Los inmigrantes deber¨¢n empadronarse para tener derecho a la asistencia sanitaria gratuita

La ponencia del Congreso que debate la nueva ley de Extranjer¨ªa ha acordado incluir la inscripci¨®n en el padr¨®n municipal como requisito para que los extranjeros accedan a la asistencia sanitaria "en las mismas condiciones que los espa?oles". El pleno del Congreso aprob¨® el pasado d¨ªa 21 dos proposiciones que extend¨ªan a los extranjeros que se hallen en Espa?a el derecho a la atenci¨®n m¨¦dica, sin especificar c¨®mo se acreditar¨ªa dicha residencia. Con la remisi¨®n al padr¨®n municipal se quiere evitar el turismo sanitario: la llegada de inmigrantes con el objetivo de obtener asistencia m¨¦dica gratuita.

Seg¨²n fuentes de la ponencia, la inscripci¨®n en el padr¨®n municipal no deber¨ªa ser obst¨¢culo para que los extranjeros que se encuentren en Espa?a en situaci¨®n de ilegalidad disfruten de asistencia sanitaria, pues para empadronarse s¨®lo se requiere tener un documento identificativo, como el pasaporte, y poder acreditar un domicilio, mediante contrato de alquiler o recibo a nombre del inmigrante o de la persona que le da alojamiento. Se trata, agregan las mismas fuentes, de garantizar la asistencia m¨¦dica a todos los extranjeros que residen en Espa?a, de forma legal o ilegal, sin abrir la puerta a la llegada de inmigrantes con el ¨²nico objetivo de beneficiarse de estas ventajas.En todo caso, estar empadronado no ser¨¢ necesario para tener derecho a asistencia m¨¦dica de urgencia, en caso de enfermedad grave o accidente, "hasta la situaci¨®n de alta m¨¦dica", y tampoco para recibirla "durante el embarazo, parto y posparto".

La ponencia del Congreso ha aprobado ya 42 art¨ªculos, m¨¢s de la mitad del proyecto, con numerosas modificaciones sobre el borrador difundido el pasado verano. Aunque falta por debatir el cap¨ªtulo sobre sanciones, uno de los m¨¢s delicados, la ponencia deber¨ªa concluir su dictamen durante la reuni¨®n que celebrar¨¢ el jueves, para que sea posible aprobar la ley en esta misma legislatura.

Los plazos son muy ajustados, pues el texto deber¨ªa estar de vuelta del Senado antes de que acabe diciembre, y tanto los grupos que impulsan la reforma -a partir de sendas proposiciones de CiU, IU y el Grupo Mixto- como los colectivos sociales vinculados a la inmigraci¨®n temen que, si no se logra aprobar ahora la ley, su entrada en vigor se demore al menos un a?o.

El proyecto supone un cambio radical respecto a la ley vigente, de 1985. Cambia el propio concepto de extranjero, del que excluye a los ciudadanos y a los residentes permanentes en estados de la Uni¨®n Europea. Pero cambia, sobre todo, la filosof¨ªa.

La ley de 1985 s¨®lo reconoc¨ªa como titulares de derechos a los inmigrantes legales, ignorando a los ilegales, y aun as¨ª con limitaciones sujetas a decisiones administrativas. Ahora se reconoce a los inmigrantes los mismos derechos, y en las mismas condiciones que a los espa?oles, aunque se exige el requisito del empadronamiento, por ejemplo, para acceder a la asistencia sanitaria y a las ayudas a la vivienda.

Una de las principales novedades, ya aprobada por la ponencia, es el establecimiento de un mecanismo de regularizaci¨®n permanente de inmigrantes, que permitir¨¢ acceder al permiso de residencia temporal a quienes acrediten una estancia ininterrumpida de dos a?os en Espa?a, est¨¦n empadronados y cuenten con medios de subsistencia. A partir de cinco a?os de residencia temporal, el permiso ser¨¢ permanente.