El laberinto del socialismo valenciano
El PSPV-PSOE reflej¨® en el congreso extraordinario del pasado fin de semana una divisi¨®n larvada desde 1995
La grave divisi¨®n existente en la federaci¨®n valenciana del PSOE, la segunda de Espa?a en n¨²mero de militantes, no es resultado exclusivo del catastr¨®fico congreso celebrado el pasado fin de semana. El c¨®nclave, convocado con la intenci¨®n de cohesionar al partido y cerrar las brechas que separan a las distintas familias del PSPV-PSOE, ha terminado ahondando la crisis y ha provocado, tras un cierre en falso del congreso, un rosario de dimisiones que amenaza con colapsar el funcionamiento de la formaci¨®n en la comunidad.
?Cu¨¢ndo se inicia la crisis?
La crisis del PSOE en la Comunidad Valenciana empez¨® tras las elecciones auton¨®micas y municipales de 1995, que pusieron punto final a 12 a?os de gobierno socialista en la Generalitat. En esos comicios, los socialistas perdieron el control del Ejecutivo auton¨®mico, de las tres diputaciones provinciales y delas alcald¨ªas de las tres capitales de provincia. Los primeros avisos de que el PSPV-PSOE estaba perdiendo base electoral se hab¨ªan registrado ya en los comicios generales de 1993 y en los los europeos de 1994, donde los populares vencieron a los socialistas en la comunidad aut¨®noma.
?Por qu¨¦ la divisi¨®n se ha extendido a todos los rincones de la federaci¨®n?
Los socialistas valencianos se estructuran territorialmente en 24 comarcas. La estructura es consecuencia de la fusi¨®n que uni¨® al PSOE, al PSPV y al Partido Socialista Popular de Enrique Tierno Galv¨¢n en los a?os de la transici¨®n. Cada comarca tiene un secretario comarcal, que se elige en funci¨®n del equilibrio existente entre las ciudades medias -que tienen las agrupaciones m¨¢s numerosas- y los peque?os municipios -con un n¨²mero de militantes mucho m¨¢s reducido-. Cada secretario comarcal act¨²a como una especie de bar¨®n territorial.
?Cu¨¢ntas familias hay en el PSOE valenciano?
Los militantes se dividen en lermistas, ciscaristas, renovadores, asuncionistas y la corriente Izquierda Socialista.
?Qu¨¦ es el lermismo?
El vocablo denomina a los partidarios de Joan Lerma, que ocup¨® el cargo de secretario general del PSPV desde 1979 hasta 1997. Lerma fue presidente de la Generalitat Valenciana desde 1983 a 1995. Tras perder las elecciones fue nombrado ministro de Administraciones P¨²blicas en el ¨²ltimo Gabinete de Felipe Gonz¨¢lez y, posteriormente, elegido senador territorial. En el 34? Congreso del PSOE entr¨® a formar parte de la ejecutiva como secretario federal de Empleo. Bajo su paraguas, Joan Lerma aglutin¨®, gracias a su enorme poder institucional, a toda la federaci¨®n y content¨® las ambiciones de los distintos secretarios comarcales. La p¨¦rdida del poder dividi¨® el PSPV en tribus y mengu¨® el n¨²mero de sus partidarios hasta convertirse en la tercera familia en n¨²mero de delegados en el congreso del pasado fin de semana.
?Qu¨¦ es el ciscarismo?
Es el sector agrupado en torno al actual secretario de Organizaci¨®n del PSOE, Cipri¨¤ Ciscar. Mientras el poder de Lerma mantuvo cohesionada a toda la federaci¨®n, Cipri¨¤ Ciscar mostr¨® tradicionalmente su oposici¨®n al entonces secretario general. Sin embargo, desde su feudo en la comarca de L"Horta Sud, mantuvo su presencia en las ejecutivas de la federaci¨®n y ocup¨® el puesto de consejero de Educaci¨®n y Cultura. En el 33? congreso del PSOE result¨® elegido, con el apoyo del propio Joan Lerma, secretario de Organizaci¨®n. La p¨¦rdida de poder institucional tras las elecciones auton¨®micas de 1995 le permiti¨® ampliar gradualmente el n¨²mero de sus partidarios con fugas procedentes del lermismo, especialmente con adhesiones de la denominada garrofera (el algarrobo).
?Qu¨¦ es la "garrofera"?
Con este nombre se conoce a un nutrido grupo de barones comarcales y locales que abandonaron la vida laboral para dedicarse de lleno a la pol¨ªtica hace m¨¢s de 20 a?os. Desde entonces, la mayor¨ªa de ellos han basculado en busca del referente m¨¢s poderoso de la federaci¨®n y su continuidad en la vida p¨²blica.
?Qui¨¦nes son los renovadores?
Tras el desmembramiento del lermismo, un amplio grupo de barones que hab¨ªa permanecido en la segunda fila de la pol¨ªtica apostaron por el recambio generacional y la apertura del partido a la sociedad. Inicialmente se agruparon en torno a Joan Romero, que desempe?¨® el cargo de consejero de Educaci¨®n en el ¨²ltimo Gobierno de Lerma. Romero, que fue elegido vicesecretario del PSPV en el congreso auton¨®mico de 1994, dimiti¨® pocos meses despu¨¦s por discrepancias sobre el modelo de partido y las medidas necesarias para recuperar apoyo electoral. A su alrededor se aglutinaron inicialmente los partidarios del ex ministro Antoni Asunci¨®n y la corriente Izquierda Socialista. Romero obtuvo la secretar¨ªa general en el congreso del PSPV de 1997, pero dimiti¨® a causa de las divisiones internas. Sus seguidores se aglutinaron posteriormente en torno a la figura de Joan Ignasi Pla, que hab¨ªa sido uno de sus hombres de confianza.
?Qu¨¦ es el asuncionismo?
Son los partidarios del ex ministro del Interior Antoni Asunci¨®n. Este dirigente socialista, que present¨® su dimisi¨®n tras la fuga de Luis Rold¨¢n, se sum¨® a las tesis renovadoras y volvi¨® a la pol¨ªtica activa con el objetivo de rehabilitarse en el seno del PSOE. Asunci¨®n, que contaba con el apoyo de Izquierda Socialista, se enfrent¨® pronto a Romero. En el proceso de primarias para elegir candidato auton¨®mico compitieron ambos y la ex alcaldesa de Valencia Clementina R¨®denas. Asunci¨®n qued¨® segundo. Posteriormente, tras la dimisi¨®n de Romero, fue designado candidato a la Generalitat, aunque perdi¨® frente al popular Eduardo Zaplana.
?Por qu¨¦ fue imposible llegar a un consenso en el congreso del PSPV celebrado el pasado fin de semana?
Las distintas familias han impedido que existiese un espacio neutral que aunase los criterios de la militancia. Las ambiciones de sus l¨ªderes -Pla, Lerma, Asunci¨®n y Ciscar se postularon directa o indirectamente para dirigir la federaci¨®n- llevaron a los delegados a mantener la obediencia a sus respectivas adscripciones para no quedar al descubierto frente a la presi¨®n de sus rivales.
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