Juicio contra dos menores por el asesinato y violaci¨®n de un ni?o de 11 a?os en Ja¨¦n
,Un jurado popular ser¨¢ el encargado de dictaminar si Enrique C. L. y Antonio A. S. son responsables del asesinato y violaci¨®n de A. C., un ni?o de 11 a?os que apareci¨® muerto en octubre de 1998 en un olivar cercano a un pol¨ªgono industrial de Ja¨¦n. La vista oral de este caso comenz¨® ayer en un ambiente muy crispado entre los familiares de los dos procesados.
La Fiscal¨ªa solicita para cada uno de los acusados, que ten¨ªan 16 a?os cuando ocurrieron los hechos, un total de 21 a?os de prisi¨®n por los delitos de agresi¨®n sexual y asesinato. La acusaci¨®n particular eleva la petici¨®n de pena hasta los 35 a?os al estimar la agravante de abuso de confianza, ya que los j¨®venes conoc¨ªan al ni?o. Las defensas por su parte piden la libre absoluci¨®n al negar cualquier participaci¨®n de los j¨®venes en los hechos.El juicio comenz¨® pasadas las 12.00. Mientras se seleccionaba al jurado, el acusado Enrique C. L., al salir del furg¨®n policial, propin¨® una patada a un c¨¢mara de televisi¨®n. Familiares de los dos imputados utilizaron el revuelo para lanzar pu?etazos contra los periodistas y agentes.
Los ¨¢nimos s¨®lo se asentaron cuando comenz¨® la vista. El fiscal considera probado que el d¨ªa 30 de octubre de 1998 Enrique C. L., y su amigo Antonio A. S., El Tomate, se encontraron con el ni?o en un parque de Ja¨¦n capital. Le convencieron para ir hasta un pol¨ªgono industrial y all¨ª abusaron sexualmente de ¨¦l. Despu¨¦s le dieron ocho cuchilladas en el cuello, once en la espalda y seis m¨¢s en las extremidades. Cuando el ni?o estaba en el suelo muy debilitado ya por las heridas, le golpearon en la cabeza con una gran piedra de hormig¨®n que le provoc¨® la muerte.
Los dos acusados negaron ayer su participaci¨®n en los hechos, a pesar de que Enrique C. L. se inculp¨® despu¨¦s de ser detenido. Tambi¨¦n su amigo relat¨® lo ocurrido a la Polic¨ªa, pero ayer lo rechaz¨® todo. Ambos alegaron que declararon por la presi¨®n policial.
En el cuerpo del ni?o se encontr¨® semen de Enrique C. L. y restos de barro. Este reconoci¨® en la vista oral que hab¨ªa mantenido relaciones sexuales con el peque?o, pero asegur¨® que fue a cambio de dinero que el ni?o le hab¨ªa pagado. A. C., seg¨²n los acusados, se dedicaba espor¨¢dicamente a la prostituci¨®n y manten¨ªa relaciones homosexuales. El testimonio de Enrique C. L. fue err¨¢tico y estuvo lleno de contradicciones. Lo que mantiene es que la relaci¨®n sexual se produjo en los lavabos de un parque p¨²blico, lugar en el que no pod¨ªa introducirse barro en el ano.
Enrique C. L. protagoniz¨® en enero de este a?o una espectacular huida de la prisi¨®n de m¨¢xima seguridad Ja¨¦n II cinco d¨ªas despu¨¦s de ser detenido. En las labores de b¨²squeda particip¨® su amigo Antonio A. S. El primero se declar¨® culpable despu¨¦s de ser encontrado y delat¨® al segundo.
Las pruebas que se van a utilizar durante el juicio en contra de los dos j¨®venes, que tienen ya 17 a?os, son los an¨¢lisis de ADN que identifican el semen encontrado en el ano del ni?o con el de Enrique C. L., una camiseta llena de sangre, un arma blanca y la funda que se encontraron en el lugar del crimen.
La defensa de Enrique mantiene que, junto a un amigo, se traslad¨® un d¨ªa despu¨¦s del asesinato hasta un desguace con la intenci¨®n de robar chatarra. All¨ª ser¨ªa donde se encontr¨® con el cad¨¢ver del ni?o, al que asegur¨® reconocer de inmediato porque era el hermano de un amigo. Un hombre que se encontraba en las inmediaciones fue el encargado de avisar a la polic¨ªa.
El Tomate declar¨® que la noche del asesinato se encontraba junto a otros amigos en una discoteca de la capital, por lo que niega ser la persona que seg¨²n el abogado de la acusaci¨®n particular, C¨¦sar Carazo, sujet¨® al ni?o durante la violaci¨®n. S¨®lo reconoci¨® que vio al ni?o el mismo d¨ªa del crimen en un parque de la ciudad, pero asegura que s¨®lo le pregunt¨® por un amigo com¨²n y que no se desplazaron juntos hasta ning¨²n otro lugar.
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