"El CGPJ no ha hecho todo lo posible para proteger a las v¨ªctimas como Mar Herrero"
Manuela Carmena (Madrid, 1944), vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) encargada de asuntos penitenciarios, no responsabiliza a una sola persona de la muerte de Mar Herrero Pacheco, de 23 a?os, a manos de su ex novio, un preso peligroso en libertad condicional a pesar de las denuncias de amenazas y malos tratos que ella hab¨ªa formulado. Carmena responsabiliza a muchas personas e instituciones, inclu¨ªdo el ¨®rgano de gobierno de los jueces: "Somos responsables de los presos".Pregunta. ?Es necesario que mueran las mujeres para que la justicia se ponga en marcha contra sus verdugos?
Respuesta. Estos grav¨ªsimos y dram¨¢tico sucesos lo que evidencian es que el sistema penal est¨¢ de espaldas a las v¨ªctimas, sobre las que produce un efecto nefasto, como mantienen corrientes doctrinales desde hace mucho tiempo.
P. ?La responsabilidad de lo ocurrido va a diluirse, entonces, en algo tan abstracto como el sistema penal?
R. De ninguna manera. En la interpretaci¨®n de la ley penal es imprescindible destacar lo que en ella se contiene de protecci¨®n a las v¨ªctimas. Es incomprensible que por instituciones penitenciarias, fiscales, jueces de instrucci¨®n y de vigilancia no se utilicen las reglas de conducta previstas en el C¨®digo Penal para los presos que quedan en libertad condicional. Y mucho m¨¢s incomprensible es que no exista un organismo bien dise?ado para controlar las conductas de aquellas personas.
P. ?Qui¨¦n ha fallado aqu¨ª?
R. En este caso concreto habr¨ªa que analizar qu¨¦ han hecho desde 1998, cuando se le concedi¨® el r¨¦gimen abierto, todos los implicados en controlar la conducta del preso.
P. ?Qu¨¦ pod¨ªan hacer?
R. Ante todo, durante los a?os que estuvo privado de libertad, debi¨® ser sometido a un tratamiento penitenciario adecuado al delito por el que hab¨ªa sido condenado, el asesinato frustrado de su novia.
P. Y una vez en libertad condicional, ?qu¨¦ medidas de control cab¨ªa aplicarle y por qui¨¦n?
R. Est¨¢n previstas legalmente, pero no se usan. El nuevo C¨®digo Penal prev¨¦ que el juez de vigilancia, al decretar la libertad condicional de los penados, podr¨¢ imponerles la observancia de una o varias reglas de conducta, entre las que figura la obligaci¨®n o la prohibici¨®n de residir en un lugar determinado y el sometimiento a programas de tipo formativo, por ejemplo sobre educaci¨®n sexual que, por las caracter¨ªsticas del condenado, parecer¨ªa muy apropiado.
P. ?Qu¨¦ hace el CGPJ para que se apliquen estas medidas?
R. Desde hace m¨¢s de dos a?os discutimos en el Consejo para lograr m¨¢s eficacia en la protecci¨®n a las v¨ªctimas. Pero no conseguimos resultados ¨¢giles y eficaces. Por eso digo que tambi¨¦n en el Consejo somos responsables de no haber hecho todo lo posible.
P. ?Por qu¨¦ no se hace?
R. Por falta de capacidad para apoyar nuestras propias decisiones, como la de especializar a los jueces, con lo que se evitar¨ªa que la v¨ªctima, como la de este asunto, tuviera que exponer sus denuncias en cuatro lugares distintos: la comisar¨ªa, la fiscal¨ªa, el juez de instrucci¨®n y el de vigilancia. Pues bien, le voy a poner un ejemplo de nuestra ineficacia. Hace unos dos a?os, un juez de Alicante, siguiendo las indicaciones del Consejo, propuso especializar a un juzgado en materia de malos tratos a mujeres. A¨²n no hemos sido capaces de apoyar esa iniciativa.
P. El C¨®digo Penal prev¨¦ tambi¨¦n que el juez de vigilancia revoque la libertad condicional cuando el reo delinca. ?Era necesario esperar a que el denunciado fuera condenado?
R. Creo que debi¨® interpretarse la ley no con criterios generales para todos los supuestos, sino individualizados, como establece la Ley General Penitenciaria, sin perjuicio de tomar la presunci¨®n de inocencia como norma marco. La sociedad exige cada vez m¨¢s a los jueces que conozcan personalizadamente a los implicados en los procesos. Ser¨ªa interesante saber cu¨¢ntas conversaciones directas con los jueces tuvo la v¨ªctima sobre su agresor.
P. ?Faltan normas precisas?
R. S¨ª, pero tambi¨¦n resulta preocupante la falta de inter¨¦s del poder legislativo sobre pol¨ªtica criminal. Desde hace casi tres a?os est¨¢ parado en el Congreso un proyecto de ley de normas procesales para los jueces de vigilancia penitenciaria, que potencia la protecci¨®n a las v¨ªctimas y la suspensi¨®n de las libertades condicionales.
P. ?Qu¨¦ medidas podr¨ªan aplicarse mientras tanto?
R. Como m¨ªnimo, protecci¨®n policial a la v¨ªctima. Muchos de los in¨²tilesd servicios de escolta a personalidades estar¨ªan mejor dedicados a ese fin.
P. Ante el problema de los malos tratos a mujeres, la creciente presencia femenina en los juzgados, ?aporta algo?
R. Consolida los comportamientos cl¨¢sicos del estereotipo masculino: objetivizaci¨®n, alejamiento del trato personalizado, generalizaci¨®n de los supuestos.
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