Francesc Ciuraneta, nombrado obispo de Lleida en sustituci¨®n de Ramon Malla

El obispo de Menorca, Francesc Ciuraneta Aym¨ª, de 59 a?os y natural de Palma d"Ebre, ha sido nombrado por el Vaticano nuevo obispo de Lleida, en sustituci¨®n de Ramon Malla, que llevaba 31 a?os al frente de esta di¨®cesis. Ciuraneta tomar¨¢ posesi¨®n a primeros de diciembre. El relevo se produce sin haberse resuelto el contencioso que enfrenta a los obispados de Lleida y de Barbastro-Monz¨®n por la propiedad definitiva del patrimonio art¨ªstico las 111 parroquias aragonesas de la Franja que se segregaron hace tres a?os de la di¨®cesis leridana.

El Vaticano ha hecho coincidir el relevo de Malla con el del titular de la di¨®cesis oscense, Ambrosio Echevarr¨ªa, que ha sido sustituido por el obispo auxiliar de Zaragoza, Juan Jos¨¦ Omella, tambi¨¦n de origen catal¨¢n. Este cambio en las c¨²pulas de ambas di¨®cesis puede contribuir a acercar las posturas entre la iglesia aragonesa y la catalana y ayudar a la resoluci¨®n satisfactoria en el litigio del arte. "Cuando las cosas est¨¢n muy crispadas no es f¨¢cil llegar a un acuerdo, pero espero que con los nuevos obispos se consiga por el bien de todos", se?al¨® ayer Malla en la conferencia de prensa en la que anunci¨® el nombre de su sucesor.Malla, que ha ocupado el cargo durante dos a?os de forma interina al haber alcanzado la edad de jubilaci¨®n, se mostr¨® ayer muy satisfecho por el nombramiento de Ciuraneta, de quien dijo que es la persona adecuada para ocupar el cargo "porque procede de un ambiente social muy similar al de Lleida, tiene mucha experiencia y adem¨¢s es un hombre pacificador que velar¨¢ para que queden a salvo los derechos de cada uno".

Ciuraneta fue secretario del actual arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, y en 1991 fue nombrado obispo de Menorca, plaza que hab¨ªa quedado vacante un a?o antes cuando Antoni Deig fue designado obispo de Solsona. "He recibido el nombramiento con sorpresa porque nunca esperas una cosa as¨ª. Yo trabajaba en Menorca con muchas ganas y ten¨ªa cosas preparadas para el futuro. Empezar una aventura nueva cerca de casa tambi¨¦n es estimulante y algo que me hace ilusi¨®n", declar¨® ayer Ciuraneta.

Desde que se jubil¨®, Malla expres¨® muchas veces p¨²blicamente sus preferencias sobre el perfil de su sustituto y dijo que el Vaticano deber¨ªa nombrar un obispo catal¨¢n para compensar la poca sensibilidad que hab¨ªa tenido hacia Catalu?a al segregar las parroquias de la franja oriental de Arag¨®n.

En el momento de la despedida, el obispo de Lleida tambi¨¦n lament¨® no dejar resuelto el problema del patrimonio. Malla se?al¨® por los siguientes motivos que se va con la conciencia tranquila: "He actuado como cre¨ª que deb¨ªa hacerlo, defendiendo siempre mis puntos de vista y haciendo caso de la gente que me dec¨ªa que no cediera".

El prelado leridano reconoci¨®: "En m¨¢s de una ocasi¨®n hubiera cedido espont¨¢neamente, pero el apoyo de la gente y la objetividad de que nosotros salvamos estas obras y las guardamos me han hecho actuar con firmeza".

El nuevo obispo asegur¨® que en el tema del patrimonio art¨ªstico actuar¨¢ con la misma firmeza que Malla, pero evitando que deterioren las relaciones entre Arag¨®n y Catalu?a.

Para Malla, el 17 de septiembre de 1995 fue su d¨ªa m¨¢s amargo como obispo porque, ya al final de su mandato, se vio obligado a aceptar con cristiana resignaci¨®n la desmembraci¨®n de la di¨®cesis.

Pol¨¦mico decreto

Un pol¨¦mico decreto de la Santa Sede puso fin a un largo litigio con la vecina di¨®cesis de Barbastro-Monz¨®n, que recuper¨® as¨ª 111 parroquias que durante ocho siglos hab¨ªan permanecido bajo la jurisdicci¨®n de la iglesia catalana. Malla lament¨® entonces que prevaleciesen las razones administrativas sobre las sociol¨®gicas y las hist¨®ricas.

La otra espina que ha tenido Malla, que deja como herencia a Ciuraneta, ha sido la del litigio por la propiedad del patrimonio religioso perteneciente a las parroquias traspasadas. Las autoridades civiles y eclesi¨¢sticas aragonesas reclaman un centenar de obras, pero el obispado de Lleida quiere retenerlas como compensaci¨®n por restaurarlas y conservarlas durante tanto tiempo. La decisi¨®n final est¨¢ en manos de los tribunales eclesi¨¢sticos o de los civiles si aqu¨¦llos fallan a favor de Arag¨®n.