Carta a Manuel Chaves
Respetado presidente:Las causas que impulsaron la creaci¨®n del Partido Andalucista fueron las de democracia en Espa?a y autonom¨ªa para Andaluc¨ªa. Podemos sentirnos parcialmente satisfechos: gozamos de la primera, pero la revisi¨®n del Estatuto de Andaluc¨ªa nos permite constatar que son muchas las cuestiones pendientes y, entre ellas, destacada, la convocatoria aut¨®noma de las elecciones andaluzas. Al respecto, las organizaciones pol¨ªticas hemos usado la voz autonom¨ªa con diferente significado. El PSOE, sin autonomismo electoral. Los restantes grupos, que ahora representamos la mayor¨ªa social de Andaluc¨ªa, entendiendo que ha de responder a su nombre, y cualquier otra trujaman¨ªa es una manipulaci¨®n a la que nunca deber¨ªa acudir la Presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa.
La autonom¨ªa es un hecho de Andaluc¨ªa. La palabra expresa la potestad de regir la vida pol¨ªtica con normas e instituciones de gobierno propios. La de autonomismo, el ejercicio de la autonom¨ªa. De ah¨ª deviene el derecho presidencial para convocar las elecciones auton¨®micas. Un derecho, en ning¨²n caso, para modificar el hecho. Al contrario, para consolidarlo. Cualquier alteraci¨®n del hecho auton¨®mico, provocada por el uso del derecho, como la coincidencia electoral con las generales del Estado, ser¨¢ una tergiversaci¨®n del t¨¦rmino, adem¨¢s del reverso al deseo de la mayor¨ªa social. Esta rememoraci¨®n suscitar¨¢ recelos sobre la continuidad de la coalici¨®n de gobierno, pero en realidad confirma la firmeza andalucista en la gobernabilidad y la fidelidad con la instituci¨®n presidencial.
Tal consideraci¨®n la tuvimos en cuenta para el Pacto de Gobierno en 1996. En el PA, la separaci¨®n electoral fue expuesta como objeto del acuerdo, pero no fue planteada en la negociaci¨®n porque sab¨ªamos que la ingobernabilidad promovida por PP e IU hab¨ªa da?ado a las instituciones auton¨®micas y al sistema democr¨¢tico. Los andalucistas, entonces como ahora, mostramos respeto a una instituci¨®n acosada por PP e IU, que valoraron m¨¢s a la persona que al principio que instituye la Presidencia. Por esa experiencia, apartamos de la negociaci¨®n la competencia atribuida al presidente y, en esta legislatura, con similar congruencia, nos manifestamos contrarios a la propuesta de IU y PP para sustituir el derecho presidencial por otro avenido a criterios de la ingobernabilidad. Por tanto, no tenemos dudas con la instituci¨®n, salvo la que pueda crear ella misma si desvirtuara la raz¨®n auton¨®mica a favor de parte y contra la mayor¨ªa social.
As¨ª, el posible matrimonio de las convocatorias electorales provoca un conflicto innecesario y, cumpliendo con la tradici¨®n de estas situaciones, una quiebra de la cohesi¨®n social andaluza, siendo ¨¦sta una de las finalidades para las que se gobierna. En definitiva, convocar al un¨ªsono auton¨®micas y generales ser¨ªa tanto como plantear al ciudadano una confrontaci¨®n entre el respeto a la instituci¨®n presidencial y la susodicha cohesi¨®n social, cuando ambas pueden, perfectamente, caminar juntas. La opci¨®n m¨¢s razonable de separarlas lleva aparejada la coherencia con los argumentos del Gobierno para reclamar el reconocimiento del censo, la deuda hist¨®rica y la modificaci¨®n del sistema de financiaci¨®n auton¨®mica. Tambi¨¦n sufraga el esfuerzo de los andaluces y revaloriza la autoridad presidencial para posibles sacrificios en el futuro de Andaluc¨ªa.
La subordinaci¨®n en la fecha con la convocatoria para las Cortes Generales no s¨®lo suprime la voluntad autonomista de Andaluc¨ªa, sino que, con la pleites¨ªa, gasta las reivindicaciones andaluzas y da una sensaci¨®n de inutilidad en el enfrentamiento dial¨¦ctico entre gobiernos. De esa manera, los andaluces no podr¨¢n demostrar, con la emisi¨®n del voto, a qu¨¦ raz¨®n asisten y, como resultado, llegar¨¢ un nuevo desgaste democr¨¢tico al debe de la Historia de Andaluc¨ªa. Los andalucistas, al instarle la separaci¨®n electoral, estamos pidiendo respeto con la instituci¨®n presidencial, con la mayor¨ªa social y, por supuesto, fidelidad y autonomismo con la autonom¨ªa.
Con nuestro respeto ya cuenta la Presidencia, ahora depende del suyo. Afectuosamente.
Antonio Ortega es secretario general del Partido Andalucista.
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