Lourdes Ortiz revisa la figura de Ner¨®n

La versi¨®n oficial cuenta que Ner¨®n (siglo I despu¨¦s de Cristo) se suicid¨® en la treintena y aparece como un hombre cruel y esclavo de todos los vicios. La historiadora Lourdes Ortiz demuestra en su novela La liberta lo contrario: el que se suicid¨® fue su asistente y el emperador huy¨® al sur de Italia con su amante Act¨¦, la cronista de esta nueva historia, que presenta a un hombre mucho m¨¢s complejo y culto, y de una sensibilidad que le llev¨® a ser un incomprendido por todos.

Para contraponer esa figura del emperador romano que tanto ha producido para el cine y la literatura, la escritora Lourdes Ortiz parte de hechos reales y de documentos que T¨¢cito y Suetonio dejaron escritos sobre Ner¨®n, el emperador que decret¨® la primera persecuci¨®n contra los cristianos. Pero a?ade en la novela La Liberta (Editorial Planeta) el testimonio y la mirada de Act¨¦ -una esclava que adquiri¨® la libertad (liberta)-, que fue la primera amante y fiel amiga de Ner¨®n hasta el final de sus d¨ªas en una casa del campo italiano.Y a trav¨¦s de ella muestra el lado humano de un Ner¨®n contradictorio, educado por S¨¦neca, so?ador y caprichoso ("como todos los que ostentan mucho poder", dice Ortiz), que acariciaba la idea de una Roma hermosa y grandiosa a la manera griega. "Era una persona atrabiliaria para aquella Roma basada en la conquista militar. A Ner¨®n no le interesaba aprender las armas, en su lugar le¨ªa poes¨ªa y organiz¨® un ej¨¦rcito (los agustinianos) con los j¨®venes m¨¢s bellos y adiestrados en la m¨²sica y la poes¨ªa. Todo eso les parec¨ªa rid¨ªculo a los que escribieron entonces sobre ¨¦l, y la mayor¨ªa de todos esos cr¨ªmenes que se le atribuyen son simplemente producto de la historia. No conven¨ªa un emperador as¨ª. Es como si Clinton decidiera acabar con todo el poder¨ªo militar", explic¨® Ortiz, finalista del Premio Planeta 1995 con La fuente de la vida.

La liberta, subtitulado Una mirada ins¨®lita sobre Pablo y Ner¨®n, trata tambi¨¦n las relaciones, plagadas de desencuentros, entre Pablo de Tarso (despu¨¦s san Pablo) y Ner¨®n. El emperador, cuyo reinado dur¨® unos 15 a?os, siempre se mostr¨® ir¨®nico y despectivo hacia la nueva religi¨®n mesi¨¢nica. Y Pablo era, seg¨²n Ortiz, un fan¨¢tico de la nueva religi¨®n, obsesionado por romper la tradici¨®n de un mes¨ªas exclusivo para los jud¨ªos.

Ner¨®n concluy¨® sus d¨ªas alejado de sus amigos, acosado y dirigido por los que le rodean, hasta que finalmente es traicionado. "El poder omn¨ªmodo acaba siendo muy peligroso y los que lo ostentan perciben conspiraciones por todas las partes, como le ocurri¨® a Hitler y Stalin", concluye la autora de La liberta, una novela en la que ha invertido cuatro a?os.