El juez concluye el sumario del 'caso Brouard' y apunta a Sancrist¨®bal como cerebro del atentado
El juez del caso Brouard ha concluido el sumario por el que se reactiv¨® la investigaci¨®n del asesinato del dirigente de Herri Batasuna Santiago Brouard, ocurrido en noviembre de 1984, y en el que han sido procesados buena parte de los responsables de Interior y altos cargos policiales y de la Guardia Civil del primer Gobierno socialista. En el auto de conclusi¨®n, el juez apunta al ex director de la Seguridad del Estado Juli¨¢n Sancrist¨®bal como m¨¢ximo cerebro del atentado y le acusa de usar 50 millones de los fondos reservados para financiarlo. Reitera que los asesinos son Luis Morcillo y Miguel ?ngel L¨®pez Oca?a.
El juez Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez Armengol, que ha instruido desde el verano de 1997 la reapertura del sumario por el asesinato de Santiago Brouard -presidente del ya desaparecido HASI y uno de los paladines en HB de la negociaci¨®n entre ETA y el Estado- dio ayer por concluida la investigaci¨®n de un atentado que conmocion¨® a la sociedad vasca. El magistrado ha procesado por este asesinato a nueve personas, todas ellas cargos pol¨ªticos o responsables policiales durante el primer Gobierno socialista, a excepci¨®n del presunto autor material de los disparos, Luis Morcillo.En concreto, el juez proces¨® a mediados de julio a Sancrist¨®bal como maximo responsable del asesinato, inductor, cooperador necesario y por malversaci¨®n de caudales p¨²blicos. Tambi¨¦n proces¨® como inductor al ex subcomisario Jos¨¦ Amedo, condenado por la Audiencia Nacional a m¨¢s de 100 a?os por su relaci¨®n con los GAL; y al teniente coronel de la Guardia Civil Rafael Masa como cooperador necesario, ya que se encarg¨® de reclutar a los mercenarios que mataron al pediatra abertzale en su propia consulta.
El instructor proces¨® tambi¨¦n como cooperador necesario al ex jefe superior de Polic¨ªa de Bilbao Miguel Planchuelo y, en calidad de encubridores del asesinato, al ex jefe del Mando ?nico para la Lucha Antiterrorista Francisco ?lvarez; al ex comisario general de Informaci¨®n Jes¨²s Mart¨ªnez Torres; al primer comisario encargado de investigar el atentado, el comisario de Informaci¨®n de Bilbao Antonio Rosino y, finalmente, al ex inspector Michel Dom¨ªnguez, condenado junto a Amedo por su relaci¨®n con los GAL. De todos ellos, s¨®lo Masa y Sancrist¨®bal estan en prisi¨®n preventiva.
Reuniones preparatorias
El magistrado concreta en los razonamientos jur¨ªdicos que la preparaci¨®n del atentado se remont¨® a un a?o antes, justo cuando fue secuestrado por los GAL Segundo Marey, en diciembre de 1983. En esa primera semana de diciembre hubo varias reuniones preparatorias, en el hotel Ercilla de Bilbao, en las que se manejaron datos personales y fichas fotogr¨¢ficas de "personas vinculadas al entorno de ETA, englobando dentro de las mismas el asesinato de Santiago Brouard".
En una de esas reuniones, Sancrist¨®bal (entonces gobernador civil de Vizcaya), Amedo y Planchuelo "ofrecieron la cumplimentaci¨®n del plan a diferentes mercenarios, entre ellos Mohand Talbi". Sin embargo, Amedo intervino para indicar que "se reservaba la preparaci¨®n del asesinato" de Santiago Brouard, utilizando para ello "personas de su confianza".
El juez considera que estos hechos quedan corroborados por las declaraciones del propio Talbi, en sendas comisiones rogatorias realizadas en Francia en 1991 y 1999, y por los testimonios de Amedo y Morcillo.
El juez recuerda que la declaraci¨®n de este ¨²ltimo, gracias a la que consigui¨® recientemente su libertad por colaborar con la Justicia, permiti¨® reconstruir la preparaci¨®n del atentado. Morcillo relat¨® al juez que Sancrist¨®bal y Masa, entonces capit¨¢n de la Guardia Civil en Bilbao, le fueron a visitar a finales de diciembre de 1983 a la prisi¨®n de Carabanchel para que se uniera a las acciones contra "elementos terroristas" que ya se estaban preparando. Morcillo incorpor¨® a Miguel ?ngel L¨®pez Oca?a -ya fallecido y hermano de Rafael, condenado por el asesinato de Brouard a 33 a?os de c¨¢rcel- a quien encarg¨® "diferentes acciones en el sur de Francia". Masa, siempre seg¨²n el relato del juez, dio dos millones a Morcillo para los atentados.
