El idilio de dos cinematograf¨ªas

Las excelencias del cine franc¨¦s y el bombazo de sus actrices m¨¢s j¨®venes han puesto el toque estelar a la visita de Estado que ha realizado a Espa?a el presidente de Francia, Jacques Chirac. Coincidiendo con el viaje, una potente delegaci¨®n de la cinematograf¨ªa francesa, encabezada por su peso pesado, Daniel Toscan du Plantier, presidente de Unifrance, ha presentado en Madrid una muestra con lo mejor y m¨¢s novedoso de las pel¨ªculas que se estrenar¨¢n pr¨®ximamente en nuestro pa¨ªs."Espa?a se ha convertido en el mejor socio del cine franc¨¦s, y no me refiero ¨²nicamente al sentido comercial, sino a que compartimos unos mismos planteamientos y sentimientos", explic¨® Toscan du Plantier, un productor y "loco", como ¨¦l mismo se defini¨®, durante una reuni¨®n con un grupo de periodistas la noche del lunes. En su opini¨®n, son las televisiones, y m¨¢s concretamente las cadenas de pago, las que definen de manera m¨¢s clara ese idilio entre las dos cinematograf¨ªas m¨¢s potentes del panorama europeo. "Espa?a y Francia son los ¨²nicos pa¨ªses europeos en los que las televisiones tienen establecido por ley la obligaci¨®n de invertir en proyectos cinematogr¨¢ficos", se?al¨® el presidente de Unifrance, una instituci¨®n privada que recibe dinero p¨²blico y que re¨²ne a todos los gremios del cine franc¨¦s.

Toscan du Plantier no tuvo ning¨²n reparo en hablar pronto y claro de la "defunci¨®n" de la cinematograf¨ªa alemana, del "tan anunciado y nunca logrado renacimiento del cine italiano" y de la integraci¨®n de los brit¨¢nicos en el imperialismo norteamericano. Todo ello para llegar a una conclusi¨®n: "La inversi¨®n de las televisiones es la condici¨®n vital para el cine". Y ah¨ª radica la gran diferencia con el cine de Hollywood, se?al¨® Toscan du Plantier, para quien, mientras el sistema americano se asienta en el mercado financiero, el cine europeo s¨®lo puede funcionar con el apoyo de las televisiones, y m¨¢s concretamente de las cadenas de pago, "que invierten m¨¢s en productos cinematogr¨¢ficos nacionales y no persiguen s¨®lo los super¨¦xitos de audiencia americanos".

En este sentido, el directivo destac¨® que hace 14 a?os, cuando en su pa¨ªs naci¨® Canal +, muchos pensaron que provocar¨ªa la muerte del cine. Todo lo contrario: este canal de pago, que participa de manera directa o indirecta en 180 pel¨ªculas al a?o, "fue la tabla de salvaci¨®n del cine franc¨¦s".

El esplendor de la cinematograf¨ªa de Francia, fuera y dentro de sus fronteras, est¨¢ fuera de duda. Francia es el ¨²nico pa¨ªs europeo que sabe plantar cara, con cifras en la mano, al imperialismo de Hollywood. Mientras en Europa la cuota de mercado del cine americano se sit¨²a en el 75%, en Francia han logrado reducirla al 50%. Y de este porcentaje, entre un 30% y un 35% corresponde a su propia cinematograf¨ªa, algo ins¨®lito en el resto de pa¨ªses de Europa -en Espa?a se llega apenas al 12%-. Adem¨¢s, al pa¨ªs vecino no le duelen prendas en lograr el retraso del estreno del ¨²ltimo gran ¨¦xito del cine americano, la cuarta entrega de La guerra de las galaxias, para poco antes de las navidades, y as¨ª s¨®lo contabilizar un mes en la lista de la cuota de mercado para el a?o que acaba. Todo esto viene por el susto que les provoc¨® el a?o pasado el estreno de Titanic, el filme de James Cameron que bati¨® r¨¦cords de audiencia y que rebaj¨® en un 5% la sagrada cuota del cine franc¨¦s en su pa¨ªs. "Lo de Titanic ocurre una vez en la vida", suspir¨® Toscan du Plantier al recordarlo. Una y no m¨¢s, se han debido de decir en el seno de Unifrance, un organismo que pasea la pasi¨®n por su cine por el mundo entero.

Con sedes fijas en Nueva York y Tokio y una tupida red de apoyo en las embajadas de todo el mundo, Unifrance es la envidia del resto de los europeos. Esta instituci¨®n, que preside Toscan du Plantier desde hace 12 a?os, cuenta con el apoyo de patrocinadores y un presupuesto fijo de 60 millones de francos anuales (m¨¢s de 1.500 millones de pesetas) este a?o, que elaboran ellos mismos y solicitan al ministro de Cultura de turno. "Lo importante es que los distintos gobiernos de Francia, ya sean de derechas o de izquierdas, han defendido y defienden el cine como s¨ªmbolo de la identidad cultural. Todos los ministros de Cultura han tenido la misma actitud, que no ha sido otra que la de intervenir y no dejar al cine en manos de las leyes del mercado, que son la ley del m¨¢s fuerte. La libertad comercial en el cine supone la total hegemon¨ªa de Hollywood, y ante eso hay que protegerse. La ¨²nica excepci¨®n a la protecci¨®n es la cultural".