El Rayo asume el papel de l¨ªder
El conjunto madrile?o apela a la suerte para vencer al Alav¨¦s
El Rayo ya es l¨ªder. Ya lo fue y probablemente lo volver¨¢ a ser. En Vitoria, jug¨® su primer partido malo, desordenado, con ese aire asustadizo de los equipos que ense?an enseguida su humildad y sin embargo, gan¨®. Es la prueba que todo lider que se precie (coyuntural o duradero) tiene que pasar. Es algo as¨ª como la prueba de ser capaz de vencerse a s¨ª mismo, de sacar en el marcador m¨¢s rendimiento que en el campo. Y lo hizo. Se sobrepuso a su flaqueza defensiva, se entreg¨® absolutamente a su guardameta Keller, interioriz¨® la superioridad del Alav¨¦s sin derrumbarse (hasta seis ocasiones, casi a bocajarro, malgast¨® el equipo vitoriano en la primera mitad) y mantuvo los ojos abiertos para advertir la debilidad de su rival y ech¨¢rsele al cuello.Fue un partido de manual, pero con algunas p¨¢ginas rotas. El Alav¨¦s derrumb¨® el mito del Rayo durante 45 minutos. El conjunto de Juande Ramos ofreci¨® en ese per¨ªodo un mannual completo de desastre defensivo. No s¨®lo era una cuesti¨®n t¨¢ctica, sino sobre todo de actitud. El Rayo se tir¨® de salida tan descaradamente atr¨¢s que meti¨® a su l¨ªnea defensiva junto al jersey de su portero. Entre ellos y sus centrocampistas se cre¨® un solar por el que transit¨® el Alav¨¦s con tanta soltura como desacierto final. El triangulo Contra-Astudillo-Kodro pudo haber bajado al Rayo de su nube en inumerables ocasiones. Lo evit¨® Keller sobre todo en dos disparos a bocajarro de Contra y Javi Moreno y la incapacidad del Alav¨¦s para frecuentar el gol. En su plantilla abundan los delanteros, pero carece de goleadores.
ALAV?S 0
RAYO VALLECANO 1Alav¨¦s: Mart¨ªn Herrera; Contra, Eggen, T¨¦llez, Torres Mestre; Astudillo, Desio (Julio Salinas, m. 60), Pablo, Magno; Javi Moreno y Kodro (Josete, m. 71). Rayo Vallecano: Keller; Estibariz, Clotet, Hern¨¢ndez, Alcazar; Poschner; Ferr¨®n (Amaya, m. 63), Cembranos (Helder, m. 90), Canabal (Pablo Sanz, m. 45), Llorens; Bolo. Goles: 0-1. M. 82. Bal¨®n en profundidad de Estibariz sobre Cembranos, cuyo centro lo toca el guardameta Herrera, pero Bolo cabecea en plancha en la boca de gol. ?rbitro: Andradas Asurmendi. Amonest¨® a Estibariz, Eggen, Bolo, Contra, Llorens y Magno Unos 13.000 espectadores en Mendizorroza.
Vivi¨® el Rayo un tiempo en el alambre, agarrado a su impecable capacidad para defenderse del juego a¨¦reo y confiado a la ineficiencia de su rival, como si ya hubiera aprendido la primera lecci¨®n de un l¨ªder: los fallos del rival revitalizan al equipo.
Por momentos parec¨ªa que el Alav¨¦s no pod¨ªa ganar y que el Rayo se conformaba con no perder, como si se tratara de un l¨ªder que asumiera su papel decorativo, contento con compartir la hornacina de la Liga con un insigne como el Barcelona. En 45 minutos hab¨ªa sobrevivido a seis disparos y s¨®lo hab¨ªa respondido con uno de Luis Cembranos que engrandeci¨® la figura del guardameta Mart¨ªn Herrera. El Rayo era, por momentos, un cierto desastre sin estructura defensiva, sin capacidad de respuesta; un equipo de esos que dejan a un delantero en el desierto y esperan que les traiga agua.
Pero el Rayo es algo m¨¢s. En el descanso hizo otra lectura. Sin dar un paso hacia adelante (retir¨® a Canabal y se fortaleci¨® con Pablo Sanz) esper¨® que el Alav¨¦s agotar¨¢ su dep¨®sito, se junt¨® un poco m¨¢s (siempre atr¨¢s) y decidi¨® ponerle a Bolo un explorador que le ayudara en la b¨²squeda. Cuando Luis Cembranos encontr¨® el bal¨®n, se decidi¨® a liberarse de posiciones estrictas y campe¨® a sus anchas, su equipo dio la impresi¨®n de poderse llevar el partido. En pocos minutos, demostr¨® que atesora m¨¢s peligrosidad que el Alav¨¦s. Y entonces creci¨®.
Fue un ejercicio m¨¢s cient¨ªfico que futbol¨ªstico. El Rayo no pod¨ªa con el Alav¨¦s y decidi¨® esperar a que se agotase, como si de pronto se le hubiera revelado algo as¨ª como la suerte del campe¨®n. El gol lleg¨® en el momento oportuno: al final y con el Alav¨¦s hundido f¨ªsicamente y demasiado alterado en su fisonom¨ªa. Fue un ejercicio de precisi¨®n en el pase de Estibariz, de colocaci¨®n en el desarrollo de Cembranos y de ambici¨®n en el remate de Bolo. Fue su ¨²nico argumento, pero le vali¨® la pena. En un partido previsto al principio de la temporada como un duelo singular, al Alav¨¦s le queda el consuelo de que perdi¨® contra el l¨ªder y no ha sido el ¨²nico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.