Drama
NEGRITASLa clausura del Palacio de Deportes de M¨¢laga ha sido un drama. Uno de esos dramas decimon¨®nicos en los que se mezclan con donaire los personajes reales y las alegor¨ªas. Aqu¨ª, la alcaldesa, Celia Villalobos, ha representado a la Virtud Injustamente Acosada. En el Pleno del viernes, entre furiosa y compungida, recordaba cu¨¢nto se hab¨ªa esforzado para conseguir los millones y sacar el proyecto adelante; y c¨®mo, despu¨¦s de la inauguraci¨®n triunfal, y de poner a la ciudad a la cabeza de la cristiandad en materia de polideportivos, llega Ferrovial y le rompe la ilusi¨®n. Palabras textuales. Obs¨¦rvese que rima y todo: "Los fallos de cimentaci¨®n/ le rompieron la ilusi¨®n". Claro, el Villano Impenitente es Ferrovial, a quien la alcaldesa echa toda, toda, toda la culpa, del pecado original en adelante. Si el argumento del drama se ajustase a los deseos de Villalobos, Ferrovial acabar¨ªa en una l¨®brega mazmorra, arrepinti¨¦ndose de sus errores constructivos, y diciendo entre convulsiones: "No, no, esta situaci¨®n s¨®lo es atribuible al comportamiento imprevisible del suelo". El papel m¨¢s desagradecido de esta historia, entonces, es el que desempe?a este suelo cruel e impredecible, el Mal Oculto como si dij¨¦ramos. Pero le sigue muy de cerca Francisco de la Torre, concejal de Urbanismo, que hizo de Adalid de la Dama en Apuros. Porque tuvo que anunciar p¨²blicamente la cat¨¢strofe y enfrentarse a cientos de preguntas e hip¨®tesis terror¨ªficas ("?Es verdad que en las aguas subterr¨¢neas sobre las que se ha edificado el Palacio crecen algas radiactivas?"). Tambi¨¦n tuvo que plantar cara al Temible Drag¨®n de Dos Cabezas de la oposici¨®n: Rafael Rodr¨ªguez y Francisco Oliva, de IU y PSOE respectivamente, que por una vez estuvieron de acuerdo en casi todo. La ¨²nica diferencia fue que Rodr¨ªguez pidi¨® la dimisi¨®n del se?or De la Torre-Adalid, al que, dijo, profesa un enorme respeto. Lo cort¨¦s no quita lo drag¨®n. Oliva no: Oliva estuvo m¨¢s en la l¨ªnea Mercedes Mil¨¢: "Queremos saber, queremos una comisi¨®n de investigaci¨®n, queremos entrar en el Palacio con los t¨¦cnicos y mirarlo todo, para que no se nos disfrace la verdad con eufemismos". Rodr¨ªguez se movi¨® en un registro m¨¢s florido: "un escalofr¨ªo", declam¨® brazo en alto, "ha recorrido la columna vertebral de toda la sociedad malague?a". Villalobos exigi¨® r¨¢pidamente su derecho al escalofr¨ªo general. Nada de privilegios. Aqu¨ª sufrimos todos, de arriba a abajo. MAR?A HERN?NDEZ MART?
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