Warren Beatty y la jaula de grillos
El famoso actor encabeza una larga lista de candidatos pintorescos que sue?an con alcanzar la presidencia
En esta fase inicial de las elecciones del 2000, la pol¨ªtica norteamericana sigue teniendo el aire esperp¨¦ntico que le imprimi¨® el caso Lewinsky. En la jaula de grillos de los outsiders que sue?an con la Casa Blanca, Warren Beatty hasta resulta serio. El actor de Hollywood sigue d¨¢ndole vueltas a la idea de disputarles la candidatura dem¨®crata a Gore y Bradley, que considera demasiado moderados y que han abandonado los viejos ideales progresistas del partido.El jueves, Beatty cen¨® en Los Angeles con James Hoffa, presidente del poderoso sindicato de camioneros. Ese d¨ªa, Hoffa hab¨ªa luchado a fondo en la convenci¨®n de la central sindical AFL-CIO para que no se patrocinara la candidatura de Gore y se dejaran abiertas las puertas a alternativas como la de Bradley. O quiz¨¢ tambi¨¦n la de Beatty. No se sabe el contenido de la conversaci¨®n de los dos hombres, pero s¨ª que el actor le dijo al l¨ªder sindical que sigue deshojando la margarita.
Dos semanas atr¨¢s, en una conferencia pronunciada en Beverly Hills, ante un plantel de ricos y famosos, Beatty hab¨ªa adelantado los elementos de su posible programa presidencial. "?Es que ya nadie protesta, es que ya nadie se atreve a hablar por la gente que no tiene voz?", se pregunt¨®. "Estamos viviendo", a?adi¨®, "un silencioso golpe de Estado de los grandes intereses econ¨®micos contra los intereses p¨²blicos". El crecimiento econ¨®mico vivido bajo presidencia de Clinton, dijo Beatty, ha enriquecido a¨²n m¨¢s a los millonarios, como ¨¦l, y a las empresas, pero ha ahondado el foso entre las clases sociales y no ha resuelto los problemas estructurales del pa¨ªs. Entre esos problemas, cit¨® la falta de un sistema p¨²blico de salud, la discriminaci¨®n y el racismo y la existencia de numerosos ciudadanos sin techo. Beatty se pronunci¨® a favor de un sistema p¨²blico de financiaci¨®n de las campa?as electorales, ¨²nico modo de evitar que los pol¨ªticos pasen buena parte de su tiempo recaudando fondos de millonarios y empresas. Y dio el dato de que si se dividiera entre todos los norteamericanos el coste de la publicidad televisiva de unas elecciones presidenciales, cada uno pagar¨ªa s¨®lo 4 d¨®lares. "Es un precio peque?o para garantizar que nuestros l¨ªderes no se venden a nadie", remat¨®.
Si EEUU es el pa¨ªs donde la realidad supera a la ficci¨®n, Beatty parece estar siguiendo los pasos de Bullworth, el ¨²ltimo filme que ha dirigido e interpretado. En esa inteligente y agridulce pel¨ªcula, un senador dem¨®crata sufre un ataque de nervios en plena campa?a para la reelecci¨®n. Para sorpresa universal, el senador Bullworth adopta la vestimenta y la m¨²sica rap para denunciar que la pol¨ªtica de EEUU es una mentira controlada por los grandes grupos econ¨®micos.
Pero hay varias candidaturas, oficiales o posibles, tan pintorescas o m¨¢s que la del seductor actor. El promotor inmobiliario Donald Trump ya ha anunciado la suya. Trump, que aspira a ser el candidato del Partido Reformista, cuenta con la simpat¨ªa de Jesse Ventura, el principal l¨ªder electo de esa tercera fuerza de la pol¨ªtica estadounidense. Exluchador de wrestling y gobernador de Minnesota desde hace un a?o, Ventura acaba de escandalizar a la vieja guardia reformista por unas declaraciones a Play Boy en las que afirma que las religiones organizadas son "para d¨¦biles mentales" y le resta importancia a los casos de acoso sexual en las Fuerzas Armadas.
Pero a la posible conquista de la candidatura presidencial del Partido Reformista por Trump y Ventura se opone con todas sus fuerzas Ross Perot. Este millonario, cuya candidatura en 1992 le arrebat¨® al republicano Georges Bush los votos que necesitaba para ganarle al dem¨®crata Clinton, no se presenta esta vez. Su favorito ser¨ªa el extremista conservador y comentarista pol¨ªtico Pat Buchanan. El problema de que Buchanan sea un bar¨®n del Partido Republicano va a ser resuelto en breve, ya que en unos d¨ªas abandonar¨¢ el partido, denunciando el giro hacia el centro que le est¨¢ imprimiendo George W. Bush, hijo del ex presidente y gobernador de Tejas, y se pasar¨¢ al Partido Reformista.
A todo esto se le a?ade el que Arnold Schwarzenegger tambi¨¦n quiere hacer pol¨ªtica. En contra de su deseo, el protagonista de Terminator y esposo de Maria Shriver, una miembro del clan Kennedy, no puede aspirar a la Casa Blanca, porque naci¨® en Austria. Pero nada le impide presentarse dentro de tres a?os a las elecciones para gobernador de California. Pese a la identificaci¨®n de los Kennedy con el Partido Dem¨®crata, Terminator es republicano. George W. Bush, con su "conservadurismo con compasi¨®n", es su candidato presidencial favorito para el 2000.
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