PABLO ANTO?ANA ESCRITOR "Escribir es una enfermedad cr¨®nica"
A Pablo Anto?ana (Viana, 1927) se le puede encuadrar a la perfecci¨®n en la galer¨ªa de irreductibles defensores de su independencia personal que jalonan su narrativa. El escritor navarro ha obtenido en su dilatada carrera los premios Acento, S¨¦samo, Ciudad de San Sebasti¨¢n, Navarra, Ciudad de Tudela y fue finalista del Nadal. En 1996, logr¨® el premio Pr¨ªncipe de Viana de la Cultura. Pese a ello, proclama su lejan¨ªa respecto a los c¨ªrculos del poder y la escritura y sigue siendo un intelectual del compromiso ¨¦tico, cuyas reflexiones siempre son inc¨®modas para el pensamiento oficial. Ayer present¨® en Pamplona su ¨²ltimo trabajo, Extra?a visita y otras historias. Pregunta. Def¨ªnase como hombre y como escritor. Respuesta. Soy un hombre de duda, no de verdades contundentes porque no creo en la verdad absoluta. Como dice el refr¨¢n chino, la verdad es como un espejo roto que hay que recomponer. Como escritor, estoy fuera de los circuitos oficiales por no haber conectado con quienes tienen la sart¨¦n por el mango. Mi literatura ha sido poco conocida y aunque despu¨¦s ha sido reconocida en esos c¨ªrculos, no han tenido ning¨²n inter¨¦s en extenderla. P. ?Despu¨¦s de tantos a?os escribiendo, con qu¨¦ impulso se publican nuevos libros? R. Escribir es una enfermedad cr¨®nica. No puede uno dejarlo. Si escribo, sufro, y si no escribo, sufro m¨¢s. El sufrimiento es una palabra manida que yo uso con sinceridad. P. Se le considera un intelectual de compromiso ¨¦tico. ?Qu¨¦ sentido le da a esas palabras? R. Nac¨ª en tiempos en los que pens¨¢bamos que las cosas iban a cambiar y que nosotros deb¨ªamos contribuir a ello. Nos adscribimos al existencialismo y la literatura del compromiso, que no ha pasado de moda porque un escritor debe ser un ser comprometido con los problemas del hombre. Pero los pol¨ªticos que ven¨ªan detr¨¢s dejaron de pensar que deb¨ªa haber cambios y se pasaron al enemigo. Yo no lo hice. Ernesto S¨¢bato dijo que el escritor debe ser un mosquito zaheridor. Los pol¨ªticos han destrozado el humano sue?o del cambio social. Yo sigo teniendo el sue?o humanista y cristiano. P. ?Es Pablo Anto?ana un hombre religioso? R. Para empezar, al Evangelio le han quitado toda esa carga explosiva que tiene para dejarlo en algo que no se reconoce. Soy religioso, no tradicional. Fui educado en los tiempos del nacionalcatolicismo espa?ol, unos principios que entraban con sangre y que han fracasado. Como hombre curioso y de duda veo en el cosmos un misterio indescifrable, pero no me adscribo a religi¨®n alguna porque todas las religiones positivas me parecen sectas. P. Sus personajes y sus historias pertenecen a la calle. ?Hay escritores que pisan la calle y otros que no lo hacen? R. Yo soy un campesino ilustrado que ha cultivado la tierra y siempre he estado en contacto con el pueblo. Y por eso no creo que el pueblo llano sea sano, sino que tambi¨¦n tiene mucha malicia y no es tan ingenuo como la gente lo considera. Me he criado en ¨¦l, no voy a buscarlo. S¨ª existe una literatura de ensimismamiento, en la que hay que buscar el puro estilo, pero hay otra que incorpora el compromiso, y que estimula al lector a reconocerse en lo que lee. ?sa es m¨¢s aut¨¦ntica. P. Un a?o de tregua. ?Qu¨¦ le sugiere? R. Que ha sido un a?o desaprovechado por los pol¨ªticos, que no est¨¢n en la realidad y carecen de voluntad para solucionar este asunto. Estoy convencido de que no quieren arreglar la paz. Muchos se autotitulan dem¨®cratas y yo a¨²n recuerdo sus camisas azules y sus carn¨¦s de Falange. P. ?Alguna vez se ha sentido nacionalista en el sentido de pertenencia a un colectivo peculiar? R. Tengo cierta pasi¨®n ¨¢crata. Los nacionalismos son todos malos y van buscando siempre proteger el dinero. El nacionalismo espa?ol es tan excluyente como el vasco.
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