Claroscuros de la Constituci¨®n m¨¢s popular
La Constituyente de Venezuela trabaja a marchas forzadas en un texto que intenta regular cada detalle de la vida nacional
ENVIADO ESPECIALVenezuela prepara un r¨¦cord dif¨ªcilmente batible: la discusi¨®n y aprobaci¨®n en dos semanas de los 311 art¨ªculos y disposiciones transitorias contenidas en los siete cap¨ªtulos pendientes en la nueva Carta Magna. Ser¨¢ discutida por cap¨ªtulos y sometida a refer¨¦ndum el pr¨®ximo 15 de diciembre. La direcci¨®n de la Asamblea Constituyente, con 121 de sus 131 esca?os ocupados por la coalici¨®n gubernamental, argument¨® que la sociedad apremia el fin de los trabajos, la revoluci¨®n democr¨¢tica prometida por el presidente, Hugo Ch¨¢vez. "Ser¨ªa un milagro que acab¨¢ramos a tiempo", coment¨® el diputado oficialista Alfredo Pe?a. Los cuatro opositores en activo dijeron sentirse atropellados.
La Asamblea arranc¨® a paso de burro, registra un mes de retraso en el calendario previsto, y quiere terminar a galope. La aceleraci¨®n de ¨²ltima hora, anunciada la noche del jueves, obedece a los retrasos previos, al c¨²mulo de sugerencias presentadas y a las muchas horas empleadas en contestarlas. El historiador Vinicio Romero invit¨® al novelista colombiano Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez a revisar el estilo del pre¨¢mbulo en una iniciativa acorde con el car¨¢cter macondiano de algunos constituyentes ne¨®fitos.
Fueron tantos los art¨ªculos agregados al anteproyecto, tanta la obstinaci¨®n en consagrar la importancia del agua para la navegaci¨®n o el derecho a la felicidad, que el presidente de la Comisi¨®n Constitucional, Hermann Escarr¨¢, advirti¨® d¨ªas atr¨¢s de que Venezuela puede llegar a ser recordado como un pa¨ªs que tiene una Constituci¨®n con 1.300 o 1.500 art¨ªculos. "Y yo como profesor de derecho constitucional no firmar¨ªa eso". La Asamblea lleg¨® a tener hasta 975 art¨ªculos que redujo a 395.
Los constituyentes han prohibido hasta ahora la privatizaci¨®n de Petr¨®leos de Venezuela (PDVSA), que genera el 40% de los ingresos fiscales, la extradici¨®n de venezolanos, y la Carta Magna introducir¨¢ la destituci¨®n de funcionarios por sufragio, depurar¨¢ las estructuras de los tres poderes del Estado, ejecutivo, legislativo y judicial, y agregar¨¢ dos m¨¢s: los poderes ciudadano y moral. El modelo econ¨®mico, y el grado de intervenci¨®n del Estado no han sido a¨²n abordados pero portavoces empresariales temen un protagonismo oficial excesivo frente al sector privado. El derecho a la religi¨®n y al "culto", palabra que algunos ¨¢mbitos del episcopado suena a secta sat¨¢nica, y la posibilidad del aborto, han sido protestados por la Iglesia cat¨®lica.
El texto aprobado deriva del incluido en la moribunda Constituci¨®n de 1961. El derecho a la informaci¨®n "veraz" llev¨® tambi¨¦n a la pol¨¦mica. Las asociaciones profesionales, y constituyentes oficialistas que son periodistas, rechazan el calificativo al sospechar que implica la existencia de un censor autorizado a decidir sobre la veracidad. El constituyente opositor y jurista Allan Brewer Car¨ªas sostiene que pese a todo los art¨ªculos aprobados hasta ahora parecen "bastante razonables" en su conjunto pero quedan aspectos claves, imposibles de dilucidar a la carrera: la econom¨ªa, las prestaciones sociales, la reelecci¨®n presidencial, los estados de excepci¨®n o el papel de las Fuerzas Armadas en la sociedad.
