El Bar?a hizo caja en Valladolid

VALLADOLID 0 BARCELONA 2El Barcelona est¨¢ en la fase A en lo que a la Liga respecta. Es un equipo programado, consciente de que gana las Ligas en la segunda vuelta, as¨ª que ahora act¨²a con otra velocidad. Es un Barcelona moderado, a veces funcionarial, en ocasiones prepotente, un equipazo en tono menor que se dispone al suma y sigue. En Valladolid hizo caja sin demasiado esfuerzo: se llev¨® los tres puntos en un partido ciertamente higi¨¦nico, sin apuntar m¨¢s brillantez que algunos detalles de Rivaldo y tres cosas de Kluivert. El Barcelona hizo un trabajo aseado. De nada le sirvi¨® al Valladolid querer imitar al Arsenal.Por una raz¨®n o por otra, el partido naci¨® con tendencia a la geometr¨ªa. A falta de otros valores, result¨® m¨¢s est¨¢tico que din¨¢mico, salvo en el tramo final cuando el Valladolid baj¨® la guardia y dej¨® terreno a la inspiraci¨®n de Rivaldo, que busc¨® un gol de sal¨®n con el marcador ya resuelto. Al Valladolid le falt¨® alguna idea m¨¢s que la de intentar parecerse al Arsenal, que es el argumento que esta semana se ha puesto de moda cuando de detener el juego del Barcelona se trata. Imitar al Arsenal debe significar, a lo que parece, intensificar la presi¨®n sobre el medio campo azulgrana, adelantar la defensa, concentrarse en la recuperaci¨®n de bal¨®n y..., ah¨ª est¨¢ el problema, ?qu¨¦ hacer despu¨¦s de todo eso? Convertido el Valladolid en un suced¨¢neo del Arsenal, no dej¨® maniobrar al Barcelona durante la primera parte. Pero de todo su trabajo no obtuvo renta apreciable: llegado el descanso, hab¨ªa encajado un gol sin haber disfrutado su rival de m¨¢s oportunidades de lo razonable.

En esa tendencia a posicionarse, el Barcelona tiene ventaja: posicionado est¨¢ desde hace mucho tiempo. Tanto que abusa de ello. Tanto que lo mismo parece dar si juega Luis Enrique o si lo hace Litmanen, si Ronald de Boer sustituye a Reiziger, si hoy toca Kluivert en lugar de Dani, si las rotaciones determinan un equipo distinto cada partido, o si en la misma noche, Ronald de Boer puede hacer dos funciones, lateral en el primer tiempo y extremo derecho en el segundo. Tan seguro se siente el Barcelona de lo que hace, que no necesit¨® llevar las cosas a un extremo.

Ese fracaso permiti¨® una segunda parte m¨¢s activa, que se inclin¨® del lado azulgrana. El Valladolid se dej¨® de imitaciones, pero era demasiado tarde: a Van Gaal le bast¨® un retoque, sentar a Simao y dejar ese lado a Ronald de Boer para tomar el control del partido. El bal¨®n empez¨® a ir de lado a lado y C¨¦sar comenz¨® a tener trabajo.

Lleg¨® el gol de Rivaldo, que fue recibido como un hecho inevitable. El resultado ya no estaba en entredicho, la expulsi¨®n de Bogarde no fue recibida como una contrariedad en las filas de Van Gaal, el estadio se rindi¨® a la evidencia: no necesit¨® el Bar?a de un gran partido para llevarse la victoria, no tuvo que emplearse a fondo en la recuperaci¨®n del bal¨®n, pudo incluso vivir con Simao aburrido en la banda derecha. El Bar?a act¨²a con conocimiento de causa, seguro de las experiencias que ha vivido en los ¨²ltimos a?os, excesivamente confiado, fr¨ªo incluso, ap¨¢tico en apariencia. Es el Bar?a en la fase A. No es todav¨ªa un equipo entregado a esta Liga. Los jugadores rotan y esperan las convocatorias de Van Gaal. Conocen el sistema y se aplican a ello. Y suman puntos sin gran entusiasmo. La fase B llegar¨¢ m¨¢s tarde. Ayer hicieron caja: tres puntos. Es lo que parece importar de momento.