Las partituras de Pujol XAVIER BRU DE SALA
No podr¨ªa negarse que Pujol est¨¢ metido en la campa?a hasta los codos. Su alto ¨ªndice de actividad se encuentra magnificado tanto por su especial repercusi¨®n medi¨¢tica como porque a?ade los actos institucionales, de claro signo electoral, a los de campa?a, con lo que consigue una doble presencia. Por si fuera poco, se le ve animoso, desenfadado, seguro de su instrumento. L¨¢stima que la recia partitura personal con la que anta?o ganara de calle se le haya desmenuzado en tantas particellas como departamentos tiene el Gobierno que preside.Empez¨® la campa?a tocando ante los jubilados, a los que acababa de subir la pensi¨®n, la melod¨ªa compuesta por su consejero de Bienestar Social. Luego recogi¨® la composici¨®n de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica sobre las multinacionales y el doblaje, y la interpret¨® al pie de la letra. Anteayer, de la mano de Pere Macias, dio un recital de futuras infraestructuras que inclu¨ªa un corto primer tramo de metro circular por el poblad¨ªsimo cintur¨®n barcelon¨¦s, que llegar¨¢, cant¨®, "hasta L"Hospitalet, ?o hasta Cornell¨¤, Macias?", y se interrumpi¨® ante el temor de haber soltado un gallo. "La ha dicho muy bien, president", le tranquiliz¨® prestamente el consejero. (Y de lo contrario, se cambia y en paz). Pujol, que cinco a?os atr¨¢s controlaba hasta el sello de las cartas oficiales, sigue interpretando con presteza pero ha perdido capacidad en el m¨¢s complejo arte de la composici¨®n. Se le nota porque sus ayudantes s¨®lo aciertan, cada cual por su lado, a componer melod¨ªas para el instrumento en el que se han especializado. Se nota tambi¨¦n en la pobreza arm¨®nica de sus nuevas composiciones. La ¨²ltima consisti¨® en proclamar que tiene colocados a sus hijos, a?adiendo la coda de que su se?ora esposa se gana la vida, de lo cual se deduce, al pie del pentagrama que, cuando pide, pide por Catalu?a.
Y cuando pide votos en cantidad, lo hace para no quedar maniatado por el PP. Esto s¨ª es un mensaje, pero para componerlo no hace falta llamarse Pujol. El caso es que, si en la legislatura que concluye, al bloque CiU-PP le sobraban ocho diputados, en la pr¨®xima pueden quedarse, seg¨²n los ¨²ltimos sondeos, a uno por delante o por detr¨¢s de los 68 requeridos para una mayor¨ªa estable. En caso de quedarse, sumando los dos, entre esa mayor¨ªa pelada y 70, la partitura hist¨®rica de Pujol concluir¨ªa con un final muy desafinado. Poco se iban a extra?ar en el futuro sus bi¨®grafos, ya que es constante de la vida de Pujol acabar mal lo que magn¨ªficamente empezara.
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