Masivas movilizaciones en Suecia contra la oleada de ataques neonazis
Miles de personas salen a la calle en protesta contra el asesinato de un sindicalista
Por las calles de las principales ciudades suecas transcurrieron ayer las mayores manifestaciones de su historia contra el racismo y la violencia. En la capital se congregaron cerca de 8.000 personas y tambi¨¦n se formaron cortejos en otras aglomeraciones urbanas (Gaevle, Luleaa, Gotemburgo y Malm?). Las manifestaciones constituyeron la respuesta al auge de la violencia neonazi, que la semana pasada se cobr¨® la vida del sindicalista Bjorn S?derberg. En la madrugada de ayer, un local sindical fue destruido por un artefacto explosivo.
Si el a?o 1986, en el que fue asesinado Olof Palme, marc¨® el "fin de la inocencia" para Suecia, 1999 ha tra¨ªdo la inquietante comprobaci¨®n de que existe un movimiento neonazi, bien organizado y dispuesto a todo.Se ha gestado en sus entra?as. La semana pasada, Bjorn S?derberg, de 41 a?os, que hab¨ªa descubierto que un miembro de su sindicato era un activo militante del movimiento nazi, fue asesinado a balazos despu¨¦s de que el extremista fuese apartado de algunas tareas que le hab¨ªan sido encomendadas.
Tres hombres j¨®venes llamaron a la puerta de su domicilio y le mataron. A los pocos d¨ªas, la polic¨ªa detuvo a los presuntos autores del atentado, de 20, 22 y 23 a?os, todos ellos vinculados al movimiento nazi, y la justicia encontr¨® pruebas suficientes como para decretar su encarcelamiento pese a las protestas de inocencia de los acusados.
Ayer, en respuesta a este atentado, decenas de miles de personas salieron a la calle para protestar contra el auge del nazismo. "La gente ha sufrido un terrible shock. Nunca hab¨ªamos tenido en Suecia este tipo de violencia", dec¨ªa Mar¨ªa Paz Accardeo, responsable para integraci¨®n ¨¦tnica de la federaci¨®n de sindicatos suecos.
De madrugada, una bomba hab¨ªa hecho explosi¨®n a las puertas de un local sindical en Gaevle, cerca de Estocolmo, en otro aparente signo del enfado de los extremistas contra las manifestaciones que iban a celebrarse en 15 ciudades diferentes. Nadie result¨® herido.
El asesinato de S?derberg ha despertado de su letargo a las autoridades y a los medios de comunicaci¨®n, que, con algunas excepciones, hab¨ªan minimizado anteriores acciones.
El 28 de mayo pasado, tres enmascarados hab¨ªan robado un banco en una peque?a localidad del interior del pa¨ªs y dos polic¨ªas que hab¨ªan sido alertados y quisieron impedir la huida fueron liquidados a balazos. Estaban ligados a grupos nazis.
Mercenario en Croacia
Uno de los asaltantes result¨® herido y fue detenido, mientras los dos restantes lograron huir. Pese a la gravedad de este hecho, nada frecuente en Suecia, uno de los pr¨®fugos logr¨® salir del pa¨ªs hacia Alemania y desde all¨ª reapareci¨® pocos d¨ªas despu¨¦s en un hotel de Costa Rica, a donde habia viajado en vuelo regular. All¨ª fue entrevistado por un diario sueco, y poco desp¨²es, detenido y extraditado a su pa¨ªs. El tercero, que hab¨ªa sido mercenario en el Ej¨¦rcito croata en la reciente guerra, y que hab¨ªa sido condenado a 13 a?os de prisi¨®n por un tribunal internacional, fue trasladado a Suecia, donde un fiscal decidi¨® su libertad.
En junio pasado, un periodista que, junto con su mujer, investigaba las actividades de los nazis en Suecia y que hab¨ªa publicado algunos art¨ªculos en el peri¨®dico de la organizaci¨®n sindical, de inspiraci¨®n anarquista, a la que hab¨ªa pertenecido S?derberg, salv¨® su vida y la de su peque?o hijo, milagrosamente cuando una bomba colocada en su autom¨®vil lo redujo a chatarra. El periodista qued¨® gravemente herido y con secuelas de por vida. El ni?o result¨® levemente herido.
Antes de que se desatara esta ola de terror, en los ¨²ltimos dos a?os, menudearon los asaltos a bancos y a diversos dep¨®sitos de armas del Ejercito, que, diseminados por los bosques del pa¨ªs, fueron saqueados sin que nadie pareciera alarmarse demasiado. El portavoz de los servicios de seguridad del Estado (S?PO), Anders Ericsson, aseguraba que no hab¨ªa ning¨²n peligro por parte de los nazis y que su preocupaci¨®n eran los esp¨ªas industriales rusos y, en el plano interno, los ecologistas y vegetarianos. A su vez, los jefes de la polic¨ªa han acusado directamente a la S?PO de negarles informaci¨®n.
Suecia ha despertado del letargo, y vive estos d¨ªas un intenso debate sobre c¨®mo combatir este terrorismo neonazi, en un pa¨ªs donde el 12% de la poblaci¨®n son extranjeros. Seg¨²n una encuesta publicada ayer en un diario sueco, 7 de cada 10 habitantes quieren la prohibici¨®n de los grupos neonazis. Y s¨®lo el 17% se opone a esa idea.
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