Misterios dolorosos

Viene de la p¨¢gina anterior La tragedia de Timor debe despertar, por fin, por su especial odiosidad, la conciencia internacional sobre la imposibilidad de seguir con un sistema plagado de misterios dolorosos (poco misteriosos y demasiado dolorosos). En particular, el clamor generalizado que exige la reforma de las Naciones Unidas debe impulsar su profunda transformaci¨®n, sin limitarse a un mero cambio de dirigentes que vuelvan a ser f¨¢cilmente manipulados por los pa¨ªses poderosos. Ha de llegar hasta sus ra¨ªces f¨ªsicas, buscando -como la antigua Sociedad de Naciones- una base territorial m¨¢s neutral que la p¨¦sima actual, en el territorio de su mayor manipulador -y, por eso mismo, su desde?oso deudor-, Estados Unidos.No se diga que eso es caro. Ya va siendo hora de aprender que lo barato es caro, que el alquiler que est¨¢ pagando ahora por estar ah¨ª es ruinoso. Como, a otra escala relacionada como ¨¦sta, el ahorro que hizo Europa por estar bajo el paraguas at¨®mico de Estados Unidos, explicable en un primer momento tras la II Guerra Mundial, pero mantenido despu¨¦s por la miop¨ªa o cobard¨ªa de tantos pol¨ªticos europeos, ha resultado ser ruinoso en el mismo campo econ¨®mico, para no hablar del pol¨ªtico, cultural, etc¨¦tera.-