126 esposas e hijas de pescadores de la comunidad de El Palmar se inscriben para poder faenar en L"Albufera

Cerca de 200 esposas e hijas de los socios de la Comunidad de Pescadores de El Palmar se unieron en septiembre en la Asociaci¨® de Dones Independents para respaldar a sus padres y maridos, y para oponerse a las amas de casa Tyrius, que reivindicaban su derecho a pescar en L"Albufera. Pero ayer, cuando su asociaci¨®n apenas ha cumplido un mes de vida, la mayor¨ªa de las esposas e hijas de pescadores (126) se inscribieron para poder practicar la pesca ambulante en el lago. Mientras entregaban en el registro de entrada de la alcald¨ªa ped¨¢nea sus formularios de inscripici¨®n intentaban justificar este cambio de postura tan marcado: "En principio no ten¨ªamos en mente apuntarnos, pero la alcaldesa [de Valencia, Rita Barber¨¢] nos ha hecho cambiar de actitud al organizar esa farsa de sorteo", remarc¨® su portavoz, Mari Carmen Chard¨ª, de 21 a?os, estudiante de Empresariales e hija de pescador. "Nos inscribimos para demostrar que estamos unidos y somos mayor¨ªa". Eso s¨ª, la mayor¨ªa son estudiantes o tienen otras ocupaciones que les impedir¨¢n ir a faenar este invierno. Chard¨ª admiti¨® que se han apuntado "de forma simb¨®lica para apoyar a la comunidad". Sin embargo, no muestran tanto empe?o en reclamar su ingreso en la comunidad. En total, en este plazo extraordinario que expir¨® ayer se han inscrito 369 socios y familiares de la comunidad: 126 mujeres y 243 hombres. M¨¢s del doble de los 163 simpatizantes de las amas de casa Tyrius (45 mujeres y 118 hombres) que se apuntaron en el primer plazo y se repartieron los 90 puestos de pesca fijos. Entre los dos plazos se han inscrito 532 vecinos, dos tercios del censo de la isla. "Demasiado pescador para tan pocas llises", ironizaba ayer un vecino, preocupado por la contaminaci¨®n y la escasez de pesca del lago. Aunque pasado ma?ana se inicia la temporada de pesca, habr¨¢ que esperar unos d¨ªas o unas semanas m¨¢s para ver a una mujer echar las redes. Tanto las socias de Tyrius como las esposas e hijas de pescadores dan largas cuando se les pregunta cu¨¢ndo estar¨¢n preparadas para faenar. De momento, se siguen profesando una enemistad mutua que va en aumento. La ¨²ltima entrega de este enfrentamiento la protagoniz¨® el presidente de la comunidad, Josep Caballer, que acus¨® a una simpatizante de Tyrius de propinarle una bofetada el pasado jueves en la alcald¨ªa ped¨¢nea.