Por esa boquita
NEGRITASSilencio en la suave noche sevillana. De repente, se desencadena la tormenta. Truena y truena. Cuando ¨¦ramos peque?os, corr¨ªamos a guardar debajo de la cama la caja de los gusanos de seda, para que no se atronaran, dec¨ªan. La pasada tormenta, sin embargo, servidora se acord¨® de Luis Miguel, pobre, que le est¨¢ cayendo en la calle un chaparr¨®n de tres pares de isobaras cruzadas. Se moja el cantante mexicano abajo en la fachada de la panader¨ªa, se empapa hasta los huesos en la valla publicitaria y en los cartelones que cuelgan de la avenida. Se moj¨® el rey del bolero por todo Sevilla y eso que todav¨ªa no hab¨ªa llegado a la ciudad.Ahora se entiende que haya pedido 100 toallas para uso personal, con la que le cay¨® encima. Lo que sigue siendo un misterio es por qu¨¦ el cantante necesita que sean azules. Cuesti¨®n de caprichos. Luis Miguel s¨®lo tiene que pedir por esa boquita y, ay del que se le ocurra contrariarle, con esa cara con la que mira desde el cartel que anuncia su actuaci¨®n. Que mira a sus seguidoras como diciendo, "si te vas, no vuelvas" o "aqu¨ª te pillo, aqu¨ª te mato". Pone cara de lince al acecho, gesto pele¨®n. Parece que lo ¨²ltimo que vaya a cantar este se?or sea un tierno bolero. M¨¢s bien predice m¨²sica dura, como dicen ahora, onda Rolling Stones. Aunque este chico s¨®lo se parece a los brit¨¢nicos en eso de las toallas: los Rolling las quer¨ªan blancas y lavadas una sola vez. A pedir por esa boquita (o lo que sea que tiene Mick Jagger debajo de la nariz. Otro misterio irresoluble).
Luis Miguel tambi¨¦n ha pedido que la habitaci¨®n de su hotel est¨¦ decorada con muebles de dise?o de la m¨¢s rabiosa actualidad. Y plantas ex¨®ticas, quiere, pero que no sean de pl¨¢stico, ojo.
Amenaza con llover el viernes y Jos¨¦ Caballos, portavoz de los socialistas en el Parlamento andaluz, pide que rectifiquen los Presupuestos Generales del Estado. Piden y piden.
Sigue lloviendo en Sevilla. Los que s¨®lo podemos pedir el d¨ªa de los Reyes Magos, nos conformamos con que no suba el jam¨®n serrano. El Consejo Regulador de la Denominaci¨®n de Origen Jam¨®n de Huelva dice que sin agua no hay bellotas y que se est¨¢n viendo obligados a criar menos cerdos por ese motivo. La escasez de lluvias merma la hierba que crece bajo las encinas y los cerdos no se motivan para comer. Eso s¨ª es una pena. Que llueva, por favor. S¨®lo pedimos eso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.