Tras describir los preparativos del atentado, el juez repasa los ascensos producidos en el organigrama de Interior en los meses sucesivos. Sancrist¨®bal llega en febrero de 1984 a la Direcci¨®n de Seguridad del Estado e, inmediatamente, incorpora a Masa a su gabinete. Por esas fechas llega al Gabinete de Informaci¨®n Francisco ?lvarez, procedente de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Bilbao, quien "tuvo participaci¨®n activa" en el asesinato "a posteriori".
Para entonces, los organizadores del atentado hab¨ªan descartado la participaci¨®n de mercenarios franceses en el atentado, "encomend¨¢ndose directamente a Rafael Masa el reclutamiento" de los sicarios. As¨ª fueron elegidos Morcillo y Miguel ?ngel L¨®pez Oca?a. Para pagar el atentado, Sancrist¨®bal libr¨® varios cheques por valor de 50 millones de pesetas (10 millones el 8 de noviembre de 1984; 15 millones, el 12 de noviembre; 10 millones, el 28 de noviembre, y 20 millones, el 30 de noviembre). En el auto, el juez asegura que Miguel ?ngel cobr¨® "por la perpetraci¨®n directa del hecho siete millones y medio, d¨ªas despu¨¦s del asesinato". La cantidad la entreg¨® Sancrist¨®bal a Masa y ¨¦ste a Morcillo. El mercenario, fallecido de sida dos a?os y medio antes de que se reabriera el caso, protest¨® porque el trato era cobrar 25.
Pocos d¨ªas antes del atentado, el jefe superior de Polic¨ªa de Bilbao, Miguel Planchuelo, retir¨® la "escolta est¨¢tica" que hab¨ªa en las inmediaciones de la consulta de Brouard, ubicada en el mismo edificio donde se encontraba el consulado franc¨¦s. El juez relata en el auto que hubo "varias tentativas" sin ¨¦xito y finalmente, Morcillo, "apremiado" por Masa, decidi¨® participar directamente en los hechos junto a Miguel ?ngel. En un coche les esperaba Jean Louis Perales, mercenario en paradero desconocido y sobre el que pesa una orden de busca y captura.
Obstrucci¨®n a la investigaci¨®n
A partir de ah¨ª, el juez resalta la labor de "obstrucci¨®n" dirigida por Sancrist¨®bal para paralizar "cualquier actividad instructora policial" de investigaci¨®n del hecho. Se apunta que el comisario Rosino ocult¨® "cuantos datos tuvo ocasi¨®n de recopilar", y se relata la bronca que le ech¨® Sancrist¨®bal por las "confidencias" que hizo al fiscal del caso, Emilio Valerio -cuyo testimonio en el careo con Rosino fue crucial-, indic¨¢ndole que esas cosas "no se contaban ni a un fiscal ni a san Dios".
El juez recuerda que Mart¨ªnez Torres, "emulando la actividad encubridora" de Sancrist¨®bal, "remiti¨® informes equ¨ªvocos de la autor¨ªa del hecho, imputando el mismo" a ETA. Y, finalmente, "culminando el entorpecimiento de las investigaciones" judiciales, Masa entreg¨® 15.000 d¨®lares a Morcillo para que dejara Espa?a y evitar as¨ª el "cerco judicial" que se cerraba sobre ¨¦l. De hecho, s¨®lo su regreso en 1997 con Miguel ?ngel ya muerto, y su detenci¨®n por narcotr¨¢fico, permiti¨® reabrir el caso Brouard. La conclusi¨®n del sumario es firme y no cabe recurso.
Un instructor empecinado
Durante buena parte de la instrucci¨®n, el juez Gonz¨¢lez Armengol ha pasado por alto las peticiones de varios de los abogados defensores (entre ellos los de Masa, Morcillo y Sancrist¨®bal). Ha habido pruebas que se han quedado en el tintero, como la rueda de reconocimiento de Morcillo con la enfermera de Brouard, la ¨²nica que vio a los asesinos y cuyo testimonio fue crucial para condenar a Rafael L¨®pez Oca?a; o los papeles que el Cesid puede tener sobre este asunto. Sorprende tambi¨¦n el empecinamiento del juez en pasar por alto las tres sentencias de la Audiencia de Bilbao (que deber¨¢ juzgar el caso de nuevo), del Supremo y del Constitucional, que consideran probado que el asesino fue Rafael, y no su hermano como dice el juez.El auto de conclusi¨®n llega tambi¨¦n a siete d¨ªas de que se vean en la Audiencia bilba¨ªna los recursos presentados contra resoluciones del juez y a falta de que se se?alen otras apelaciones. Fuentes judiciales dicen que "parece que el juez tiene prisa para pedir el traslado a Madrid antes de que se diluya su trabajo".
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