice en la trayectoria del entrenador madrile?o, se observa que siempre ha sido reacio a echar mano de estrellas que fagocitan tanto el juego y que son contestatarias por naturaleza. Ya acept¨® el fichaje a rega?adientes y porque por entonces -enero de 1997- supon¨ªa la ¨²nica tabla de salvaci¨®n para un Bar?a en crisis. Y le puso fecha de caducidad cuando el yugoslavo, tras perder la final de la Euroliga en abril de ese a?o ante el Olympiakos, se atrevi¨® a poner en tela de juicio la forma en que el entrenador la hab¨ªa preparado. Luego, juntos, ganaron esas dos Ligas y esa Copa Korac, pero la sentencia estaba dictada de antemano.
Contar con Djordjevic, y por si fuera poco con Galilea, dos figuras muy queridas en las gradas del Palau Blaugrana, confiere al Real Madrid un doble poder lacerante para su rival. Pero es a la vez un arma de doble filo. Djordjevic tiene sus virtudes -decide partidos y es un l¨ªder dentro y fuera de la cancha- y sus defectos: las facetas negativas de un liderazgo tan marcado, sus lesiones y sus lagunas defensivas. En el modo en que Scariolo gestione unas y otros estar¨¢ la f¨®rmula que conducir¨¢ al ¨¦xito o al fracaso. Y por supuesto, tambi¨¦n en el equilibrio con el que se dote a la plantilla madridista, ahora sobrada de ca?oneros y tirando a fofa bajo los aros. Todo lo contrario que el Bar?a, que despu¨¦s de haber perdido tambi¨¦n a Xavi Fern¨¢ndez y a Esteller, ha fracasado en su sue?o de fichar al franc¨¦s Riagudeau. Pero en estos casos, en vista de los antecedentes, el astuto A¨ªto siempre suele esconder un as bajo la manga. Por el momento, el ¨®rdago lo ha lanzado el Madrid. Ahora le toca mover ficha al Bar?a.
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