"El exceso de ¨®xido n¨ªtrico ahoga las c¨¦lulas"
El cient¨ªfico hondure?o Salvador Moncada (Tegucigalpa, 1944), premio Pr¨ªncipe de Asturias 1990 por sus trabajos sobre la influencia del ¨®xido n¨ªtrico (ON) en la relajaci¨®n cardiovascular -este gas regula el flujo sangu¨ªneo y la presi¨®n arterial-, cree que muy pronto, lo que una gran parte de la comunidad cient¨ªfica considera su hallazgo, permitir¨¢ desarrollar nuevos medicamentos para tratar las enfermedades degenerativas del sistema nervioso. "En ¨¦stas y en las enfermedades cardiovasculares, es donde muy pronto va a tener una mayor aplicaci¨®n el descubrimiento".En la actualidad ya se aplican los beneficios del ON a la patolog¨ªa coronaria; los conocimientos que ahora se tienen sobre ¨¦l permiten prevenir los infartos, las trombosis, y controlar la hipertensi¨®n. Pero como todo gran descubrimiento, tambi¨¦n ¨¦ste ofrece a los investigadores m¨²ltiples posibilidades.
Los ¨²ltimos trabajos de Moncada y su equipo en el Instituto Wolfson de Londres han ido encaminados a indagar en el proceso por el que el ON pasa de ser un gas beneficioso para la actividad cardiovascular a convertirse en patol¨®gico. La patolog¨ªa est¨¢ relacionada con la cantidad de ON localizado en la zona. Desentra?ar por qu¨¦ aumenta este gas, es lo que a Moncada le permitir¨ªa explicar y entender, por ejemplo, "el proceso inflamatorio de la pared vascular relacionado con la arteriosclerosis o, en el caso de las neuronas, la inflamaci¨®n de las mismas y la consiguiente degeneraci¨®n neuronal".
Todo esto es nuevo y de ello se sabe muy poco. El cient¨ªfico hondure?o considera "fascinante" la investigaci¨®n. "Situaciones como ¨¦sta", explica, "demuestran la naturaleza parad¨®jica de un mediador biol¨®gico. Hay situaciones en las que el ON hace mucho bien, pero tambi¨¦n puede hacer mucho mal".
Debatir sobre esta cuesti¨®n y exponer los ¨²ltimos datos de sus investigaciones para averiguar el proceso que sigue el ON hasta llegar a ser patol¨®gico, han sido, precisamente, los argumentos principales de la conferencia pronunciada el pasado d¨ªa 16, en Sevilla, con motivo del 35? Congreso Nacional de Cardiolog¨ªa, en la que, adem¨¢s, la Sociedad Espa?ola de Cardiolog¨ªa (SEC) le impuso su medalla de oro.
Ante m¨¢s de 2.000 especialistas, Moncada dio una pista, y adelant¨® por d¨®nde podr¨ªa ir el efecto nocivo del ON: "Hay un efecto de este gas que no ha sido estudiado todav¨ªa en grandes da?os; ese efecto es el que se desprende de su acci¨®n de desregulador de la respiraci¨®n celular. A trav¨¦s de ese proceso, cuando hay mucho ON, puede llegar a pararse completamente la respiraci¨®n celular. Quiz¨¢ sea ¨¦sa la causa por la que se producen los da?os; y es ah¨ª, en ese momento, donde empieza la patolog¨ªa del ON".
Moncada, que lleva m¨¢s de quince a?os investigando el ON, tiene dos obsesiones. La primera es casi un anhelo que le quita el sue?o: "Quiero entender por qu¨¦ el ON, cuando se produce en grandes cantidades, pasa a ser origen o parte de una enfermedad". Y es que, si Moncada resolviese este misterio, "las posibilidades de hallar nuevos f¨¢rmacos para tratar las cardiopat¨ªas se ampl¨ªan".
Su segunda preocupaci¨®n es contribuir, desde el puesto de relevancia que ocupa en el mundo cient¨ªfico, a que ciencia y humanismo convivan sin agredirse. "Puede haber disensiones, pero que nunca sean insalvables". El investigador cree que, hoy, la sociedad est¨¢ dividida ante el enorme potencial que tiene para manipular la naturaleza y los valores ¨¦ticos que la rigen: "Cuando se dispone de una fuerza as¨ª, deber¨ªa ponerse m¨¢s ¨¦nfasis en valores como la tolerancia o la justicia".
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