Manifiesto de 5.000 intelectuales en Valencia

El decreto de homologaci¨®n de libros de texto en la Comunidad Valenciana ha sido el instrumento utilizado por el PP durante la pasada legislatura como arma arrojadiza en el conflicto ling¨¹¨ªstico, que se plasm¨® en una pol¨¦mica "reforma de los libros de texto" en septiembre de 1997 por la que se eliminaba cualquier referencia a la unidad ling¨¹¨ªstica del valenciano y el catal¨¢n. Los escolares valencianos estudiaron con los mismos libros del a?o anterior, pero sin las p¨¢ginas que mencionan el tronco com¨²n.El m¨¦todo utilizado para eliminar toda referencia a la cultura catalana fue "poco ortodoxo", seg¨²n denunciaron CCOO, UGT y el STEPV. El tono empleado por la Consejer¨ªa de Educaci¨®n para imponer los cambios a las casas editoriales fue el de "la amenaza por la v¨ªa jur¨ªdica", si en un plazo "muy breve" no acataban los cambios. "La lengua que se habla en la Comunidad Valenciana tiene un origen medieval al igual que otras lenguas peninsulares", reza el cap¨ªtulo de Gram¨¢tica Las lenguas valencianas, modificado en los libros de texto. Es decir, la evoluci¨®n y el origen com¨²n del valenciano y el catal¨¢n se omitieron.

Editorial por editorial

Un 85% de las editoriales, seg¨²n Camps, modific¨® la terminolog¨ªa para llegar a tiempo al inicio de curso. Sin embargo, un 5% de empresas valencianas se neg¨®. Los funcionarios de Educaci¨®n acudieron una por una a todas las editoriales."Se nos han sugerido ciertas modificaciones para no exacerbar el conflicto ling¨¹¨ªstico", reconoci¨® un portavoz de la editorial Marjal, del grupo EDB. Por su parte, la Associaci¨° d?Editors Valencians, a trav¨¦s de su presidente, Francesc Ferrer, denunci¨® la existencia de presiones y llamadas telef¨®nicas a determinadas editoriales instando a realizar cambios en p¨¢ginas determinadas.

La reforma, sin embargo, modific¨® los mismos textos que hab¨ªan pasado la homologaci¨®n el a?o anterior. La negativa de ese 5% de editoriales valencianas que rechaz¨® los cambios se tradujo en una proposici¨®n no de ley en las Cortes Valencianas por la que el Parlamento auton¨®mico instaba "a los inspectores" a fiscalizar al profesorado valenciano para comprobar que no usaran t¨¦rminos "catalanistas".

El impacto social de la medida, que "viola la libertad de c¨¢tedra", provoc¨® una pol¨¦mica que culmin¨® con la presentaci¨®n a principios de 1999 del Manifest per l"Ensenyament del Valenci¨¤, firmado por 5.000 intelectuales, pol¨ªticos, profesores y sindicatos, entre los que se encontraban el ex candidato presidencial del PSOE Jos¨¦ Borrell, los dirigentes nacionales de UGT y CC OO y la ex ministra Carmen Alborch.