Clinton no convence al Senado para que rechace todas las pruebas nucleares

Bill Clinton ha evocado el fantasma de la II Guerra Mundial para tratar de convencer a los senadores de que aplacen la votaci¨®n sobre la ratificaci¨®n del Tratado de Prohibici¨®n Completa de Pruebas Nucleares. Consciente de que la votaci¨®n del pr¨®ximo martes est¨¢ perdida, el presidente de EEUU trata de aplazarla para evitar que su pa¨ªs no suscriba un tratado que el propio Clinton ha impulsado diplom¨¢ticamente.

La mayor¨ªa republicana del Senado s¨®lo ofrece aplazar la votaci¨®n si el presidente estadounidense se compromete a no volver a llevar el tratado a la C¨¢mara hasta el 2001. Seg¨²n Clinton, es m¨¢s importante que EEUU ratifique ahora el tratado de prohibici¨®n de armas nucleares que cuando el presidente Eisenhower lo propuso hace m¨¢s de cuarenta a?os. En su discurso semanal, el presidente estadounidense record¨® que un voto en contra del Senado ser¨ªa el primero de EEUU en contra de un tratado internacional desde el final de la I Guerra Mundial."Cada a?o", dijo Clinton, "crece la amenaza de proliferaci¨®n de armas nucleares". El presidente mencion¨® espec¨ªficamente Oriente Pr¨®ximo, el golfo P¨¦rsico y Asia como lugares de potencial peligro nuclear que afecta a "regiones donde hay tropas estadounidenses" o zonas controladas por l¨ªderes enemistados que pueden llegar a obtener y usar armamentos nucleares. El rechazo del acuerdo ser¨ªa "un peligroso giro de 180 grados en nuestro papel como l¨ªder mundial contra la proliferaci¨®n de armas nucleares", seg¨²n Clinton.

Sin embargo, es sumamente improbable que Clinton consiga el tiempo que necesita para tratar de convencer a ciertos senadores para que cambien el sentido de su voto. Un portavoz de Trent Lott, el l¨ªder de la mayor¨ªa republicana del Senado, asegur¨® que la votaci¨®n se llevar¨¢ cabo en su fecha prevista. S¨®lo hay una manera de evitarlo: que Clinton retire el tratado para que el Senado no tenga que tomarlo en consideraci¨®n y adem¨¢s se comprometa a no volver a enviarlo a la C¨¢mara hasta el 2001.

Clinton se niega a aceptar esta condici¨®n y culpa a los senadores republicanos de lo que para el presidente de EEUU ser¨¢ un rid¨ªculo internacional de su pa¨ªs. "Dado que, por lo que sea, no est¨¢n ustedes preparados para apoyar una oportunidad tan valiosa", dijo Clinton, "retrasen el voto del tratado en aras de un mundo m¨¢s seguro, deb¨¢tanlo intensamente y trabajen con nosotros de forma no partidista" para lograr el apoyo al acuerdo.

Arsenal al d¨ªa

Los republicanos de mayor peso en el partido consideran que la firma del tratado compromete la seguridad de EEUU, porque sin pruebas nucleares se debilita la capacidad militar y se hace m¨¢s complicado detectar los avances en este terreno de los pa¨ªses que pueden ser hipot¨¦ticos enemigos. Clinton rechaza este argumento y asegur¨® que los cient¨ªficos pueden mantener el arsenal al d¨ªa sin pruebas nucleares y que EEUU puede salirse del tratado si en alg¨²n momento esas pruebas son imperativas para el mantenimiento de la seguridad.Los dem¨®cratas -que cuentan con el apoyo de contados republicanos- mantienen que la no ratificaci¨®n del tratado comportar¨¢ la inmediata condena internacional y echar¨¢ por tierra el esfuerzo diplom¨¢tico de los ¨²ltimos a?os en contra de la multiplicaci¨®n del armamento nuclear. En el Capitolio hace falta el voto de 67 senadores -dos tercios de la C¨¢mara- para que EEUU lo ratifique. La votaci¨®n tendr¨¢ lugar a ¨²ltima hora de ma?ana.

Los senadores han recibido tambi¨¦n el ruego del primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair; del presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, y del canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, que en un art¨ªculo firmado de manera conjunta en The New York Times alertan sobre el efecto que tendr¨ªa un rechazo en la ratificaci¨®n de este acuerdo.