Fraga y Pinochet
Sin ser santo de mi devoci¨®n, me admiraba de Fraga su incre¨ªble energ¨ªa. Era capaz de dar un mitin por la ma?ana en Galicia, verlo por la tarde en Madrid inaugurando algo y por la noche en la presentaci¨®n de un libro como si clones tuviera. ?Qu¨¦ vitalidad! Pero cualquier cosa que me agradara de ¨¦l, el otro d¨ªa qued¨® muerta: Fraga afirma que Pinochet trajo la estabilidad a Chile. ?D¨ªgaselo a los padres, a los hermanos, a los familiares de los desaparecidos! ?D¨ªgaselo a los que durante meses sufrieron picana, a las que violaron, a los que sobrevivieron pero no volver¨¢n a dormir si tener pesadillas! Hace unos d¨ªas, un hombre nos pon¨ªa los pelos de punta con su testimonio en un programa de radio. "Lo peor no era la electricidad", dec¨ªa, "sino la cinta con la voz de mi mujer, en la que dec¨ªan que iban a tir¨¢rsela entre todos". Todo eso y mucho m¨¢s es el Pinochet a quien Fraga parece admirar tanto.- . .
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