El hospital militar

En esta ¨¦poca en la que generalmente s¨®lo se hacen cr¨ªticas destructivas, unas veces con raz¨®n y otras sin poder verdadero conocimiento de causa; es para m¨ª una gran satisfacci¨®n poder expresar mi magn¨ªfica experiencia en el hospital G¨®mez Ulla de Madrid.Soy un funcionario del Ministerio de Defensa en situaci¨®n de reserva, que ha tenido "la desgracia" de necesitar una operaci¨®n de hernia discal y la "inmensa suerte" de ser intervenido en el mencionado hospital por el doctor Antonio Bendala, colaborando con ¨¦l la doctora Aurora Molina.

Sobre la profesionalidad t¨¦cnica del doctor Bendala no puedo pronunciarme porque no tengo los conocimientos suficientes; ¨²nicamente puedo decir que los resultados posoperatorios no pueden ser mejores.

Ahora bien, sobre la personalidad, condici¨®n humana y deontol¨®gica m¨¦dica del doctor Bendala s¨®lo puedo decir que hay que ser su paciente para apreciar la inmensa calidad de esa persona.

Me consta por otras personas, pacientes suyos, que antes que a un enfermo est¨¢ tratando con un ser humano. En resumen, para el doctor Bendala sus enfermos son personas, no historiales cl¨ªnicos.

A continuaci¨®n viene todo el personal de esa planta: enfermeras, auxiliares, limpiadoras, celadores, etc¨¦tera. Siempre entran en las habitaciones con una sonrisa y una palabra amable y de ¨¢nimo, adem¨¢s, por supuesto, de una atenci¨®n al enfermo fuera de lo com¨²n. Por todo ello quiero expresar mi mayor agradecimiento a todo el hospital G¨®mez Ulla y felicitar a su director. Como an¨¦cdota, quiero hacer notar a los suspicaces que en la plaquita de la puerta de las habitaciones pone el nombre del enfermo y el n¨²mero de su historial. No existe la graduaci¨®n militar.- I. .