"La pasi¨®n nunca madura: es impermeable al conocimiento"
Rosa Montero habla, supers¨®nicamente, de lo que escribe. En concreto de lo que escribi¨® para El Pa¨ªs Semanal y que se edita ahora como libro por Aguilar: Pasiones. En esta colecci¨®n de "ensayos biogr¨¢ficos", la autora de Amado amo documenta con rigor 18 historias de amores malditos, desesperados, destructivos o luminosos. Sus protagonistas son parte de la mitolog¨ªa occidental de las emociones: Rimbaud y Verlaine, Oscar Wilde y Alfred Douglas, Marco Antonio y Cleopatra, John Lennon y Yoko Ono o Evita y Per¨®n.Pregunta. Dice que en la pasi¨®n regalamos al otro nuestra inteligencia.
Respuesta. La pasi¨®n es uno de los grandes temas y enigmas de la vida. No deja de extra?arnos, a medida que crecemos, c¨®mo uno mismo puede repetir la misma estupidez. La pasi¨®n te vuelve idiota. Afortunados si se queda ah¨ª, porque nos puede envilecer y enloquecer.
P. Cu¨¢l de las pasiones que narra le parece m¨¢s terrible.
R. La de Rimbaud y Verlaine, que se destrozaron por ese deseo autodestructivo del hombre que, como dec¨ªa Oscar Wilde, mata lo que ama. Wilde, por ejemplo, era un hombre inocente, que cay¨® en las manos del perverso de Douglas, dentro de una sociedad homof¨®bica. Una pasi¨®n muy positiva fue la de Stevenson y Fanny, su mujer.
P. Diferencie pasi¨®n escrita y vivida.
R. Leer o escribir apasionadamente, son actos de vida tan de calidad como cualquier otro. Pero los vitalistas aspiramos a vivir de muchas maneras.
P. ?Escribir de la pasi¨®n ajena ayuda a defenderse de ella?
R. La pasi¨®n en s¨ª no madura, aunque t¨² lo hagas: es impermeable al conocimiento. Te das cuenta que la pasi¨®n es un invento, producto de tu imaginaci¨®n. Pero aunque conozcas sus mecanismos, si vuelves a caer en la pasi¨®n, volver¨¢s a caer en sus trampas. Volver¨¢s a verte maldiciendo, mientras esperas que suene un tel¨¦fono.
P. ?Sabe por qu¨¦ nos arrebatamos?
R. El psicoan¨¢lisis dir¨ªa que las personas m¨¢s apasionadas ser¨ªan las que han resuelto peor un complejo de Edipo o Electra. Yo creo que la pasi¨®n es una pulsi¨®n de trascendencia de la propia soledad frente a la muerte. La pasi¨®n es siempre fusional, te saca de t¨ª mismo para fundirte en lo amado. Ah¨ª la muerte no nos toca. En las sociedades m¨¢s individualistas esa necesidad de trascender es mayor y aumenta la pasi¨®n.
P. Cada vez hay m¨¢s gente incapacitada para amar si no es desde el arrebato.
R. Y a m¨ª, que soy muy apasionada, me ha costado reconocerlo. Porque el amor parte de conocer al otro y eso es la ant¨ªtesis de la pasi¨®n. Hay muchos drogadictos, hombres y mujeres, de la pasi¨®n. Con los a?os he aprendido que puedes aprender a amar de otro modo: un amor m¨¢s dif¨ªcil, que yo llamo "amor heroico". Y que procura una emoci¨®n tan intensa como la pasional, s¨®lo que distinta y mucho m¨¢s profunda.
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