La direcci¨®n de la Asamblea elegida el pasado 25 de julio decidi¨® modificar el m¨¦todo de trabajo, e imponer la disciplina de partido, a fin de evitar el alud de a?adidos y las redundancias en la tribuna de oradores. Siete comisiones trasladar¨¢n a los plenos s¨®lo aquellos art¨ªculos o t¨ªtulos sobre lo que no haya consenso en comisi¨®n. Las sesiones plenarias abiertas el 18 de octubre devinieron en un parlamentarismo de lucimiento, en peroratas y buz¨®n de sugerencias ajenas a la esencia de la Constituyente. "Hace falta un poco de ignorancia, chico", espet¨® Miquilena a un constituyente. "Sabemos de todo y queremos opinar de todo y la Carta Magna sigue retras¨¢ndose".
El anteproyecto de contrato social es el resultado de las aportaciones efectuadas por las 21 comisiones creadas el 15 de agosto, y es discutido frente a las c¨¢maras de televisi¨®n. La exhibici¨®n p¨²blica desencaden¨® una perniciosa ret¨®rica y trab¨® los avances. Los plazos perseguidos no son f¨¢ciles: debe efectuarse una segunda lectura del texto y someterlo despu¨¦s a an¨¢lisis de la sociedad.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) pide tiempo, al menos 30 d¨ªas, para organizar la consulta, imprimir once millones de ejemplares de la Constituci¨®n y preparar a 180.000 instructores. "Una Constituci¨®n no puede hacerse como churros. ?C¨®mo puede pensarse racionalmente que este proceso puede terminarse en unos d¨ªas o en una semanas", reprocha Brewer.
La profusa presentaci¨®n de iniciativas fue concebida en parte por la clientela electoral del ponente: desde la regulaci¨®n del comercio callejero o los patios de vecinos hasta la defensa del car¨¢cter gen¨¦tico del delincuente. El ¨¢mbito de la mayor¨ªa no es la Constituci¨®n sino las leyes que la desarrollan pero como el grueso de los constituyentes ambicionan la reelecci¨®n en las generales de principios del a?o, sus parlamentos buscaron complacer a los potenciales votantes.
"Por ignorancia, los constituyentes han ca¨ªdo en promover art¨ªculos detallando todo tipo de situaciones, pretendiendo que esta Constituci¨®n debe solucionar no s¨®lo los problemas del pa¨ªs sino problemas universales. Esto ha conducido a esta situaci¨®n tan lamentable", se?ala el letrado Guillermo Garc¨ªa Ponce, integrante de la coalici¨®n gubernamental Polo Patri¨®tico, que sufre tensiones y amagos de dimisi¨®n entre las fuerzas que la integran: el mayoritario Movimiento Quinta Rep¨²blica (MVR) (76 constituyentes), el partido de Ch¨¢vez, el Movimiento al Socialismo (MAS) (14) y Patria Para Todos (PPT) (12). "Ha faltado una direcci¨®n pol¨ªtica que trace lo que debe ser una Constituci¨®n. Hemos ca¨ªdo por exageraci¨®n, por exuberancia, en un mont¨®n de minucias que ha provocado interminables debates", agrega Garc¨ªa Ponce, coordinador de uno de los borradores de anteproyecto.
Venezuela, avisan varios analistas, corre el riesgo de incurrir en los errores de otras constituciones latinoamericanas, como la brasile?a, tan prolijas en el enunciado de derechos y deberes que redujeron gravemente el margen de maniobra de los Gobiernos. Los redactores del documento niegan que vaya a ocurrir. El Gobierno y sus delegados atribuyen a la nueva Constituci¨®n efectos renovadores: garantizar¨¢ una democracia de participaci¨®n popular, no una democracia dise?ada a la medida del bipartidismo en el poder durante 40 a?os.
"Subyac¨ªa que el pueblo no estaba preparado para participar", dice Julio C¨¦sar Fern¨¢ndez. "Ahora hay nuevos paradigmas, se establece el r¨¦gimen refrendario y se ampl¨ªan los derechos de los ciudadanos". La lectura del analista Diego Bautista Urbaneja es otra: "Ser¨¢ a partir del control de las palancas del poder que Ch¨¢vez podr¨¢ imprimir a la aplicaci¨®n concreta de la nueva Constituci¨®n la tonalidad que ¨¦l quiera".
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