Violencia anacr¨®nica
LA CR?NICA de Euskadi suena estos d¨ªas especialmente anacr¨®nica: el rebrote de la violencia callejera, la rocambolesca operaci¨®n de Breta?a atribuida a ETA, los discursos excitados de algunos l¨ªderes, resuenan extra?amente en una sociedad que en el ¨²ltimo a?o se ha acostumbrado a que la violencia tenga m¨¢s de pesadilla pasada que de amenaza actual, y que se preocupa de otras cosas. Sin violencia, la gente no tiene la impresi¨®n de que los problemas en nombre de los que se la justific¨® sean tan acuciantes, y eso resulta intolerable para algunas personas dispuestas a hacerse notar como sea.ETA pod¨ªa haber escrito un comunicado, pero hace a?os que acostumbra a expresarse preferentemente por los hechos. El martes, uno de esos historiadores norteamericanos fascinados por la violencia ejercida en nombre de lejanas patrias elevaba esa forma de lenguaje factual a la categor¨ªa de rasgo antropol¨®gico: "El vasco se define por los hechos, no por hablar o escribir", comunicaba a los lectores del diario donde suelen publicarse los comunicados de ETA. Robar ocho toneladas de dinamita es sin duda definirse por los hechos. Significa, como ayer dijo el portavoz del PNV, que ETA hace saber que est¨¢ presente; que no se ha ido.
Es decir, que podr¨ªa volver a actuar. No necesariamente que vaya a hacerlo, pero s¨ª que tiene los medios para ello: una amenaza s¨®lo te¨®rica. ?sa es la hip¨®tesis m¨¢s optimista. La m¨¢s pesimista es que un sector de ETA haya decidido romper y volver a empezar: los milis-milis, en ruptura con los milis a secas.
Aunque esa posibilidad est¨¢ latente desde el primer d¨ªa de la tregua y no puede ser descartada, no hay indicios que la avalen y es poco veros¨ªmil por el momento. Lo m¨¢s probable es que se trate de una iniciativa decidida por los mismos que escriben esos largos comunicados en los que se habla de la construcci¨®n nacional y se invita a la "persecuci¨®n social" de los disidentes, y que declararon en su entrevista por la televisi¨®n vasca de la primavera pasada que la kale borroka era un "m¨¦todo leg¨ªtimo de defensa". El rebrote de esa forma fascista de intimidaci¨®n contra concejales no nacionalistas, profesores no adictos o periodistas contrasta extraordinariamente con la indiferencia creciente de la sociedad vasca hacia los argumentos con que se la justifica. Pero pocas veces el pretexto hab¨ªa sido tan absurdo. Otegi puede ser un fan¨¢tico, pero no parece tonto. ?Puede creerse realmente que a Esteban Esteban Nieto le ha "asesinado el sistema penitenciario"? Ese activista de ETA, condenado a m¨¢s de 3.000 a?os de prisi¨®n como autor de 21 asesinatos, falleci¨® hace unos d¨ªas de c¨¢ncer, cinco meses despu¨¦s de haber sido puesto en libertad por razones humanitarias. Ni el m¨¢s fan¨¢tico puede sostener que se trate de un "crimen de Estado". Si a pesar de ello hacen como que se lo creen es porque no se ven capaces de convencer a la gente s¨®lo con razones; sin que la amenaza sea el argumento decisivo. El lehendakari record¨® ayer que el paraguas ideol¨®gico de EH es decisivo para la continuidad de esa coacci¨®n.
El problema es que, si hay paz, la gente deja de pensar que haya que pagar un precio por ella, y de ah¨ª la incomodidad de los portavoces de EH cuando se les pregunta si creen que la tregua es irreversible. "?se no es el problema, es un falso debate. El verdadero debate es si se van a abordar las causas del conflicto". Son palabras de Otegi en una entrevista televisiva reciente. Sin embargo, si de lo que se trata, como tambi¨¦n dijo Otegi, es de que todas las opciones puedan plantearse en igualdad de condiciones, sin coacciones, ?por qu¨¦ no comienza EH por pedir a ETA que abandone definitivamente el escenario y a los comandos de encapuchados que se desfoguen haciendo deporte como otros j¨®venes de su edad y no quemando, destrozando y atacando a personas pac¨ªficas como acostumbran?
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