En defensa de la escuela popular

La escuela popular La Prospe corre peligro. Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, dictada el 28 de septiembre, ha ordenado a sus moradores, el colectivo vecinal del barrio de Prosperidad (Chamart¨ªn), que devuelva el local a su propietario, el arzobispado de Madrid. Ahora, las 400 personas que aprenden a leer o que est¨¢n estudiando el graduado escolar tendr¨¢n que buscar un nuevo espacio de formaci¨®n para concluir sus estudios. Los afectados, que ayer se manifestaron por las calles del barrio, aseguran que repetir¨¢n las protestas hasta tener local propio.La escuela popular abri¨® sus aulas hace 26 a?os en los locales de una iglesia en la calle de Rodr¨ªguez Mar¨ªn. De ah¨ª pas¨® al antiguo centro de formaci¨®n de mandos de la Falange Espa?ola, en la calle de Mantuano. Tuvo que esperar hasta la llegada de Enrique Tierno al poder municipal para gozar de un local fijo, seg¨²n recuerdan los vecinos. El regidor socialista les cedi¨® un edificio de unos 1.000 metros cuadrados y con dos plantas en la calle del General Zabala, n¨²mero 10. El arzobispado lo hab¨ªa arrendado en 1943 al Ayuntamiento capitalino por un alquiler simb¨®lico y por un plazo de 100 a?os. Con la llegada del PP al consistorio madrile?o, se iniciaron los procesos judiciales que ahora han desembocado en la orden de desalojo de la escuela. ?sta s¨®lo se ejecutar¨¢ si el arzobispado pide al tribunal que se cumpla la sentencia.

Desde su creaci¨®n, miles de vecinos de Prosperidad han aprendido a leer y escribir en sus aulas. Entre sus actuales 400 alumnos hay inmigrantes que aprenden castellano, minusv¨¢lidos que reciben cursos de integraci¨®n o drogodependientes que intentan reinsertarse en la sociedad. Tanto profesores como estudiantes pagan una cuota simb¨®lica mensual de 500 pesetas para sufragar los gastos.

"Lo que no logramos entender es que un sitio que funciona y que es el motor cultural del barrio, con una gesti¨®n de los vecinos, se quiera cerrar. Nos sorprende ese rasgo de deshumanizaci¨®n que tienen los pol¨ªticos", se?al¨® Jos¨¦ Ram¨®n, un vecino de Prosperidad que aprendi¨® a leer en la escuela popular. "Lo ¨²nico que podemos pensar es que hay una intenci¨®n inmobiliaria para vender el edificio y construir en el solar", explic¨® Carmen, una alumna que lleva 11 a?os en la escuela.

La manifestaci¨®n de ayer cont¨®, adem¨¢s, con otra reivindicaci¨®n paralela. Los okupas del centro social La Galia, situado en la calle de Malcampo, protestaron, junto con los alumnos y profesores de la escuela, hasta sumar un grupo de 500 personas. Los afectados se quejaban de que les desalojaron el pasado 14 de octubre sin que la polic¨ªa tuviera orden judicial y que los agentes actuaron "sin contemplaciones".