La visita domiciliaria de una enfermera mejora la supervivencia y ahorra costes

La visita domiciliaria de una enfermera permite mejorar la supervivencia y calidad de vida de los enfermos de insuficiencia cardiaca cr¨®nica, seg¨²n un estudio realizado por un equipo de cardi¨®logos y m¨¦dicos de familia de Australia. Los resultados de este trabajo, que se publican en la revista The Lancet, demuestran que con una sola visita al domicilio del enfermo se consiguen reducir los ingresos hospitalarios y rebajar casi a la mitad los costes de atenci¨®n a estos pacientes cr¨®nicos.Los investigadores siguieron la evoluci¨®n de 200 enfermos reci¨¦n dados de alta del hospital tras haber sido ingresados a causa de su insuficiencia cardiaca cr¨®nica. Divididos aleatoriamente en dos grupos, la mitad de ellos recibieron en su casa la visita de una enfermera especializada en cardiolog¨ªa.

En su visita, la enfermera examinaba la evoluci¨®n de los pacientes tras el alta, comprobaba si tomaban correctamente la medicaci¨®n, se cercioraba de que reconoc¨ªan los s¨ªntomas de agravamiento de su enfermedad, vigilaba la ingesta de l¨ªquidos y sal, daba los consejos oportunos al paciente y sus familiares y, si era necesario, solicitaba la atenci¨®n de un cardi¨®logo o m¨¦dico de familia.

Al cabo de los seis meses que dur¨® el estudio, Simon Stewart y sus colegas del Hospital Reina Isabel de la Universidad de Adelaida, en Australia del Sur, pudieron comprobar que esta intervenci¨®n domiciliaria "tiene la capacidad de disminuir la tasa de reingresos no programados y los consiguientes costes sanitarios, alargar la supervivencia y el plazo libre de reca¨ªdas, y mejorar la calidad de vida en los pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva cr¨®nica". En este medio a?o se registraron 68 ingresos hospitalarios no programados en el grupo que recibi¨® la visita de la enfermera, mientras que en el grupo control hubo 118, lo que represent¨® un total de 460 d¨ªas de hospitalizaci¨®n frente a 1.173. En el primer grupo murieron fuera del hospital 11 enfermos y en el segundo, dos menos. Finalmente, el gasto sanitario global del grupo de pacientes que recibi¨® la visita de la enfermera fue de unos 50 millones de pesetas, frente a los 95 millones del grupo control.