Dos marroqu¨ªes claman su inocencia

Abderrazak Mounib y Ahmed Tommouhi han solicitado formalmente al Tribunal Supremo que revise tres condenas dictadas contra ellos para demostrar que jam¨¢s cometieron los diversos delitos de robo, detenci¨®n ilegal y violaci¨®n por los que est¨¢n condenados a penas que suman 75 y 105 a?os de prisi¨®n, respectivamente. Ambos est¨¢n encarcelados desde 1991 en la prisi¨®n barcelonesa de Brians y aseguran que desde que se dictaron esas sentencias han aparecido nuevos datos que avalan su inocencia.Por eso, y porque ya existe un precedente anterior, reclaman del Tribunal Supremo que ordene la pr¨¢ctica de diversas diligencias para probar su inocencia. El mismo Tribunal Supremo ya les dio parcialmente la raz¨®n en 1997, cuando les absolvi¨® de sendas penas de 51a?os de c¨¢rcel por violar, robar y secuestrar a una pareja en noviembre de 1991 en la localidad barcelonesa de Olesa de Montserrat. La prueba del ADN, reclamada por sus abogados, logr¨® demostrar su inocencia, pese a la firmeza de la sentencia. Antonio Garc¨ªa Carbonell fue juzgado la semana pasada en la Audiencia de Barcelona y reconoci¨® los hechos por los que hab¨ªan sido condenados los marroqu¨ªes.

Sus abogados aseguran que ese caso es s¨®lo la punta del iceberg, y admiten que en los casos por los que cumplen condena sus clientes no existen restos de ADN por analizar, pero s¨ª una serie de datos o indicios que hacen dudar seriamente de que los dos encarcelados sean culpables. Esos mismos datos son los que llevaron el pasado mes de abril al fiscal jefe de Catalu?a, Jos¨¦ Mar¨ªa Mena, a solicitar del Gobierno el indulto de los dos marroqu¨ªes. "No es lo mismo ser perdonado que ser declarado inocente. Queremos la rapidez de la justicia, pero si eso comporta una mala instrucci¨®n, preferimos la lentitud", asegura Xavier Castellvell, abogado de Mounib.

Uno de esos nuevos datos es que las v¨ªctimas coincidieron en indicar la matr¨ªcula de un Renault 5, utilizado por sus agresores, que segu¨ªa en circulaci¨®n tres semanas despu¨¦s de la detenci¨®n de Mounib y Tommouhi y con el que se cometi¨® un robo. La polic¨ªa mont¨® un dispositivo, pero su ocupante logr¨® huir pese a realizarse varios disparos intimidatorios. Su descripci¨®n coincid¨ªa plenamente con la que relataban las v¨ªctimas. Los abogados recuerdan tambi¨¦n que en una de las causas en las que estuvo implicado Mounib, los peritos, no de parte, afirmaron que ¨¦ste no pod¨ªa realizar un coito si no era con el consentimiento de su pareja debido a la enfermedad que padece en un test¨ªculo.

Tommouhi, adem¨¢s, nunca ha hablado castellano, el idioma en el que, seg¨²n las v¨ªctimas, se expresaban los agresores, que les sorprend¨ªan en los descampados cuando intimaban en los veh¨ªculos. A continuaci¨®n les obligaban a salir a punta de pistola o golpe¨¢ndolos con objetos contundentes, violaban a la chica en presencia de su novio, les robaban y hu¨ªan.

Otro dato que avala el supuesto error judicial, seg¨²n los abogados, es que poco antes de realizarse la rueda de reconocimiento, Tommouhi fue visto esposado en los pasillos de los juzgados de Terrassa por las v¨ªctimas que hab¨ªan sido citadas para realizar esa prueba. Ese detalle fue observado por un agente de la Guardia Civil que ese d¨ªa acudi¨® a los juzgados a realizar unos tr¨¢mites burocr¨¢ticos y a quien la casualidad hizo que a?os despu¨¦s se le encargase la redacci¨®n del informe que sirvi¨® al Tribunal Supremo para revisar el caso y ordenar la prueba del ADN que exculp¨® a los marroqu¨ªes.

Ese mismo agente ha realizado posteriormente por su cuenta, y fuera de su horario laboral, otro informe en el que llega a la conclusi¨®n de que los marroqu¨ªes "podr¨ªan no ser" los autores de las violaciones por las que est¨¢n condenados. Ese es uno de los documentos que los abogados de dos marroqu¨ªes reclaman del Tribunal Supremo que solicite para demostrar la inocencia de sus clientes. Otra de las pruebas solicitadas es que se comparen las fotograf¨ªas de Tommouchi y Garc¨ªa Carbonell porque, cuanto menos, ambos se parecen como un gemelo a otro.

"?sta es una p¨¢gina muy negra de la justicia espa?ola y, tarde o temprano, el Estado deber¨¢ responder de la incompetencia de algunos de sus funcionarios", afirma Jordi Claret, uno de los abogados de Tommouhi.