DE MERIENDA, CHORIZO
Evaristo del Canto, director de Caja Espa?a, entreg¨® ayer una beca de investigaci¨®n, por importe de 500.000 pesetas, a un joven universitario empe?ado en descubrir por qu¨¦ para muchos no hay merienda sin chorizo. En tan sesuda conclusi¨®n quiere Caja Espa?a que ahonde el becario. Y algo con tanta enjundia filos¨®fica tendr¨¢, seguro, sus seguidores. Lo cierto es que, a lo largo del tiempo, con el chorizo no han podido ni el jam¨®n york con margarina ni las cremas de cacao que se untan en el pan ni los bollos rellenos de chocolate. El chorizo siempre ha sido signo de prosperidad -quien no lo ten¨ªa se conformaba con pan con aceite- y son pocos los que rechazan tal manjar sin un motivo m¨¦dico o est¨¦tico. Una segunda beca ha ido a parar a un trabajo de investigaci¨®n titulado: Dej¨¦monos de cuentos, o el arte, el placer y la necesidad de contar cuentos.- ,
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