Una pasarela de moda usada

Un total de 22 personas trabajan en la cooperativa Rezikleta, que desde hace nueve a?os se dedica a recuperar y vender ropa, electrodom¨¦sticos, muebles y objetos que otros desechan y emplear en este negocio de segunda mano a personas marginadas. Ayer, para promocionar las bondades de la ropa usada celebraron un desfile con este tipo de vestuario en pleno Casco Viejo bilba¨ªno, a escasos metros de su tienda de la calle de Ronda. Los organizadores no escatimaron esfuerzos para darle glamour a la curiosa pasarela. Hubo m¨²sica, contoneos de los chicos y chicas del grupo de teatro Txusma que desfilaron y hasta un traje de novia que cerr¨® el desfile.Se mostraron un total de 30 modelos de las m¨¢s variadas tendencias, desde camisas con transparencias hasta los pichis de cuadros estilo a?os 60 que han vuelto a resurgir, pasando por sugerentes trajes de noche y americanas. Y como la moda tiende a repetirse, la mayor¨ªa de los conjuntos de ropa usada que se exhibieron no desentonar¨ªan ahora mismo en los escaparates de las tiendas. Lo que s¨ª desafinaban eran los precios que la presentadora del desfile anunciaba, hasta cinco veces m¨¢s baratos que los que ofrecen los comercios tradicionales.

La mayor¨ªa de los modelos que se lucieron en la pasarela se dirig¨ªan al p¨²blico m¨¢s joven, aunque en las dos tiendas de segunda mano que Rezikleta tiene en Bilbao y Basauri se vende desde ropa de beb¨¦ hasta abrigos, vestidos y trajes para los que ya han llegado a la edad de jubilarse. "La gente tira muchas cosas y el porcentaje de ropa que nosotros recogemos y recuperamos es bastante alto", explica Juanma Belamendia, de Rezikleta.

Esta cooperativa, que pertenece a la red de econom¨ªa alternativa solidaria de Euskal Herria, se ha unido a C¨¢ritas en un proyecto para comercializar ropa usada con la marca Ekorropa, que garantiza la calidad y la higiene de los tejidos.

Con esta iniciativa, esperan poder dar trabajo a ocho personas desempleadas y con problemas de exclusi¨®n social. C¨¢ritas y Rezikleta conseguir¨¢n la ropa a trav¨¦s de campa?as de recogida domiciliaria y de la colaboraci¨®n de los ayuntamientos vizca¨ªnos. Estas dos agrupaciones sin ¨¢nimo de lucro han contactado con varios consistorios para colocar contenedores para ropa usada en lugares p¨²blicos.

"La ropa se clasifica despu¨¦s por calidades y lo que est¨¢ inservible, se exporta o se vende al peso como trapos", se?ala Belamendia. Con este proyecto, Rezikleta y C¨¢ritas pretende "dignificar" el comercio de la ropa usada y alejarla de la idea de rastrillo que tradicionalmente ha acompa?ado a este particular negocio.

Afortunadamente para estas asociaciones, cada vez es m¨¢s la gente que se viste en sus comercios. "Cuando empezamos a vender ropa usada, en 1990, la mayor¨ªa de los clientes eran personas mayores con pocos recursos, pero cada vez compran m¨¢s j¨®venes", asegura Belamendia.