De Ronaldo a Vieri
Definitivamente, el v¨¦rtigo domina el f¨²tbol. La rueda gira con tanta rapidez que apenas sorprende la triste situaci¨®n de Ronaldo, el hombre destinado a suceder a Maradona y ahora mismo atento espectador en la grada de los partidos del Inter. Ronaldo resume muchos de los aspectos sangrantes del f¨²tbol actual, incluido el papel de la prensa, incapaz de poner alguna distancia con una din¨¢mica feroz. Todo tiene fecha de caducidad inmediata. Se vive en un estado salvaje de urgencia, en un territorio donde abunda una grey de p¨ªcaros arribistas que s¨®lo demanda dinero y poder. La buena salud del juego importa mucho menos que la codicia, instalada como una garrapata en los centros de poder.Son tiempos urgentes que terminan por generar iconos ef¨ªmeros. Nadie retrata mejor esta situaci¨®n que Ronaldo y Vieri, las dos estrellas del Inter. Uno corre el riesgo de terminar aplastado por la maquinaria del negocio. Otro aprovecha el negocio para llevar un vida n¨®mada que impide fijarle a una camiseta. ?D¨®nde situaremos en nuestra memoria a Vieri? ?En la Juve, en el Atl¨¦tico, en el Lazio, en el Inter, en el pr¨®ximo equipo que est¨¦ dipuesto a dejarse la hijuela en su fichaje?
Si Vieri representa al futbolista sin patria, a la caza del vellocino de oro, Ronaldo es casi una figura po¨¦tica por su fragilidad para resistir las exigencias que se abaten sobre las grandes estrellas. No hace mucho se le design¨® heredero de Di St¨¦fano, Pel¨¦, Cruyff y Maradona. Ten¨ªa las condiciones, la prematura edad que obligaba a pensar en un largo periodo de hegemon¨ªa y el aparato comercial para convertirle en la primera referencia del deporte mundial.
Di St¨¦fano, Pel¨¦ y Cruyff disfrutaron de su reinado sin demasiados distracciones. Por supuesto, no fueron ajenos al peso de la fama y la riqueza, pero lo que les caracteriz¨® fue su condici¨®n de futbolistas. Maradona anunci¨® otra ¨¦poca: el ingreso en un tiempo donde los intereses econ¨®micas comenzaban a prevalecer sobre los futbol¨ªsticos. En su dolorosa vida, Maradona retrata las temibles tensiones entre el futbolista por naturaleza y el producto de consumo. Sometido a una tragedia que todav¨ªa arrastra, Maradona a¨²n tuvo el coraje para imponer su naturaleza de jugador a las presiones que lo devastaban. No se puede pensar otra cosa de alguien que se situ¨® en el v¨¦rtice del f¨²tbol desde 1976 hasta 1994. El destino actual de Ronaldo, discutido en el Inter y relegado a la suplencia, es revelador de un tiempo implacable. Con 22 a?os, casi aparece como un figura nost¨¢lgica, apremiados como estamos por la necesidad de consumir con avidez, de convertir al f¨²tbol en un fast food. Cada vez resulta m¨¢s dif¨ªcil pensar en Ronaldo como jugador. O al menos del jugador que parec¨ªa. Y cada vez se hace m¨¢s f¨¢cil verle como la lujosa v¨ªctima de una ¨¦poca que desprecia a los mitos. O los destroza, como a Ronaldo, o los despluma de cualquier valor sentimenal, como a Vieri.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.