Jugar en campo propio

Jordi Pujol jug¨® anoche en campo propio y con reglamento a medida. Los m¨¢s de 90 minutos que dur¨® el debate en TV-3, el canal auton¨®mico catal¨¢n, entre los candidatos a la presidencia de la Generalitat de los siete partidos con representaci¨®n en el Parlament de Catalunya fueron un monumento al tedio.Y Hab¨ªa ingredientes para el buen juego, incluso para la goleada, pero todo qued¨® en una noche para olvidar. El reglamento casero impuesto por la direcci¨®n de la televisi¨®n auton¨®mica ech¨® un primer jarro de agua fr¨ªa. TV-3 hizo saber que los tres ejes del debate iban a ser: aumento del techo de autogobierno, pacto fiscal y Estado de bienestar. Exactamente los mismos temas que los puntos program¨¢ticos de los que CiU hace bandera en estas elecciones auton¨®micas. Pero nadie rechist¨®. La oposici¨®n, tan acostumbrada a ir a remolque de las propuestas de CiU durante 20 a?os como sorprendida por contar con un debate pol¨ªtico en un plat¨® de TV-3, opt¨® una vez m¨¢s por aceptar las reglas del juego. As¨ª que el debate, que deb¨ªa ser un fresco y burbujeante cava que incitara al electorado a acercarse a las urnas, no pas¨® de ser un tinto cabez¨®n. La utilizaci¨®n de t¨¦rminos tan familiares en pol¨ªtica como escasamente cotidianos -federalismo asim¨¦trico, el pacto fiscal, y encaje de Catalu?a- tampoco contribuir¨¢ a situar el debate entre los programas de mayor audiencia.

Para redondear la noche, el r¨ªgido reparto del tiempo se encarg¨® de torpedear los escasos destellos de brillantez dial¨¦ctica. Los candidatos contaron con dos minutos cada uno para exponer su programa; un minuto para replicar y nada para la improvisaci¨®n. As¨ª que los delanteros de la oposici¨®n, que esperaban un despiste de la defensa local para llegar con peligro a porter¨ªa, pasaron la noche en continuo fuera de juego. Y Pujol, sentado los 90 minutos en la porter¨ªa. La divisi¨®n a la izquierda del PSC favorec¨ªa la tranquilidad del candidato a la reelecci¨®n, que vio complacido c¨®mo tres partidos -Iniciativa per Catalunya, Esquerra Unida i Alternativa y Els Verds- debat¨ªan entre ellos y llevaban el juego hacia el bander¨ªn de c¨®rner de la propia porter¨ªa.

El gui¨®n se pod¨ªa haber escrito con antelaci¨®n. Pujol quiso mantener su discurso nacionalista moderado para distanciarse del PP y Esquerra Republicana. Pasqual Maragall se present¨® como la sucesi¨®n natural de Pujol, sin traumas y con fidelidad respecto a Espa?a. Y Rafael Rib¨®, de Iniciativa per Catalunya, fue el candidato m¨¢s agresivo con Pujol.

Nadie se acost¨® con la idea de haber visto un debate en el que se confrontasen programas o ideas. El cara a cara entre Pujol y Maragall no se ver¨¢ en estas elecciones, a menos que los sondeos aprieten. Ostentar el poder aconseja arriesgar poco, aunque los electores se pierdan un buen espect¨¢culo.