Goethe, la injusticia y el desorden

Tambi¨¦n con Goethe peca Javier Mar¨ªas de frivolidad filol¨®gica. En EL PA?S del 22 de septiembre impugna con raz¨®n la versi¨®n al uso de la sentencia del poeta alem¨¢n acerca de la injusticia y el desorden, pero la correcci¨®n que presenta es a su vez una falsificaci¨®n. La cita aut¨¦ntica reza en alem¨¢n as¨ª: "Es liegt nun einmal in meiner Natur, ich will lieber eine Ungerechtigkeit begehen als Unordnung ertragen". Traducci¨®n castellana: "Es que es mi manera de ser, prefiero cometer una injusticia antes que soportar el desorden". El resto de lo que Mar¨ªas pone en boca o pluma de Goethe ("porque el desorden es fuente...") es un a?adido absolutamente ajeno al texto. El "Es liegt nun einmal..." es una pasaje del diario de Goethe sobre el asedio y la reconquista de la ciudad de Maguncia en el a?o 1793. Maguncia hab¨ªa sido ocupada por los revolucionarios franceses y se ve¨ªa sitiada por los ej¨¦rcitos de la Primera Coalici¨®n. Goethe hab¨ªa acudido all¨ª en calidad de amigo y ministro del duque de Weimar, uno de los miembros de aquella alianza antifrancesa. Al final, como se sabe, triunfan los contras, y los invasores franceses y sus colaboradores son expulsados. Goethe describe en su diario la retirada de esos jacobinos ante una poblaci¨®n ¨¢vida de venganza, y "Es liegt nun einmal..." esPasa a la p¨¢gina siguiente

Viene de la p¨¢gina anterior

lo que contesta a un amigo que le reprocha el haber salvado la vida del supuesto saqueador e incendiario de la catedral de Maguncia, a quien unas gentes estaban por linchar. La injusticia que comete Goethe es la de impedir un linchamiento en su opini¨®n justificado (Goethe no sinti¨® de por vida m¨¢s que horror y desprecio por la Revoluci¨®n Francesa) para no contravenir el mandado oficial que garantiza una retirada pac¨ªfica de los vencidos. Detalle curioso: al contener a la turba, Goethe les dice que si quieren hacer justicia por su mano lo hagan en otro sitio y no ante el cuartel del duque de Weimar, lugar que a toda costa hab¨ªa que mantener limpio y despejado. En contra, pues, de lo que quiere creer Mar¨ªas, la cita es una sutil o c¨ªnica afirmaci¨®n de la supremac¨ªa del orden establecido, y es a todas luces una profesi¨®n de fe, una de las tantas que pueden aducirse para demostrar la impronta ultraconservadora o reaccionaria del autor del Fausto. Seguro que Mar¨ªas tiene raz¨®n al descalificar a los que pretenden hacer de Goethe "una bestia parda" (?ser¨¢n tantos?), pero para defenderlo tendr¨¢ que buscarse otras citas, que las hay bastantes. Y ojal¨¢ que cuando lo haga no se sirva de segundas manos ni de lecturas superficiales, y nos ahorre as¨ª a quienes lo admiramos como novelista el bochorno de sus remiendos y el fastidio de nuestras enmiendas.- .