La obsesi¨®n de 'Superl¨®pez'
L¨®pez de Arriort¨²a no se rinde y presenta de nuevo su proyecto para construir coches en Amorebieta
Tras sufrir un grav¨ªsimo accidente de tr¨¢fico en enero del a?o pasado, Jos¨¦ Ignacio L¨®pez de Arriort¨²a estuvo 40 d¨ªas sin memoria. Ni un d¨ªa m¨¢s. El ejecutivo vasco sigue aferrado a su obsesi¨®n de construir una planta de autom¨®viles en su pueblo natal, Amorebieta (Vizcaya). Es un hombre y su sue?o. A pesar de la falta de apoyos y de ir contra la corriente del mercado, Superl¨®pez no ceja en su empe?o. Ayer lo volvi¨® a demostrar en la minuciosa presentaci¨®n de su proyecto que hizo a los medios de comunicaci¨®n y a un centenar de proveedores.El gur¨² de la revoluci¨®n en la pol¨ªtica de compras de las compa?¨ªas automovil¨ªsticas lo tiene todo pensado; desde el nombre y la marca de los coches hasta la expansi¨®n internacional a San Salvador de Bah¨ªa (Brasil) y a Asia de su empresa, con la que asegura que comenzar¨¢ "la tercera revoluci¨®n industrial". Y as¨ª lo expuso ayer, en ingl¨¦s, en el parque tecnol¨®gico de Zamudio (Vizcaya), sede de su consultor¨ªa L¨®pez de Arriortua y Asociados, ante un grupo selecto de fabricantes espa?oles y europeos de componentes de automoci¨®n.
La marca de los coches dise?ados por Superl¨®pez, que mostr¨® en fotograf¨ªas, ser¨¢ Loar, sacada de las primeras letras de su apellido, y los cuatro modelos iniciales los ha bautizado con nombres tan poco convencionales como Virgen del Pilar, Virgen de Lourdes, Virgen de Bego?a y Virgen del Carmen, la patrona de su pueblo natal. Su coste se estima entre 1,5 millones y 2,5 millones de pesetas. Los clientes podr¨ªan elegir el n¨²mero de asientos que desean en cada coche, que adquirir¨ªan en exclusiva en centros comerciales: El Corte Ingl¨¦s en Espa?a, Continente en Portugal y la cadena Kaufhof en Alemania.
La planta so?ada por el ingeniero que se disputaron General Motors y Volkswagen se ubicar¨ªa en unos terrenos comprados por la Diputaci¨®n de Vizcaya en Boroa (Amorebieta), supondr¨ªa una inversi¨®n de 89.200 millones de pesetas y emplear¨ªa a 6.000 personas. La empresa de Arriortua (con el 52%), los 52 proveedores que quiere involucrar en el proyecto (20%) y, en menor medida, la Diputaci¨®n de Vizcaya y el Gobierno vasco (otro 20%) aportar¨ªan el dinero para que el proyecto se ponga en marcha. ?Cu¨¢ndo? Superl¨®pez es impaciente y asegur¨® ayer que, si recibe ofertas inmediatas, la planta podr¨ªa empezar a construirse la pr¨®xima semana. Adem¨¢s, se sentar¨ªan en el consejo de administraci¨®n la BBK e Inssec (una selecta inversora creada en torno a Superl¨®pez y en la que participan Juan Abell¨® y Pedro Ballv¨¦, entre otros grandes nombres del mundo financiero), que tendr¨ªan un 4%, respectivamente, del capital.
Pero los perfilados planes expuestos por L¨®pez de Arriort¨²a, con su estilo directo y vehemente, se fueron disolviendo a medida que las horas pasaban. El Corte Ingl¨¦s neg¨® que haya cerrado compromiso alguno para comercializar y realizar el servicio de mantenimiento a los clientes, tal como anunci¨® el ingeniero. El Gobierno vasco dijo desconocer el proyecto y la Diputaci¨®n de Vizcaya, propietaria de los terrenos donde quiere materializar su sue?o Superl¨®pez, desminti¨® que est¨¦ asegurada su participaci¨®n, al igual que la BBK.
"Esta instituci¨®n no tiene ninguna petici¨®n formal para participar como socio de dicha planta ni tampoco ninguna reserva de suelo para este fin en el pol¨ªgono Boroa", asegur¨® en un comunicado el Departamento de Presidencia de la Diputaci¨®n vizca¨ªna.
El ingeniero vasco, al que que se rifaban los gigantes automovil¨ªsticos y que dio lugar a una de las m¨¢s encarnizadas guerras entre compa?¨ªas que se recuerdan, est¨¢ tan aferrado a su ilusi¨®n que puede verse cegado por ella. Y, seg¨²n fuentes de su entorno, las secuelas del grave traumatismo craneoencef¨¢lico que sufri¨® hace a?o y medio no le han ayudado.
Tras el suceso, que le dej¨® 40 d¨ªas fuera de combate, no ha rebajado sus interminables jornadas de trabajo, se ha rodeado de un joven equipo de ingenieros y sigue con su proyecto. Ni siquiera lo abandon¨® cuando en octubre del a?o pasado present¨®, perfilado al mil¨ªmetro, un proyecto para dar salida a la f¨¢brica que Renault dej¨® en Set¨²bal y que finalmente se qued¨® en el papel. Ayer segur¨® que esta vez s¨®lo desistir¨¢ en su empe?o si no consigue suficientes ofertas de los 52 fabricantes de m¨®dulos que necesita para ensamblar sus coches, siguiendo el revolucionario m¨¦todo de producci¨®n que ha dise?ado. ?l es Superl¨®pez, y ¨¦ste sigue siendo su sue?o.
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