La emergencia nuclear no tiene plan

Hasta que lleg¨® la democracia, los planes de emergencia nuclear eran cosa del Ej¨¦rcito. Ni los ayuntamientos ni las poblaciones situadas en el ¨¢mbito de influencia de estas instalaciones dispon¨ªan de informaci¨®n sobre las medidas a adoptar en caso de que un accidente grave obligara a evacuar a todos los residentes para alejarles del peligro de las radiaciones.Cuando se cumplen 31 a?os de actividad de la central Jos¨¦ Cabrera, en Zorita (Guadalajara), el Gobierno ha congelado la ejecuci¨®n de los planes de emergencia que permitir¨ªan una evacuaci¨®n completa. Las v¨ªas para comunicar una situaci¨®n de emergencia o las carreteras para trasladar a la poblaci¨®n en su totalidad no est¨¢n concluidas, tal como recogen los Planes Provinciales de Emergencia pactados por el Gobierno con los 66 ayuntamientos que integran la Agrupaci¨®n de Municipios Afectados por Centrales Nucleares (AMAC).

El presidente de esta agrupaci¨®n, Gabriel A. Ruiz del Olmo, lo ha denunciado en los debates que a puerta cerrada se han celebrado la pasada semana en la Ponencia Especial del Congreso que ha tratado los temas nucleares y los presupuestos del sector para el a?o pr¨®ximo. Ruiz del Olmo, alcalde de Almonacid de Zorita por el PP, se lament¨® de que el Gobierno haya reducido a una tercera parte el compromiso de inversiones necesarias para cubrir todas las necesidades previstas en los planes de emergencia.

?C¨®mo es posible que cuando algunas centrales est¨¢n a punto de cerrar todav¨ªa no est¨¦n concluidos los planes de emergencia? Para explicarlo, el gerente de la AMAC, Mariano Vila de Abadal, se remonta a la dictadura y la rebeli¨®n que provoc¨® la instalaci¨®n de dos reactores en el municipio tarraconense de Asc¨®. "Fueron a situarlos en el ¨²nico ayuntamiento antinuclear de Espa?a, surgido de los primeros comicios municipales democr¨¢ticos", recuerda.

Carreteras de evacuaci¨®n

La protesta alcanz¨® tal dimensi¨®n que el Gobierno socialista tuvo que elaborar en 1983 el primer plan de emergencia nuclear para Tarragona (el llamado plan PENTA), que luego se hizo extensivo a todas las zonas con centrales nucleares.

Pero tuvieron que pasar seis a?os m¨¢s para que el Ejecutivo dise?ara un Plan B¨¢sico de Emergencia Nuclear, lo m¨ªnimo exigible para unas instalaciones de tanto riesgo. En realidad, este plan no pasaba de ser un texto a partir del cual todas las administraciones ten¨ªan que ponerse las pilas con el fin de articular un lista de infraestructuras m¨ªnimas que facilitaran los sistemas de aviso y evacuaci¨®n en torno a cada uno de los siete emplazamientos nucleares.

A comienzos de la d¨¦cada de los noventa, Protecci¨®n Civil y AMAC se sentaron a negociar para evaluar qu¨¦ apuntes de la lista se correspond¨ªan realmente con las necesidades de evacuaci¨®n y qui¨¦n se hac¨ªa cargo de su financiaci¨®n. El ex secretario de Estado de Energ¨ªa Nemesio Fern¨¢ndez Cuesta particip¨® tambi¨¦n en esas negociaciones, que no concluyeron hasta 1997.

De los tres grupos de "necesidades" en que se dividi¨® la lista, Protecci¨®n Civil se hizo cargo del relativo a las telecomunicaciones, folletos divulgativos y veh¨ªculos todoterreno, pr¨¢cticamente cubierto. El segundo grupo, denominado B, es el m¨¢s ambicioso, pues en ¨¦l figura la construcci¨®n de nuevas carreteras o la mejora de los accesos, de tal manera que los veh¨ªculos de Protecci¨®n Civil que deban acercarse a comunicar el aviso de emergencia al ¨²ltimo vecino de un pueblo tenga el camino expedito. En el tercero y ¨²ltimo grupo, el C, se contienen ciertas necesidades espec¨ªficas de cada municipio. En total sumaban m¨¢s de 6.000 millones de pesetas a invertir entre los a?os 1999 y 2001.

Este a?o se han gastado alrededor de 500 millones de pesetas y para el pr¨®ximo, en el que se hab¨ªa previsto la inversi¨®n m¨¢s fuerte del plan (casi 3.000 millones), el Gobierno s¨®lo piensa gastar 720 millones, seg¨²n Vila. A los ayuntamientos englobados en AMAC les ha sublevado conocer este dato. Ya este a?o han recibido de Enresa menos dinero que en 1998 (2.997 millones frente a los 3.183) en funci¨®n del menor volumen de combustible usado, que ha pasado a almacenarse en las piscinas de los reactores.

"Estamos bastante estigmatizados para que encima nos regateen estas cantidades", dice Mariano Vila de Abadal. "En Trillo han intentado instalar un balneario, pero, al saber que hab¨ªa una central se han echado atr¨¢s. Algo parecido ha ocurrido en Vandell¨®s", insiste, para enfatizar que los municipios con nucleares necesitan incentivos para compensar su escaso atractivo como foco de inversiones tur¨ªsticas o de otro tipo.

Recurso al Supremo

Fuentes de Protecci¨®n Civil insin¨²an que AMAC presiona para obtener m¨¢s dinero, pero no dejan de reconocer que tienen raz¨®n cuando denuncian que los planes provinciales de emergencia nuclear no se han cumplido.

Los 66 municipios de AMAC y otros seis indirectamente afectados por la proximidad de centrales nucleares no han cesado de interponer recursos contra estas instalaciones. Han denunciado las autorizaciones para almacenar residuos radiactivos en las piscinas de las centrales porque creen que la licencia para producir energ¨ªa no ampara la actividad de almacenamiento de combustible y han pedido al Supremo que revoque la declaraci¨®n de "inter¨¦s p¨²blico y urgente" del almac¨¦n en superficie para los residuos en contenedores secos de Trillo, aprobada por el Gobierno este verano pasado.