Con los interinos
Quisiera romper una lanza en favor de los profesores interinos de Ense?anza Secundaria de Andaluc¨ªa. En este curso que ahora empieza no se han respetado las preferencias de provincias solicitadas. Al hacer una lista ¨²nica, se ha dado el caso de personas que estaban en un extremo de Almer¨ªa y han sido destinadas a la zona norte de Huelva y viceversa. Con el perjuicio que ello ocasiona para ellos y sus familiares, la distancia de cientos de kil¨®metros y las p¨¦simas comunicaciones.?Es tan dif¨ªcil dividir la tan extensa comunidad en zonas oriental y occidental para que no se dieran estas circunstancias?
Tengan en cuenta los responsables de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n que los profesores se sienten maltratados, sin ninguna consideraci¨®n hacia ellos y esta decepci¨®n se reflejar¨¢ en su trabajo. ?Qu¨¦ ilusi¨®n pueden tener, salvo la de cobrar a fin de mes un sueldo nada generoso? ?Qu¨¦ ha pasado con la vocaci¨®n que les llev¨® a elegir esta profesi¨®n? No dedicar¨¢n ni un minuto m¨¢s de su estricta obligaci¨®n. Adem¨¢s, tampoco pueden permutar. Por favor, ?pongan alg¨²n remedio a esta situaci¨®n!- Francisca Sardina Meseguer. Cumbres Mayores (Huelva).
Rebeldes con causa
Ya estoy un poco harto de eso de que los j¨®venes no nos involucramos en la sociedad, que s¨®lo nos interesa ir a lo nuestro (que l¨®gicamente es un mundo corrompido de alcohol, drogas, sexo y violencia). Y es que realmente parece que s¨®lo existi¨¦ramos de viernes noche a lunes por la ma?ana en diferentes formas: apu?alamientos, comas et¨ªlicos, violaciones, robos, atropellos... si no, miren ustedes los peri¨®dicos.Me niego a creer que esa es mi juventud y la de mis amigos. Por supuesto que como en todas partes hay desequilibrados, pero tampoco es menos cierto que cada vez nos estamos involucrando m¨¢s en cambiar lo que nos parece injusto de nuestra ?civilizada? sociedad.
As¨ª que ?qu¨¦ pasa con los chavales que se van con las ONGs cada verano para ayudar desinteresadamente a poblaciones necesitadas de ?frica y Am¨¦rica? ?Acaso no existimos todos los que estamos metidos en asociaciones juveniles o en movimientos sociales donde "damos la cara" diariamente para reivindicar unos derechos b¨¢sicos de los que se supone todos deber¨ªamos gozar? ?Tampoco merece ser noticia el reconocer la labor voluntaria que realizan j¨®venes individualmente con ni?os y ancianos de nuestras ciudades?
Frente a esto, nuestra sociedad nos encasilla con etiquetas y t¨®picos publicitarios porque ahora, de repente, se han dado cuenta no de que existimos, sino de que tambi¨¦n consumimos. Todo, menos aceptar a los j¨®venes como lo que realmente somos: un grupo compacto y sin embargo heterog¨¦neo de personas que tenemos la osad¨ªa de llamar a las cosas por su nombre, de reivindicar y exigir derechos tan importantes y necesarios como el disponer de una educaci¨®n objetiva, plural y ¨²til que realmente nos prepare a pensar por nosotros mismos sin tener que ser borregos de nadie, el que se nos facilite la b¨²squeda de una vivienda, el proponer soluciones eficaces para atajar de una vez el tremendo desempleo que padecemos o el luchar contra cualquier tipo de marginaci¨®n.
Y es que una cosa es que los j¨®venes nos amoldemos sumisos a una sociedad ya previamente impuesta ante la cual las ¨²nicas salidas que tenemos son el derecho a la pataleta o el pasar de todo encogi¨¦ndonos de hombros y otra muy distinta es que nos tomemos la libertad de se?alar lo que est¨¢ mal atrevi¨¦ndonos a proponer soluciones alternativas; esto, adem¨¢s de pol¨ªticamente incorrecto, seguro que es considerado hasta peligroso.- Juan Bertuchi. Miembro de Colega de Andaluc¨ªa. M¨¢laga.
Algunos no hemos perdido la memoria
El se?or Almunia afirma que de ganar las elecciones abrir¨¢ los colegios durante 12 horas todos los d¨ªas durante 11 meses al a?o. ?Ha olvidado el se?or Almunia que determinadas comunidades aut¨®nomas gobernadas por su partido ya han aprobado anteriormente iniciativas al respecto?Este es el caso de Andaluc¨ªa, en la cual se aprob¨® una normativa de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n y Ciencia para facilitar el uso de estas instalaciones. La Orden del 26 de junio de 1998 regula la utilizaci¨®n de las instalaciones de los centros docentes p¨²blicos no universitarios por los municipios y otras entidades p¨²blicas y privadas, pero no se destinaban fondos y se obligaba a cualquier interesado a cumplir estrictos requisitos as¨ª como a correr con todos los gastos. Y eso no es todo: esa misma ley remataba la faena recogiendo el derecho a cobrar ingresos por parte de los centros para poder hacer uso de las instalaciones... ?p¨²blicas!
En los pocos casos que sali¨® algo de esto adelante, desgraciadamente, fue en aqu¨¦llos en los que se mont¨® el negocio "bajo cuerda" con alg¨²n amiguete de confianza del partido o de la APA correspondiente.
Se vendi¨® la imagen de que esto sal¨ªa adelante y se ilusion¨® a los ciudadanos con la idea, pero lo ¨²nico que encontraron es que, una vez m¨¢s, los ciudadanos, que son los que financian lo p¨²blico, no pod¨ªan hacer uso de esas instalaciones si no volv¨ªan a pagar (otra vez m¨¢s) los gastos de estas instalaciones.- Gabriel Ruiz Enciso. M¨¢laga.
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