Las tesis del cardenal Ratzinger
"Si uno no es justo no est¨¢ tampoco justificado", dice el cardenal alem¨¢n Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (antiguo Santo Oficio), como r¨¦plica a la famosa tesis sobre La justificaci¨®n de su compatriota Mart¨ªn Lutero. Alemania fue el pa¨ªs de la Reforma y est¨¢ viviendo de forma especial el abrazo de ayer en Augsburgo."No se ha llegado simplemente a un consenso sobre la doctrina de la justificaci¨®n", escribe Ratzinger en la revista 30 D¨ªas. Te¨®logo progresista en el Concilio Vaticano II antes de asumir la responsabilidad de vigilar la doctrina oficial de la jerarqu¨ªa cat¨®lica, el cardenal m¨¢s poderoso en la curia vaticana advierte de que no todo son caminos de rosas en la declaraci¨®n firmada entre cat¨®licos y protestantes. "Hay sectores donde existe realmente un acuerdo, pero quedan otros problemas sin resolver", escribe.
En coincidencia con la tesis m¨¢s superficial sobre las ansias reformistas de Lutero, la que reduce sus discrepancias a obsesiones por el m¨¢s all¨¢ y a un temor irresistible a la condena eterna, Ratzinger afirma que para Lutero "era importante saber que, aunque fuera un pecador, Dios le amaba y justificaba". "Para ¨¦l existe simultaneidad: ser verdadero pecador y estar totalmente justificado. Es una expresi¨®n de su experiencia personal, que luego fue profundizada con reflexiones teol¨®gicas", a?ade el cardenal antes de acudir a la autoridad del Concilio de Trento, el de la Contrarreforma vaticana. Escribe Ratzinger: "Permanece la concupiscencia, es decir, una tendencia al pecado, un est¨ªmulo que lleva al pecado, pero que, en cuanto tal, no es pecado".
?stas de Ratzinger son "las disputas cl¨¢sicas" entre cat¨®licos y protestantes (el papel de los curas en el sacramento de la penitencia, entre otros temas), pero las verdaderas divergencias, a estas alturas, las colocan los protestantes en torno a asuntos de mayor modernidad, tales como el sacerdocio de la mujer. Y en este campo, una vez m¨¢s, los herederos de Lutero van muy por delante de los herederos de Trento.
Contra las bulas
Hijo de minero, Lutero naci¨® en Eisleben en 1483 y a los 22 a?os entr¨® en un convento agustino. Con gran formaci¨®n filos¨®fica, una pluma demoledora y poderos¨ªsima dial¨¦ctica, nada presagiaba en ¨¦l la ruptura con la doctrina oficial hasta que viaj¨® a Roma en 1510, donde recibi¨® una p¨¦sima impresi¨®n de la vida regalada que disfrutaban prelados y curia.De regreso a Alemania, se hizo cargo de la c¨¢tedra de Sagrada Escritura de la Universidad de Wittemberg, desde donde lanz¨® unas tesis reformadoras que conmovieron a toda la cristiandad y que le convirtieron en h¨¦roe nacional. Su primera batalla la libr¨® contra las bulas e indulgencias papales.
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